Tropas sirias repelen a disidentes en las afueras de Damasco

Fuerzas sirias hicieron retroceder el lunes a tropas disidentes en intensos combates en las afueras de Damasco, en un esfuerzo por recuperar el control del acceso oriental a la ciudad la víspera de cruciales conversaciones en la ONU sobre un borrador para exigir la renuncia del presidente Bashar Assad. 
Se escuchaban tiroteos y estruendos de obuses en varios suburbios en las afueras de Damasco que han sido tomados por rebeldes opositores al régimen. Fue posible ver a pistoleros -aparentemente desertores del ejército- en videos aficionados colocados en internet por activistas. 
En un video, un tanque gubernamental en la meseta montañosa con vista a la capital disparó hacia uno de los suburbios abajo. 
A medida que aumentaba el derramamiento de sangre, con más de 40 civiles muertos el lunes, según indicaron activistas, países occidentales y árabes incrementaron la presión sobre Rusia, aliada de Assad, para que dé marcha atrás en su postura ante la resolución. 
La secretaria de Estado estadounidense Hillary Rodham Clinton y los cancilleres británico y francés se dirigían a Nueva York para cabildear con el fin de reunir respaldo para la medida durante las conversaciones del martes en la ONU. 
“El status quo es insostenible”, afirmó Clinton, al tiempo que dijo que el régimen de Assad impide una transición pacífica del poder, y advirtió que la inestabilidad resultante podría “desbordarse por toda la región”. 
El borrador del texto de la ONU exige que Assad detenga la represión e implemente un plan árabe de paz que pide le entregue el poder a su vicepresidente y permita la creación de un gobierno de unidad con el fin de preparar el terreno para elecciones. 
Si Assad no cumple en un plazo máximo de 15 días, el Consejo consideraría aplicar “medidas adicionales”, en referencia a una posible acción para imponer sanciones económicas o de otro tipo. 
El primer ministro británico David Cameron dijo que la situación en Siria es “espantosa” y exhortó el lunes a Rusia a que respalde la resolución del Consejo de Seguridad. 
“Ya es hora de que todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU estén a la altura de sus responsabilidades en lugar de proteger a los que tienen las manos ensangrentadas”, afirmó Cameron. 
Moscú, que en octubre vetó el primer intento del Consejo por condenar la represión en Siria, ha mostrado pocos indicios de ceder en su oposición, y advierte que la nueva medida podría abrir la puerta a una intervención militar. 
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Los corresponsales de la AP Bradley Klapper en Washington y Jamey Keaten en París contribuyeron a este despacho.