Cada vez que cae un aguacero en la ciudad, la preocupación de muchos cartageneros es la misma: las inundaciones o los apagones en el servicio de energía eléctrica. Ayer no fue la excepción y tras la fuerte lluvia que cubrió las tres localidades de Cartagena, muchas calles se convirtieron en “ríos” y de paso pusieron a prueba esas obras que ejecutó el Distrito para mitigar los desbordamientos.
En el Plan 500 A de El Socorro, el agua sobrepasó las terrazas de decenas de viviendas, pese a que hasta hace poco se culminó la obra del canal Ricaurte, sector Emiliano Alcalá, la cual tiene como objetivo que haya un drenaje óptimo que frene las inundaciones.
Según algunos vecinos, este proyecto que adelantó la Secretaría de Infraestructura no ha servido de mucho porque el problema sigue siendo el mismo a pesar de la ampliación del canal y de la construcción de unos box culvert.
“Esto siempre ha sido así. Apenas llueve el agua se desborda e inunda las casas y cuando escampa empieza a bajar. Ahora, con la obra que hizo la Alcaldía, esta situación sigue ocurriendo y la evacuación del agua lluvia se da en el mismo tiempo (...) La ventaja que tiene el canal de El Socorro es que como va de subida hacia bajada, evacua el agua rápido para salir a la ciénaga de la Virgen”, le contó Arturo Herrera a El Universal.
El habitante del Plan 500 A precisó que vive en cercanías al canal Ricaurte y que en el aguacero de ayer fue tanta la inundación que esta sobrepasó la terraza de su casa.
“Mi casa es la tercera de una calle y calculando la distancia de la cuneta para que llegue a mi terraza debe ser por lo menos de un metro de agua. El aguacero no fue tan grande como otras veces y estamos muy preocupados porque tememos lo que pueda pasar un día que llueva más duro”, agregó.
Este medio contactó a Clara Calderón, secretaria de Infraestructura, para conocer un pronunciamiento por parte del Distrito, pero hasta cierre de edición no se obtuvo respuesta. Esta obra costó cerca de 15 mil millones de pesos.
Otra vez inundado
Como es costumbre, el Centro se volvió a inundar con el aguacero. Los “taxi-carretas” y puentes improvisados salieron a relucir, mientras que propios y visitantes se cuestionaban lo mismo: ¿para cuándo las obras en el sistema de drenaje y alcantarillado?
“Acá cuando llueve, todos sabemos que lo próximo es que se llenen las calles de agua, así que nos toca acomodarnos como podemos. Ya estamos cansados de pedir soluciones, así que toca resignarse”, dijo Armando Villa, quien trabaja en el Centro.
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