Boquilleros luchan por sus tierras

En un esfuerzo por mantener el dominio sobre las tierras que siempre han habitado, los nativos de La Boquilla empezaron el trámite ante el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), para conseguir la titulación de 123,5 hectáreas donde están edificadas sus casas. La diligencia la adelantan a través del Consejo Comunitario de La Boquilla, con el acompañamiento de la Asamblea Departamental y de la Secretaría del Interior y Convivencia Ciudadana de Cartagena. El Consejo Comunitario de La Boquilla representa a 9.851 habitantes de este corregimiento. Entre las autoridades civiles de Cartagena y las diferentes instancias ciudadanas y cívicas de La Boquilla se acordó que los nativos de este corregimiento del norte de Cartagena se pusieran de acuerdo para conservar no sólo sus tierras, sino las tradiciones y costumbres étnicas de históricas que los identifican como comunidad afrodescendiente y pesquera. Después de siete meses de reuniones con la comunidad, la Secretaría del Interior suministró los requisitos exigidos en el Decreto 1745 de 1995, que reglamenta el procedimiento para el reconocimiento del derecho a la propiedad colectiva de las tierras de las comunidades negras. Según Gloria Teresa Cifuentes Huertas, asesora del Viceministro del Interior, el trámite surtido de censo poblacional, características etnohistóricas, prácticas tradicionales de producción y tenencia de la tierra son los requisitos fundamentales para obtener la titulación colectiva que finalmente otorga el Incoder. “Que no nos desplacen” Benjamín Luna, representante legal del Consejo Comunitario de La Boquilla, señala además que también reclaman protección del Estado sobre un área de servidumbre en la playa y la Ciénaga de la Virgen, que tiene más de 2.200 hectáreas. “Pretendemos que se nos otorgue la preferencia en la explotación de ese lugar, porque ancestralmente hemos trabajado allí como pescadores y empresarios del turismo”, dijo. “Los boquilleros no somos dueños de nada, lo que tenemos son posesiones y escrituras de posesión ante notarios. Necesitamos una titulación colectiva para después, en el seno del Consejo Comunitario, adjudicar a cada familia el lote que poseemos”, expresa. “Queremos que la comunidad conserve ancestralmente sus tierras, que los boquilleros tengamos la seguridad jurídica de permanecer en nuestro territorio por siempre. Nosotros quedaremos como un cordón de seguridad para no ser objeto del desplazamiento por la construcción indiscriminada de hoteles y edificios residenciales”, subrayó. “Ahora lo que esperamos es que el Incoder realice la verificación para otorgarnos la titulación y demás derechos legales exigidos como comunidad negra”, dijo Benjamín Luna. Por su parte, Sindis Meza Pineda, secretaria del Interior de Cartagena, indicó que ha brindado apoyo técnico y asesoría para sacar adelante esta iniciativa. “Sin el apoyo del señor Luna, el acompañamiento de la Rectora de la Institución Educativa de La Boquilla y el trabajo de las comisiones, no se hubiera podido adelantar el tema de la titulación colectiva”, expresó la funcionaria. Apoyo del Incoder La directora regional del Incoder, María Luisa Brochet, precisó que se iniciaron los trámites para iniciar el proceso de titulación colectiva con fundamento en la Ley 70 de 1993 (sobre la política para las mancomunidades afrocolombianas y la propiedad colectiva). “Hoy (ayer) enviaremos el expediente al nivel central del Incoder, para que se realice el respectivo auto de apertura del proceso. Como Directora del Incoder impulsaré el proceso a fin de lograr el ordenamiento social de la propiedad en ese corregimiento, que desde hace años lo necesita”, expresó María Luisa Brochet, directora regional del Incoder. La funcionaria explicó que esta formalización de la propiedad contribuye al mejoramientro de la calidad de vida de los nativos de La Boquilla, y podrán acceder a muchos beneficios, como obtener créditos con el sector financiero, entre otros. Historia El 25 de noviembre de 1825 hubo el primer asentamiento humano en La Boquilla, con la llegada de la familia de Manuel Acosta. Cerca de lo que hoy se conoce hoy como Los Morros, se expandió todo el poblado de La Boquilla, cuyo nombre proviene de las múltiples comunicaciones que tiene el Mar Caribe con la Ciénaga de La Virgen por las denominadas bocas de Guayepo, Guayepito, Mosquito, Boca Principal y la Boca de Parrao, hoy ocupada por la Vía del Mar. Según el último censo realizado por ser requisito del Incoder, La Boquilla tiene 9.851 habitantes en 2.433 viviendas. La mayoría de la población encuestada, 6.411 individuos, se consideran afrodescendientes, 1.850 no se consideran negros y el resto se consideran nativos. La tierra La tenencia de la tierra en La Boquilla se inició con la ocupación de baldíos, de bancos de arena en las orillas del mar en el año 1825. Desde entonces, la transmisión del territorio se da por herencia de los descendientes de la familia, sin mediar documento. Las escrituras tramitadas se han desarrollado por posesión pacífica e ininterrumpida del bien por más de 20 años.