Las quejas de habitantes de los barrios Manga y Pie de la Popa son cada vez más insistentes por los problemas que se presentan por el Caño de Bazurto, entre los puentes Las Palmas y Jiménez.Ante la falta de respuestas, los vecinos se encuentran cada vez más frustrados y ya no saben a quien recurrir en busca de soluciones.
Uno de los problemas que más quejas ha generado son los malos olores que emana este cuerpo de agua. Sin embargo, hay otras situaciones incomodas para los vecinos.
“El olor es horrible y llega a todas partes, no tienes que vivir frente al caño para sentirlo, yo vivo a tres cuadras y hasta allá se siente”, dijo Giselle Montes, habitante de Manga.
A pesar que el mal olor no es a toda hora, aseguran habitantes que éste es demasiado intenso.
“En temporada de invierno es peor, pues las lluvias hacen que la corriente crezca y las aguas se revuelven. Los mosquitos también son insoportables”, comenta Nataly Giraldo, quien también vive en Manga.
Otro problemas de que se quejan los vecinos, son las basuras de todo tipo arrojadas por algunas personas alrededor y dentro del caño.
“Aquí llegan recicladores y tiran las basuras, por eso pasa todo el tiempo lleno de estas sin importar que se limpie con frecuencia”, comenta Isabel Cárdenas, administradora del Edificio Torres del Puente, ubicado en Manga frente al caño.
Cárdenas agrega que indigentes llegan hasta el lugar y hacen sus necesidades fisiológicas y que incluso se sabe de algunos que habitan en los mangles del caño en evidente condición de insalubridad.
La alta vegetación se ha convertido en refugio tanto de los indigentes como de atracadores que aprovechan las condiciones del lugar para hacer sus fechorías.
Buscan soluciones
En medio del desespero por combatir todos estos problemas, los mismos habitantes de ambos barrios han optado por recoger las basuras y podar las plantas a sabiendas que esta labor es responsabilidad de la empresa Pacaribe.
“A mí me ha tocado pagarle a personas para que me colaboren con la poda y la recolección de basuras. A veces de nada sirve el esfuerzo, pues los recicladores y vuelven a tirar las basuras”, asegura Cárdenas.
Cárdenas no es la única que ha contribuido con sus recursos y esfuerzos para mejorar el panorama de este tramo del caño. Del otro lado de la corriente, en el Pie de la Popa, está Juan Carlos Espinosa, presidente de Asopopa, quien en su afán de ver estéticamente mejorada la zona sembró plantas a lo largo y costado del paseo peatonal.
El Universal intentó comunicarse con una funcionaria de la empresa Pacaribe para conocer sobre sus labores de limpieza en el lugar y no fue posible.
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