En las aguas claras de Isla Fuerte se crió. Más que jugar con trompos y bolita de uñita, se deleitaba hundiéndose con la marea y llegando a las más oscuras profundidades cual pez en el agua.
Ese es Joel Barrios Zúñiga, hoy de 49 años y comandante del Cuerpo de Bomberos de Cartagena.
En él siempre hubo un espíritu diferente, de liderazgo y con una gran fuerza de voluntad para 'arrancar pa' lante'.
Salió de su tierra cuando tenía unos 15 años porque no había bachillerato y llegó a la Heroica con un objetivo claro: estudiar.
Lo vio crecer la calle El Tancón en Olaya Herrera, de donde salía cada mañana a poner las primeras piedras de los barrios Almirante Colón y Villa Rosita, como ayudante de albañilería.
Con sus 'vales' del sector también se iba de cotero para el Mercado de Bazurto. Fue pintor, vendedor de jugos y con sus manos también rompía el concreto cuando no habían llegado las maquinas demoledoras a Cartagena. Mejor dicho, se convirtió en un "de todito".
LA PRIMERA MEDALLA
Joel demuestra tener un carácter firme, en su juventud fue un muchacho arriesgado, pero sobre todo con una disposición por actuar para el beneficio del otro.
Su conducta y buenas acciones lo llevaron a recibir cuando prestó el servicio militar en Barranquilla, entre 301 soldados, la medalla Juan Bautista Solarte Obando. Eso le permitió llegar a ser un oficial de la reserva del Ejército.
"Al volver a la ciudad no fue fácil porque yo quería ser odontólogo pero no había cabida para el perfil de un soldado en la oferta laboral de la ciudad, de manera que tuve que convertirme en vigilante. Pero luego de un año entré a estudiar marinería de pesca", relata Joel.
Allí comenzó a realizar un trabajo que, según él, es el más duros que ha hecho: navegar en buques de altamar para captar camarones. "Es riesgoso porque la cualidad principal del animal es salir cuando el oleaje es más fuerte y el tiempo es muy malo", describe. Desde el límite con Panamá hasta el Cabo de la Vela, el mar abierto sería el hábitat en el que se desarrollaría el soldado por los siguientes tres años. Muchos de sus compañeros murieron en la que para él, no es una labor bien reconocida económicamente.
EL COMANDANTE
Esas experiencias lo dotaron de las herramientas necesarias para llegar al Cuerpo de Bomberos, donde estuvo varios años como trabajador raso. Pero esa sed por ser mejor lo llevó a formarse como abogado y a especializarse en derecho administrativo.
"Dije: 'quiero ser comandante de esta institución que tantas bendiciones me ha dado' y así fue que el sueño se hizo realidad", precisa.
Entre apagar incendios y salvar vidas, este padre de tres hijos, sueña continuar dirigiendo la institución que lo ha visto crecer, madurar y poder decir hoy: "Un jefe dice: vayan, un líder dice vamos".
¡EL MEJOR NADADOR!
El oficial, para sumar a su idoneidad, ha sido por tres años seguidos el ganador de los juegos Interbomberiles. Es capaz de permanecer hasta tres minutos debajo del agua, su capacidad de resistencia es única, lo que lose convierte en un ejemplo y desafío para sus subalternos.
AYUDANDO A LA COMUNIDAD
Cuatro tenientes, seis sargentos, un total de 93 bomberos integran el Cuerpo de Cartagena. Uno de los aciertos que destaca el líder es que prepararon 8 mujeres para que asuman como bomberas y a 1.350 niños preventores a quienes han formado para que eviten la quema de basuras, entre otras actividades.
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