El presidente surcoreano se comprometió hoy jueves incrementar la seguridad alrededor de las islas cercanas al lugar atacado por la artillería de Corea del Norte, mientras que Pyongyang prometió mayores represalias si Seúl comete cualquier “provocación militar irresponsable”.
Seúl y Washington también aumentaron las presiones sobre China para que use su influencia como principal aliado y abastecedor de Corea del Norte para aliviar las tensiones que se dispararon luego de un intercambio de artillería el martes entre las dos Coreas, que dejó cuatro surcoreanos muertos, incluyendo dos civiles. China le pidió a ambas partes que fueran comedidas.
El bombardeo perpetrado por Corea del Norte contra una diminuta isla surcoreana en una frontera marítima en disputa ha alarmado a líderes mundiales, como el presidente estadounidense Barack Obama quien confirmó los planes de ejercicios conjuntos con Seúl en el Mar Amarillo, a iniciarse el domingo.
“No debemos bajar la guardia al prepararnos para otra posible provocación de Corea del Norte”, dijo el presidente surcoreano Lee Myung-bak, durante una reunión de emergencia sobre las repercusiones económicas y de seguridad del ataque, según reportó la agencia de noticias Yonhap.
Las operaciones de ambos países, en las que participará el portaaviones USS George Washington, aunque estaban programadas desde antes del ataque, seguramente molestarán a Corea del Norte.
Pyongyang no se refirió a los ejercicios conjuntos en el comunicado que emitió, pero advirtió que su ejército “lanzaría segundas y terceras respuestas físicas fuertes sin dudar, si belicistas surcoreanos cometen provocaciones militares irresponsables”.
El mensaje del Norte dice que Washington es culpable de los ejercicios de artillería surcoreanos cerca de las aguas en disputa, que llevaron a Pyongyang a responder bombardeando la isla Yeongpyeong el martes.
Washington “debe controlar del todo a Corea del Sur”, dijo. La advertencia fue emitida por la misión norcoreana en la aldea Panmunjom y transmitida por la Agencia de Noticias Coreana Central del país.
Estados Unidos exhortó a China a interceder ante Corea del Norte.
“Realmente creemos que es importante que la comunidad internacional muestre liderazgo, pero especialmente China”, señaló Mike Mullen, presidente del Estado Mayor Conjunto.
El primer ministro chino Wen Jiabao, en visita de estado a Rusia, llamó a todas las partes a mostrar su “máxima moderación” respecto a las tensiones recientes en la península coreana y agregó que su país se opone a las provocaciones militares de cualquier tipo, según la página electrónica del ministerio de Relaciones Exteriores.
Corea del Sur dijo que reforzará sus esfuerzos diplomáticos con China para asegurar la ayuda de Beijing en cuanto a la provocación del Norte, según Yonhap. Las llamadas que se hicieron a la presidencia no fueron respondidas.
Tras dejar atrás casas derruidas, árboles chamuscados y calles con escombros, los habitantes de la diminuta isla bombardeada relataron el miércoles escenas de destrucción atroz y escapes de milagro al llegar el miércoles al puerto surcoreano de Incheon.
Ann Ahe-ja, uno de los habitantes exhaustos que fueron llevados al puerto en un barco de rescate, dijo que fue sorprendida por el ataque con artillería.
“Sobre mi cabeza, un pino se resquebrajó y ardió”, dijo Ann a AP Television News. “Y pensé, “Oh, esto no es otro ejercicio (militar). Es una guerra'. Decidí correr. Y lo hice”.
Unas 10 casas sufrieron impactos directos y 30 fueron destruidas en el bombardeo.
El fuego de artillería de Corea del Norte fue el primero que afecta a la población civil. Además de los dos infantes de marina muertos, los cadáveres de dos hombres, al parecer sexagenarios, fueron retirados de una obra en construcción que quedó destruida, dijo la Guardia Costera. Al menos 18 personas, en su mayoría soldados, resultaron lesionadas.
El enfrentamiento del martes se inició cuando Corea del Norte advirtió a su vecino que detuviese sus ejercicios militares cerca del límite marítimo, según funcionarios surcoreanos. Seúl se negó y disparó artillería en las aguas disputadas, lejos de la costa norcoreana. Pyongyang respondió bombardeando Yeonpyeong y Seúl contraatacó con obuses y cazas de guerra.
Según funcionarios en Seúl, podría haber un número considerable de víctimas norcoreanas.
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