Asaltantes acorralan a los vecinos del Pie de la Popa

Y la razón no es otra que el incremento de la delincuencia en la zona, puesto que no niegan que el fenómeno siempre ha sucedido en ese barrio, “pero en los últimos meses ha arreciado tanto que ya nos da miedo hasta sentarnos en nuestras terrazas”, aseguran. Aunque en los siete callejones se encuentran personas que dicen haber sido víctimas de asaltantes, en una o varias ocasiones, los habitantes del Callejón Franco afirman ser los más afectados, dada la continuidad con que se han dado los robos en esa parte del barrio. Cabe mencionar que los callejones El Albercón, Franco, Lequerica, Méndez, Trucco 1 y 2 y Vicente Martínez se localizan entre la Carrera 21 y la Avenida del Lago. De acuerdo con los afectados, desde que son las 4 de la tarde, los delincuentes generalmente se presentan en carros y motos, entran lentamente por la Carrera 21, inspeccionan la zona, vuelven a pasar, cometen el asalto y huyen por la Avenida del Lago. “Algo que los ayuda —dicen— es que estos callejones siempre están solos, muy raras veces se ve la presencia policial, a pesar de que varias veces hemos organizado reuniones con la Policía Metropolitana. Siempre dicen que van a poner alarmas y policías acostados, pero después desaparecen y nuevamente se dan los atracos”. Emiliana de Villarreal, administradora del Edificio Puerto Príncipe, en el Callejón Franco, cuenta que unas 20 personas de ese conjunto de apartamentos han sido atracadas en lo que va corrido del último año. “Los tres asaltos más recientes en esta calle —agrega—, ocurrieron cuando los propietarios estaban sentados en sus terrazas, llegaron los forajidos en carro, los intimidaron con sus armas, los obligaron a entrar, los amarraron y se llevaron todo lo que quisieron”. Juan Marín, otro de los habitantes del sector, dice que de lunes a viernes, los atracos se presentan desde 4 de la tarde a 8 de la noche; y los domingos y lunes festivos, comienzan desde las 8 de la mañana. A parte del ingreso de los ladrones a las viviendas, también se dan los raponazos en moto, de lo que dan cuenta personas que han sido despojadas de sus teléfonos celulares, sus bolsos, portafolios y otras pertenencias, en medio de la velocidad más pasmosa. “El problema —anota Luis Meza, otro de los vecinos— es que no existe continuidad en la actividad policial. A veces detectamos a tiempo a los ladrones haciendo ‘cacería’ en motos o en carros, llamamos a la Policía (utilizando los números telefónicos que ellos mismos nos han facilitado), pero nadie se presenta”. Los vecinos del sector consideran que parte de la solución es la puesta en servicio de un CAI móvil, que opere preferiblemente en predios de la Avenida del Lago, “porque ese sitio se ha convertido en el dormitorio de gamines e indigentes, que de vez en cuando se dedican a agredir a quienes por allí pasan o se ponen a esperar el bus”, manifiestan los moradores. Señalan como puntos peligrosos el Puente Jiménez y el Parque de los Leones. “En el puente, como hay un semáforo, los gamines aprovechan para tirársele a los carros para ver qué les quitan a las personas que los abordan; y en el parque, sucede casi lo mismo, sobre todo en la noche, que no se ve siquiera una patrulla de la Policía”, afirman.