Cartagena


La reubicación de cocheros que le ha quedado grande al Distrito

ELEANA MARTELO TIRADO

17 de julio de 2017 11:12 AM

Los cocheros siempre han generado polémica en Cartagena, no solo por los supuestos casos de maltrato a los equinos sino por ocupar zonas como Chambacú donde se han improvisado cabellerizas a la vista de todos, con el consentimiento de gobiernos como los de Carlos Díaz Redondo y Nicolás Curi, que pusieron en jaque a las administraciones de Judith Pinedo, Dionisio Vélez y ahora tienen contra la "pared" a la de Manuel Vicente Duque, que ha intentado recuperar ese espacio.

El tema no solo quedó en la ubicación de algunas caballerizas, cuyo estado ha sido otro dolor de cabeza para la ciudad, sino que ha crecido una ‘invasión’ ante la permisividad de las autoridades.

Pero el asentamiento de los también llamados "chambaculeros" en una extensa área contigua a las canchas de softbol y fútbol y a unos pocos metros de la estación de Policía, no se produjo hace dos ni tres años. Los cocheros dicen ocupar ese espacio hace más de tres décadas, lo que les ha otorgado la ‘confianza legítima’, esa que tanto protege la Corte Constitucional. Principio al que se suma el derecho al mínimo vital y al trabajo de personas que por circunstancias económicas se vieron obligadas a asentarse ahí.

Sin embargo, ElUniversal.com.co constató, a través de fotos satelitales, que antes de 2007 no exista ningún asentamiento humano en el lugar.

Foto Satelital 2007 - Google Earth

Pero, ¿por qué decenas de hombres dedicados a este oficio -que es reconocido como patrimonio de Cartagena- invadieron esta zona de Chambacú? ¿Por qué el Distrito no recuperó a tiempo ese espacio público? ¿Por qué no ha habido una intervención social efectiva para reubicarlos? ¿Qué va a pasar? Esta es la radiografía de la situación.

El motivo de ocupación

Trabajar en el Centro Histórico y residir en barrios como Olaya Herrera, Villa Estrella, Las Quintas, La Candelaria, El Pozón, Petares y Torices, ‘obligó’ a los cocheros a tener que invadir el espacio público en Chambacú para acortar los tiempos de trayecto entre su punto de trabajo y sus viviendas, pues muchos se veían amenazados al tener que transitar por sectores peligrosos llevando consigo el producido del día.

Para Orlando de Ávila Pertúz, docente investigador y director del Instituto Internacional de Estudios del Caribe, de la Universidad de Cartagena, la invasión es consecuencia de la ausencia de una política integral de aprovechamiento del espacio público y una intervención social seria.

La falta de caballerizas y el poco interés del Distrito en invertir en construirlas, que aunque es un negocio privado es ‘jalonador’ del turismo, ha provocado que el escenario donde antes habían manglares, corrales de cerdos y cangrejos azules -como cuenta el líder comunal de Olaya, Aniano Morales Blanco- hoy sea una zona donde conviven en condiciones indignas caballos y humanos.

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Así está la zona

Según la alcaldesa de la Localidad Uno: Histórica y del Caribe Norte, Yolanda Wong Baldiris, la última inspección al lugar fue en el 2016. Para ese entonces había 25 pesebreras, 43 caballos, 21 menores de edad y 73 adultos viviendo en casas de madera y cartón de 3 m x 5 m, sin baño ni cocina y con improvisadas estufas eléctricas.

Sin embargo, el pasado jueves 13 de julio visitamos la zona y los mismos cocheros aseguraron que ya son alrededor de 35 viviendas, más de 30 menores de edad, más de 50 adultos, unos 70 caballos y cerca de 25 carruajes los que allí están. Además, hay una tienda de la que se surten a diario para sobrevivir, y a escasos metros, un basurero a cielo abierto.

Cuando se entra al sitio se puede percibir la incomodidad en la que viven, pero que, según manifiestan, "les ha tocado aguantarse por ser el servicio de coches turísticos el único sustento para sus familias".

¿Qué ha hecho el Distrito?

Desde el gobierno de Nicolás Curi, en 2003, se les viene prometiendo a los cocheros una reubicación y construcción de caballerizas, pero a la fecha todo ha quedado en palabras.

En 2009, la entonces alcaldesa Judith Pinedo Flórez intentó fallidamente desalojar a los cocheros de esa zona de Chambacú. Estos se defendieron con una acción de tutela que, en primera instancia, falló en contra y un segundo pronunciamiento del Juez Séptimo Civil del Circuito, el 4 de agosto de ese mismo año, les concedió la razón protegiendo sus derechos fundamentales, especialmente el de la confianza legítima.

