Altos del Campestre cumple 15 años en medio del caos

Hoy, el barrio Altos del Campestre cumple 15 años de existencia en medio de dos problemas crecientes: la inseguridad y la ocupación del espacio público. Apuntando a las celebraciones del onomástico, la Junta de Acción Comunal, en cabeza de Fredy Schorbotgh Guerrero, tiene preparada una programación deportiva y cultural que se prolongará hasta mañana. A las 10:00 de la mañana de hoy se celebrará una misa de acción de gracias en el Parque de la Virgen, entre las manzanas 6 y7. De 11:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, habrá una jornada deportiva. A las 6:00 de la tarde se desarrollará un espectáculo musical gratuito en la pista de calen-tamiento de patinaje. Mañana, desde las 8:00 de la mañana, se dará una jornada deportiva en la que se desarro-llarán partidos de béisbol, sóftbol, patinaje, ciclovía, dominó, aeróbicos, etc. Las preocupaciones Altos del Campestre es uno de los barrios más nuevos de la zona suroccidental de Carta-gena. Tiene, aproximadamente, 295 viviendas, 1.475 habitantes y pertenece a la Localidad 3 Industrial de la Bahía. Sus vecinos son barrios como El Campestre, Nuevo Campestre, Los Caracoles, El Golf, La Fragata, Vistahermosa, 20 de Julio, Bellavista, Antonio José de Sucre y Luis Carlos Galán. La Junta de Acción Comunal considera que, en estos momentos, sus dos grandes proble-mas son la inseguridad y la ocupación del espacio público. En cuanto a la primera problemática relatan que, desde hace unos tres años, en el barrio se han venido incrementando los atracos en moto, a mano armada, a viviendas, a negocios le-galmente establecidos, los cuales son asaltados a plena luz del día. No obstante, aseguran que los forajidos no pertenecen al barrio, sino que provienen de zonas lejanas, pero también afirman que las manifestaciones delincuenciales podrían ser con-secuencia de la cantidad de recicladores que circundan por la zona. En este sentido, Fredy Schorbotgh Guerrero, presidente de la JAC, dice que se han eleva-do quejas a las instancias como la Alcaldía Local 3, la Inspección de la zona y la Policía Me-tropolitana, que tiene una estación en el vecino barrio Los Caracoles, pero los actos delin-cuenciales continúan con tendencia al crecimiento. El dirigente cívico menciona casos de viviendas en las cuales los facinerosos han penetra-do amenazando a los ocupantes con armas de fuego y despojándolos de sus pertenencias, aunque también se han visto los atracos en las calles, en donde detienen a los transeúntes (es-pecialmente mujeres) y les arrebatan su dinero y sus teléfonos celulares. Las tiendas, los SAI, las farmacias y los negocios de transcripciones también han sufrido la incursión de los amigos de lo ajeno, lo que se viene echando un manto de zozobra sobre los lugareños. El espacio público En términos generales, en Altos del Campestre ocurre lo mismo que en toda la ciudad, hablando del espacio público: paulatinamente las aceras, las zonas verdes y los parques se van llenando de negocios que, después de afianzados, no hay autoridad que valga para desalojar-los. La JAC señala hacia dos zonas verdes del barrio que ya están ocupadas por sendos nego-cios de comidas rápidas, pero su mayor interés radica en la unidad deportiva que comparte con El Campestre y Nuevo Campestre. Relatan que todos los fines de semana, en los predios del estadio de sóftbol, un kiosco de zinc expende cervezas y programa un equipo de sonido que ya tiene exasperados a los resi-dentes. Éstos aseguran que los clientes consumen licor y cumplen sus necesidades fisiológicas en presencia de los niños que van a la unidad a practicar sus disciplinas deportivas. A parte del kiosco, comentan que poco a poco la unidad deportiva se ha ido convirtiendo en otro mercado de Bazurto por la presencia de vendedores de productos del campo y de va-riadas carnes. Como en el caso de la inseguridad, la JAC asegura haber acudido a la Alcaldía Local 3 y a la Inspección de la Zona, pero la situación no cambia. La junta logró que la Policía Metropolitana enviara una carta al EPA solicitándole una inspección al kiosco acusado de contaminación auditiva, pero ésta aún no se ha hecho efecti-va.