En un salón de aproximadamente 2 metros con 20 centímetros de ancho, por 10 metros de largo, dotado con un tablero y dos ventiladores pequeños, 40 estudiantes de la Institución Educativa República de Argentina reciben diariamente sus clases.
El alivio para ellos es que el año lectivo está a dos semanas de terminarse, y la esperanza es que al volver de sus vacaciones, después de cuatro años de espera, puedan entrar al Megacolegio en Villa Rosita, que será su nueva sede.
Son 934 estudiantes los que esperan dejar su vieja sede, incómoda e insegura, y llegar a la nueva que el Distrito les prometió.
“Nosotros esperamos que este año sí nos cumplan. Inicialmente nos dijeron que esta primera etapa estaría en noviembre, pero no se pudo, ahora que será en diciembre. Nosotros tenemos la esperanza de que si no la entregan este año, por lo menos la entreguen a inicios del próximo”, afirmó Genaro Cabrera Jiménez, coordinador de la jornada de la mañana.
Así comenzó
La tragedia para la institución comenzó hace cuatro años, cuando el predio donde estaba la sede fue vendido a Transcaribe para la construcción del Patio, Portal y Taller del Sistema Integrado de Transporte Masivo.
Ante el anuncio y el inicio de las obras, los estudiantes y las directivas gestionaron una nueva sede, no un traslado provisional como en el comienzo se les planteó.
A raíz de toda la situación y de las exigencias de los padres, se inició la construcción del Megacolegio en Villa Rosita, por el que también tuvieron que pelear, pues en varias ocasiones las obras las detuvieron.
Mientras tanto en la vieja sede, los niños debían lidiar con el polvo que generaban las obras y con daños a su infraestructura.
Mientras se espera el Megacolegio, la sede antigua cada vez es más insegura. El cerramiento que tenían está destruido, “se han robado los tubos de metal y estamos totalmente expuestos. Aquí se mete gente a consumir droga, nos dejan animales muertos y se roban las sillas. Hasta a los celadores les da miedo salir en las noches”, indicó Cabrera.
“No nos mudamos”
Por su parte, los padres de familia fueron enfáticos en decir que no se mudarán hasta que se adecue el área del colegio con el cerramiento del mismo, el mejoramiento de la vía de acceso y la limpieza del canal pluvial que queda cerca de la nueva sede.
“Aquí salen culebras y hay mosquitos, no los vamos a mudar de allá para exponerlos a otro peligro en esta sede. Así que aunque la entreguen mañana, sin esas adecuaciones, no nos mudamos”, indicó Adalgiza Carrasquilla, representante de los padres de familia.
En “obras menores”
En un 85% de avance, van según la Secretaría de Infraestructura, las obras del Megacolegio en Villa Rosita. Según esta oficina, las obras civiles ya se ejecutaron y en este momento se realizan las tareas de adecuación que incluye pisos y techos, entre otras.
El costo de la obra es de 2 mil 936 millones de pesos y el plazo de entrega es hasta el 31 de diciembre. Esta obra fue contratada por el Distrito con Edurbe, y la Secretaría de Infraestructura hace la interventoría.
Adicional a esto, el Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD), aprobó recursos por 3200 millones de pesos para la construcción del área administrativa y de bienestar.
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