La sentencia, de acuerdo con Joaquín Torres Nieves, uno de los abogados que representa los intereses del gremio, no solo los restableció en el lugar sino que también le ordenó al Distrito protegerlos y reubicarlos. Pero no ha ocurrido ni lo uno ni lo otro. Hubo un intento de reubicación -cuentan los cocheros- en San Francisco, pero la comunidad se opuso.

Aunque con la entrada en vigencia del nuevo Código Nacional de Policía las competencias para restituir el espacio público pasaron de las Alcaldías Locales a las inspecciones de Policía, la administración de Manuel Vicente Duque asevera que trabaja de la mano con varias entidades para recuperar el sitio y devolverlo a la ciudadanía para su goce y disfrute.

"El proceso no es tan fácil como quitarlos y ya, hay familias enteras. Lo que la Corte generalmente pide en estos casos, es que el Distrito prepare el sitio hacia donde se van a ir las personas que están allí, ya sea a través de un subsidio o una vivienda. Por eso, es que debemos tener preparada toda la oferta para intervenir un espacio como ese", sostuvo Iván Darío Castro Moreno, gerente de Espacio Público y Movilidad de Cartagena.

Pero pese a que la Alcaldía reconoce que se debe realizar una intervención social antes de restituir, no tiene un plan de acción para reubicar dignamente a los más de 35 cocheros y sus familias, o por lo menos no lo dio a conocer a este medio, y argumenta que "ellos son sujetos de especial protección constitucional y los ampara la sentencia T-740 de 2012, por ser una población vulnerable en estado de debilidad".

Ni la acción popular del 22 de abril de 2014 interpuesta por el abogado especialista en derecho administrativo, Juan Carlos Cárcamo García, ante el Juzgado Cuarto del Circuito de Cartagena para que se restituya el espacio y se mitigue el impacto ambiental provocado, ha movido a las autoridades a darle una solución de fondo a esta problemática social, que sin duda se les salió de las manos.

Intentamos conocer qué proceso adelanta la inspectora de Bocagrande (encargada de esta zona), Elvia Pájaro, pero la funcionaria después de pactar una entrevista no la cumplió y se negó a responder a nuestras llamadas.

¿Qué quieren los cocheros?

El "chambaculero' Miguel Bustamante Prieto indicó que "somos un patrimonio vivo de Cartagena, los políticos de turno están en la obligación de destinar recursos a las pesebreras de la ciudad. No pedimos que nos regalen nada, pero que al menos nos den un terreno en concesión, así como están los kioskos de las playas. Nosotros lloramos por las pesebreras de nuestros caballos cocheros, no queremos irnos a un sitio marginado".

En el mismo sentido opina Fabio Arzuza Márquez, quien adicionalmente manifiesta el temor que tienen de invertir en un terreno del Distrito para después ser desalojados. "Solo queremos unas pesebreras dignas para trabajar", dijo el líder del grupo de cocheros.

¿Qué tan efectivo será el Código de Policía?

La Ley 1801 del 29 de julio de 2016, del Código Nacional de Policía, establece una multa general tipo 1, equivalente a cuatro salarios mínimos legales diarios, unos 98,000 pesos, para quien "ocupe el espacio público violando las normas vigentes".

Pero, ¿qué tan aplicable es la norma en esta situación? Julián Andrés Pimiento Echeverri, abogado y doctor en derecho público de la Universidad de París 2, expresa que esta ley se queda corta y es particularmente escueta en ese sentido.

"No hay claridad ni dice cómo se debe recuperar, entonces a las autoridades les corresponde establecer protocolos y medidas adecuadas para recuperar el espacio público de manera eficaz y rápida, para que un juez no venga luego a tumbar la decisión de restitución", anotó.

Finalmente, mencionó que en este caso no se trata de aplicar medidas correctivas como la demolición de las estructuras o el cerramiento del lugar, sino de generar mejores condiciones sociales a los invasores, para posteriormente recuperar la zona.

¿Cuándo se reubicarán a los cocheros? Es lo que se preguntan muchos cartageneros, pero todo dependerá de la voluntad política del gobierno de turno. Una vez se restituya el espacio en Chambacú, la tarea será encontrar cómo aprovechar ese lugar, ya sea para construir un escenario deportivo o un parque como el Espíritu del Manglar, que hoy es un ejemplo de empoderamiento y control que la Gobernación de Bolívar ha ejercido para proteger los bienes de uso público.

Así ha cambiado el lugar: 2005 - 2017

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