Un espectáculo envolvente de juegos pirotécnicos como parte de alguna celebración realizada anoche en el Centro Histórico de Cartagena, puedo haber ocasionado un hecho grave o lamentable. Por suerte eso no ocurrió.
Las repetitivas detonaciones en serie y las coloridas luces en el cielo de la ciudad amurallada alteraron y desbocaron a varios caballos cocheros de los que habitualmente recorren plazas de esta zona y se estacionan en el Parque de La Marina.
Algunos de los animales sujetados a sus carruajes, enloquecidos emprendieron una carrera desenfrenada por las calles del Centro. Uno de ellos se accidentó al estrellarse contra un automóvil. El equino se orinó del susto al detener su marcha en el choque aparatoso.
Ciertas personas reflexionaban sobre el peligro al que pudieron haber estado expuestos algunos ciudadanos ante el inusitado hecho provocado por los estruendos de los fuegos artificiales.
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