El tramo más deteriorado es el que va desde el Parque de La Marina hasta el semáforo de la Calle 47 de Marbella, en el que algunos baches hacen casi imposible el paso de vehículos. Cerca de El Cabrero está uno de los puntos críticos de la vía, dado que hay una hilera de “cráteres” que ya han causado daños en algunos carros, especialmente automóviles que no están acondicionados para terrenos irregulares. Junto al CAI de Crespo también hay orificios de gran tamaño generados por el desgaste y desmoronamiento del asfalto que no ha resistido los aguaceros ni el empozamiento de agua. En el tramo de la Santander que bordea las murallas también hay deterioro de la superficie, pero mucho menor al de los sectores mencionados. En la noche los huecos son poco visibles, por lo que a muchos conductores no les da tiempo de frenar y sus vehículos llevan la peor parte. Estas condiciones son aún más peligrosas para motociclistas que podrían perder el control de sus vehículos al chocar con los huecos de esta vía.
Lluvias arruinaron todo
Pese a que el Distrito arregló algunas de las zonas ahuecadas antes de la Fiestas de la Independencia, las lluvias intensas estropearon en poco tiempo el asfalto nuevo y los baches reaparecieron para desdicha de los conductores cartageneros. El secretario de Infraestructura de Cartagena, Antonio Flórez Garizábal, dice que de no haber sido por el invierno, los arreglos de los baches de la Avenida Santander hubiesen aguantado hasta que se contrataran las obras de arreglo total de las dos calzadas. Flórez asegura que el arreglo del trayecto de la Avenida Santander que va del semáforo de Marbella a la entrada a Bocagrande cuesta cerca de $1.500 millones, cuya consecución se está gestionando. El funcionario afirma que: “este tramo de la Santander necesita una ‘sobrecarpeta’ similar a la colocada en enero de este año entre Marbella y el CAI de Crespo, la cual se ha mantenido en buen estado pese a los aguaceros”. Las intervenciones de principio de año se hicieron mediante un convenido interadminsitrativo con la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar (Edurbe), para el que se destinaron $900 millones, aproximadamente.
Agua, enemiga del asfalto
Las mezclas asfálticas y el concreto no son 100% impermeables; se elaboran con entre 3 y 5% de vacíos para hacerlos flexibles, y en esos vacíos entra el agua. Ya sea agua estancada o en movimiento, de cloacas, potable o lluvia, tiende a desgastar el material asfáltico que es flexible por naturaleza, y que al momento de su elaboración queda con espacios vacíos mínimos por los que penetra el líquido. El agua debilita el material asfáltico que sirve como especie de película aglutinante sobre los demás componentes y los desprende. Así se van formado los huecos y baches tan comunes en calles y avenidas. Los fluidos que desprenden los vehículos como gasolina y aceite también afectan la película porque son solventes. Los derrames de agua desde tomas ilegales y las deficiencias del sistema de drenajes pluviales también acelera el deterioro del asfalto. El tiempo varía dependiendo de los vacíos que haya en la mezcla o la posibilidad de penetrar del agua; y el tiempo que dure el agua acumulada sobre el pavimento. Pueden ser semanas o meses.
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