Abren proceso judicial a un hincha del América

Vidrios rotos de residencias cercanas al Estadio de Fútbol Jaime Morón, adoquines destruidos, abolladuras y destrozos a un taxi, y una persona capturada es el saldo de los disturbios del domingo pasado por parte de hinchas del América que desataron su furia irracional tras el juego que le ganara Real Cartagena 1-0 al equipo caleño. Pese a que los buses donde se transportaba la barra roja iban escoltados por la Policía Metropolitana, estas personas perdieron la compostura y ocasionaron grandes desórdenes en el sector Los Cuatro Vientos, de la Avenida Pedro de Heredia. El comandante de la Policía Metropolitana, general Ricardo Restrepo Londoño, indicó que “el causante directo de los daños al taxi fue capturado una vez se reconoció al atacante”. Este hombre es judicializado por daños en bien ajeno. Los vándalos enardecidos también arremetieron contra algunas casas, lanzando piedras y todo tipo de objetos que encontraban a su paso, a lo cual unos mototaxistas intentaron responder también con ataques contra los desadaptados hinchas procedentes de Cali, Bogotá y del Eje Cafetero. “Nuestros agentes controlaron la situación, tuvimos también un buen contacto con la barras, no sólo con las del Real Cartagena, también el seguimiento que les hicimos a los hinchas del América, a quienes controlamos desde su llegada a la ciudad hasta su partida”, manifestó el oficial. Cómo prevenir Estas situaciones que ocurren cada vez que a Cartagena vienen los equipos grandes del país. Gran parte de la ciudadanía está alarmada por los desmanes del domingo al final de la tarde, ante lo cual el general Restrepo considera que “hay que hacer un trabajo arduo de socialización con cada barra brava, para evitar este tipo de actitudes en todas las ciudades”. Restrepo Londoño dice que en Cartagena hay un oficial que permanece en contacto con los líderes de las barras bravas, que a su vez está en comunicación con un coordinador nacional. “Pienso que si seguimos con este trabajo, sumado el seguimiento oportuno de nuestros uniformados, vamos a mejorar el comportamiento de estas hinchadas”, añadió el oficial, anunciando que entre las estrategias también está impartir charlas de concienciación a estos fanáticos antes de que arranquen los partidos. ANTECEDENTES La última situación de características similares ocurrió hace apenas cuatro meses. El lunes 1 de noviembre del año pasado fueron retenidos 90 hinchas del Deportivo Cali por disturbios en Bocagrande. De ellos, 77 pasaron la noche en la Estación de Policía en Chambacú y al otro día quedaron libres porque estos delitos son excarcelables Los hinchas, en actitud de delincuentes, causaron destrozos y actos vandálicos que dañaron un kiosco de cocteles de mariscos y tres vehículos. No ha habido reparación de daños. RESPONDE LA ALCALDÍA Sobre los desórdenes del domingo, la alcaldesa Judith Pinedo Flórez dice que en el Distrito se adelanta un proceso con las barras bravas a través de la Escuela de Gobierno y Liderazgo, mediante un programa que se llama “Conecta en el Deporte”. Olga Acosta, directora de la Escuela de Gobierno, explica que el programa se desarrolla desde el año pasado y cuenta con más de 50 jóvenes barristas de los equipos más importantes del fútbol colombiano en Cartagena. “El proceso se realiza con 6 líderes que a su vez son sensibilizadores sociales en cada barra. Ellos están vinculados a Conecta en el Deporte, y ha costado convencerlos de la necesidad de que el fútbol sea un territorio de paz y no de guerra”, explica la funcionaria. EL BARRISTA Dentro de las actividades del Programa Conecta en el Deporte se ha elaborado el perfil del barrista, el cual es un joven de entre 13 y 27 años que encuentra en la organización de hinchas un espacio donde afirmar su identidad. De esta manera, el programa ha caracterizado las barras y establecido una mesa de convivencia, para lo cual se ha elaborado un reglamento que tienen que acatar los barristas en las reuniones. Asimismo, algunos de los barristas vinculados prestan sus servicios como Vales del Almirante Padilla y apoyan el proceso de convivencia, trabajando en alertas tempranas y son el contacto directo que tiene la Administración Distrital con las barras.