“Las armas salvan vidas”: republicanos en mítines en EEUU

“Las armas salvan vidas”, dice Matthew Lee, uno de los cientos de visitantes a una feria de armas de fuego en Tennessee (sur de EEUU), donde este fin de semana la campaña del republicano Newt Gringrich quiso estar presente para mostrar su respaldo al derecho de todo civil a portar armas. 
En Georgia y Tennessee, donde el próximo martes los precandidatos a la nominación republicana participarán en elecciones primarias, los políticos realizaron mítines en iglesias evangélicas, católicas o ferias de armas, como sucedió el sábado en Chattanooga, ciudad fronteriza con Georgia, donde el templo masónico Alhambra se llenó de municiones, escopetas, rifles, revólveres, ametralladoras y hasta AK-47 para sus fanáticos. 
“Las armas salvan vidas. Es un derecho sin igual que tenemos gracias a la libertad con la que vivimos en este país”, explicó Lee, un voluntario de la campaña del candidato conservador Gingrich, que repartía volantes de su candidato al lado de mesones repletos de cuchillos y balas para cualquier gatillo. 
A diferencia de Georgia, donde Gingrich luce como gran vencedor del martes, en Tennessee figura en tercer lugar (13%), muy por detrás del ex senador por Pensilvania Rick Santorum (38-40%) y el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney (19-20%), según sondeos de las universidades locales de Vanderbilt y Middle Tennessee State. 
“Yo estoy en esta feria de armas porque soy un gran defensor de la segunda enmienda” de la constitución, dijo a la AFP Herman Cain, ex precandidato republicano que tuvo que abandonar su campaña a finales del año pasado a raíz de la divulgación de aventuras extramatrimoniales. 
“No creo en que haya que diluir” esta enmienda, dijo Cain al referirse al derecho constitucional de portar armas, que rige bajo las leyes estatales, pero sus defensores perciben intenciones desde Washington por limitarlos. 
Cain, seguido por unos pocos fanáticos que iban con escopetas, en algunos casos casi de la misma estatura de sus portadores, quiso dejar claro que se encontraba en este evento “para expandir el mensaje de que yo estoy apoyando a Newt Gringrich desde que abandoné la carrera por la presidencia” en diciembre pasado, dijo. 
Entre los asistentes a esta exposición de armas de fuego muchos indicaron que votarían el Super Martes, como denominan la jornada en que 10 estados realizarán primarias republicanas, pero el voto parecía muy dividido con varios indecisos que confesaban su preferencia por Ron Paul, “que sabemos que no puede ganar”, admitió Marcy Williams, una señora jubilada. 
“Yo creo que Romney es el único que tenemos que votar porque es el único que puede sacar a Barack Obama de la presidencia”, opinó Marck, un veterano de la guerra de Corea, de 78 años, que no quiso dar su apellido, mientras sostenía con una mano un banderín de su candidato y en la otra una pistola plateada con cachas de oro macizo. “Es una pieza de colección”, aclaró orgulloso. 
Pero ni las armas ni la política son sólo para retirados. Chris Willis, con menos de 40 años, caminaba con su hijo Jackson de 8 años, asumiéndose como “un outsider de la feria”, dijo entre risas. 
“Tengo tres armas en casa, creo en este derecho y me gusta la presidencia de Obama, no veo contradicción alguna. Tampoco creo que la religión tenga que ser determinante a la hora de elegir a un candidato”, dijo mostrando una posición muy poco común entre los votantes de los conservadores bastiones republicanos del sur estadounidense. 
Para David Chadwick, de 32 años, asistir a la feria del sábado tenía doble objetivo: mostrar un par de escopetas con las que presume y expresar públicamente que “Gingrich es el único político que con sus ideales cristianos es capaz de restaurar la moralidad en el país”. 
Para estos fanáticos de las armas, el derecho que tiene cualquier civil a portarlas, tiene también un origen divino. 
“Dios siempre nos dio el derecho a defendernos a nosotros mismos, a nuestras esposas, a nuestros hijos o a castigar a los criminales”, explicó a la AFP. 
“Las armas salvan vidas y no hay contradicción alguna con ninguna religión”, dijo por su lado Bruce Greenfield, de confesión judía, coordinador y miembro de la organización Georgia Carry, que desde un estand promocionaba “la preservación y expansión de los derechos al porte de armas de la ciudadanía en Georgia” y también expresaba su apoyo a candidatos republicanos a concejales en la ciudad de Lawrenceville, en las afueras de Atlanta.