En vista de la creciente delincuencia que ha venido apoderándose del corregimiento de La Boquilla en los últimos meses, sus nativos están organizando un frente de seguridad con el respaldo de la Policía Metropolitana.
En efecto, los habitantes del tradicional balneario cartagenero reconocieron que el territorio está padeciendo una crisis a nivel familiar, que ha facilitado la delincuencia juvenil, la prostitución y los embarazos a temprana edad.
Todo lo anterior viene siendo reforzado por los expendios de estupefacientes (también conocidos como “ollas”), que operan en ambas márgenes del Anillo Vial.
Leonard Porras Martínez, asesor legal del Consejo Comunitario de La Boquilla, contó que en estos momentos la población está siendo víctima de una pandilla que se hace llamar “Los menores”, que, como su nombre lo indica, está integrada por un gran número de menores de edad, quienes se dedican al atraco a mano armada, sobre todo en las zonas de playas.
Según Porras Martínez, “en los días previos a una fiesta de picó, se incrementan los actos de inseguridad, porque esos menores de edad tratan de conseguir como sea el dinero para acceder a esos bailes”.
Asimismo, informó que la mencionada pandilla dispone de changones, armas cortopunzantes y hasta garrotes para atracar a nativos y a turistas desprevenidos.
También señaló que, cuando dicho fenómeno comenzó a mostrar sus primeras manifestaciones, los dirigentes comunales de la zona optaron por dialogar con los padres de familia, “pero, al parecer, los progenitores ya no tienen control sobre sus hijos y la consecuencia son las actividades delincuenciales que ahora está sufriendo el pueblo, lo que se viene agudizando con el la compra y venta de alucinógenos”.
Sin embargo, el comandante del Primer Distrito de Cartagena, capitán Jaime Villamizar Rosales, afirmó que “en La Boquilla no existen pandillas propiamente dichas; es decir, como grupos de delincuencia organizada, sino algunos jóvenes en riesgo, quienes, cuando no están en el colegio, hacen mal uso del tiempo libre”.
Respecto a los expendios de drogas malsanas, aseguró que se trata de lugares ya reconocidos, a los cuales ya se les está interviniendo con las respectivas capturas.
Heidy Velásquez, representante legal del Consejo Comunitario, explicó que, debido a tales circunstancias, se ha ideado la creación del “Frente de Seguridad de La Boquilla” respaldado por la Policía Metropolitana de Cartagena, con la participación de la comunidad.
“Uno de los objetivos –indicó-- es convertir al corregimiento en un destino turístico seguro y, para ello, estamos conformando la Red de Informantes, mediante la cual participan todos los nativos en permanente contacto con la Policía”.
Añadió que otra estrategia es organizar la Guardia Ancestral de Seguridad, mediante la cual participan los padres de familia y las autoridades, en aras de trabajar la prevención y el rescate de los jóvenes en riesgo.
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