Que levante la mano quien nunca compró una camiseta de la selección Colombia en la Bomba del Amparo o la Villa Olímpica. Imitaciones que por años han golpeado las arcas de las empresas multinacionales que patrocinan al equipo nacional, y se convierten en una opción rápida y económica para no desentonar del tono amarillo cuando saltan a la cancha Falcao, James, Cuadrado, Teo y compañía.
Las excusas para pagar de 20 a 50 mil pesos por una camiseta chiviada en vez de una original de 150 a 180 abundan. “No tengo plata”, “para qué si la van a cambiar en unos meses”, “caminando rápido no se nota”, “esta es semioriginal”, "yo apoyo el producto nacional”, o “no tuve tiempo para ir hasta el centro comercial”, son algunas de las frases utilizadas por los colombianos para evadir la responsabilidad de haber comprado una imitación.
En el Mercado de Bazurto, el centro de abastos de Cartagena, durante estos días de Copa América se venden camisetas para todos los presupuestos. Un atentado para los derechos de diseño de la empresa patrocinadora, pero un alivio para los bolsillos de los cartageneros que tendrían que cambiar la comida de un mes por una prenda oficial.
“Desde 3 mil barras hasta 60 mil dependiendo de la calidad de la réplica y la cara del comprador. No todo el mundo tiene para comprar la original pero quieren apoyar a la Selección con la camiseta; ahí es donde entramos nosotros y suplimos una necesidad. Incluso, a veces llegan niños que solo tienen 10 mil pesos para una camiseta y quieren la de 20, uno se conmueve y termina vendiéndoselas así uno pierda. Lo importante es que todos estén de amarillo”, señaló Carlos Barreto, un paisa que llegó a Cartagena hace más de 20 años y tiene un negocio en Bazurto.
Según los comerciantes de este sector, las camisetas que se agotan más rápido son las que se venden a 3 mil pesos, y resulta muy claro el por qué. Enormes cajas de prendas amarillas que se dejan en la entrada de algún almacén y provocan una avalancha de compradores que sin mirar tallas o diseños se apoderan de la mayor cantidad que puedan para surtir a toda la familia.
“Apenas anunciamos que llegan las camisetas de 3 mil o 5 mil se forma una pelea para poder comprarlas. A la gente no le importa que sea una muy mala imitación, el escudo esté estampado y la marca se esté cayendo. Lo único que quieren es tenerla para el partido, cuando se acabe el torneo, queda para pintar la casa o para limpiar el polvo. Eso es lo bueno de estas camisetas, son multiusos. Eso sí, el que pueda, que compre la original. Es una prenda de colección y muy bien fabricada. Con lo de la venta de las chiviadas ya le compré las originales a la familia”, finaliza Barreto entre risas, quien asegura que Colombia traerá la Copa América de Chile.
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