Ballena muerta asombra a Arroyo de Piedra

Los habitantes de Arroyo de Piedra aún no salen del asombro por el hallazgo de una ballena muerta, de 8,3 metros de largo y cinco toneladas de pe-so, en una playa de este corregimiento del norte de Cartagena. Alfredo Gómez Núñez, uno de los pescadores que encontró al cetáceo en la tarde del martes de esta semana, comenta que “nunca habíamos visto al-go así, por eso al principio nos asustamos y nos acercamos con palos y redes para atacarla en caso de que estuviera viva. Después, por el olor a podrido, nos dimos cuenta de que estaba muerta”. La noticia se regó como pólvora entre los habitantes de este corregimiento, pero sólo hasta ayer miércoles las autoridades ambientales y de salud lle-garon al sitio del hallazgo, en el sector conocido como Púa. CARACTERÍSTICAS El biólogo marino Gabriel Luna González, asesor de la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), dice que posiblemente el animal es de la especie Ballena Sei, y no tendría más de dos años de edad, dado que en la adultez pueden llegar a medir hasta 20 metros de longitud. La causa de la muerte del mamífero no se ha determinado, pero se piensa que pudo ser natural, ya que no se observaron en el cuerpo heridas o vesti-gios de que hubiese sido atacado por algún depredador. Luna dice que por el estado de descomposición avanzado, la ballena tendría entre 5 a 8 días de fallecida, por lo cual se descartó hacerle la necropsia al cadáver. “En estas playas las olas vienen de frente y hay mucho viento, lo cual facilitó que la ballena fuera arrastrada por la corriente hasta la orilla”, señala el experto. POCO COMÚN El biólogo marino aclara que la muerte de ballenas jóvenes es usual, pero lo que no es común es que los cuerpos lleguen hasta las playas. Por esta razón, Luna considera que “ésta es una excelente oportunidad para que se hagan estudios científicos sobre esta especie, y se preserven sus huesos”. Para facilitar las investigaciones, el cuerpo será enterrado en un predio cercano al sitio del hallazgo, en Arroyo de Piedra, y en seis meses serán extraí-dos los restos óseos. El experto explica que es común la presencia de estos mamíferos gigantes en el Mar Caribe. Hace 16 años, otro caso Según Luna, el último registro de un hallazgo similar en Cartagena fue en 1994, cuando fue encontrada una gran ballena en aguas de la empresa Muelles El Bosque. “En esa ocasión (1994) el animal fue arrastrado a la costa por un buque carguero y el cuerpo sólo fue detectado cuando la embarcación arribó al puerto”, recuerda Luna. ENTIERRO La ballena sería sepultada hoy con apoyo de biólogos de la Fundación Omacha, dedicada al estudio y conservación de mamíferos acuáticos, quienes desde ayer están en Arroyo de Piedra. Esta labor debe hacerse cuanto antes, dado que la descomposición del cuerpo ha generado un olor fétido que se siente a varios metros de la orilla de la playa. El Distrito habilitaría una retroexcavadora para las labores de entierro del cetáceo. La bióloga marina de Omacha, Alexandra Gartner Zárate, dice que “tomamos muestras del cuerpo para estudiarlas, y en lo posible establecer la causa de la muerte”. CARACTERÍSTICAS DE LA BALLENA SEI La Ballena Sei vive en mares abiertos (no cercano de la costa ni al lecho marino) que no son polares. También se le conoce como ballena Rorcual Boreal. Miden de 12 a 16 metros de longitud, pesan de 20 a 30 toneladas, y es una especie en vía de extinción, pues se calcula que apenas quedan en el mundo unos 10 mil ejemplares de este mamífero marino. El cuerpo de la Ballena Sei es alargado y delgado, de color oscuro, y claro en el vientre. Su aleta dorsal está bien definida y además la hembra es de mayor tamaño que el macho. Normalmente nadan en grupos de 3 a 5 animales, aunque en zonas de alimentación se les ve en mayor cantidad. Igual que otras ballenas, hacen saltos sobre la superficie marina, aunque no son muy frecuentes. También son muy rápidas, se sabe que pueden nadar a velocidades de 50 kilómetros por hora.