Enfrentamientos entre conductores y la comunidad está produciendo el arreglo de la Calle 5 del barrio La Consolata, una importante arteria vehicular de la Zona Suroccidental, que arranca desde el barrio Ciudadela 2000 hasta el barrio San Pedro Mártir.
Los desaguisados vienen desde hace 8 días, aproximadamente, cuando los conductores de las busetas de las rutas Socorro-Jardines y Blas de Lezo-Centro cuyas terminales están en los barrios Ciudadela 2000 y El Nazareno, respectivamente decidieron tomar la Calle 8 del mencionado barrio como vía de doble sentido para desplazarse hacia el Centro o volver a sus respectivos turnos.
Los desacuerdos alcanzaron su punto máximo el martes en la noche, toda vez que los moradores decidieron cerrar la Calle 8, utilizando troncos y bloques de concreto.
Relataron los afectados que, siendo las 8:00 de la noche, aproximadamente, el conductor de una buseta de la ruta Socorro-Jardines, de placas UAL-395, junto con su sparring, se bajó del automotor y procedió a retirar los obstáculos, lo que enardeció a los moradores.
Eduardo Ferrer, miembro de la Junta de Acción Comunal de La Consolata, informó que de la buseta también bajó una persona que se identificó como líder comunal del vecino barrio El Nazareno y ayudó a retirar los obstáculos, a la vez que gritaba improperios a los moradores.
“Posteriormente agregó Ferrer, la buseta se fue y más tarde regresó con el supuesto líder, en compañía de unos 15 jóvenes, a agredir verbalmente a los habitantes, y se identificaron como habitantes de El Nazareno. La gente de La Consolata cree que son pandilleros”.
Vecinos de la zona, quienes pidieron la reserva de su nombre, aseguraron que los recién llegados se enfrentaron con palabras soeces a las personas que se oponían al paso de las busetas “y los pelaos hasta nos amenazaron con agredirnos, si nos volvían a ver fuera del barrio”, dijo una habitante quien pidió la reserva de su nombre.
No es una vía apta
Otra ama de casa relató que un adulto mayor se paró en medio de la calle para impedirle el paso a la buseta, “pero el conductor aceleró, y si no es por nosotros lo hubiera atropellado”, indicó.
Mientras la discusión estaba tomando calor, algunos habitantes llamaron a los agentes de la Policía Metropolitana que labora un CAI cercano, pero, según los quejosos, los uniformados llegaron una hora después que cesó el enfrentamiento.
Durante la mañana de ayer, El Universal visitó la zona y constató que en efecto la Calle 8 es demasiado angosta para ser tomada como vía de doble sentido, pues las busetas se rozan peligrosamente o deben montarse en los andenes, tal como sucedió el martes en la noche, lo que provocó que los moradores pusieran los obstáculos.
Eduardo Ferrer aseguró que “las busetas han tomado esta calle como su pasadizo de una manera arbitraria, porque ni los contratistas, ni los interventores de los trabajos que se están haciendo en la Calle 5, ni el Datt, ni ninguna otra autoridad ha formalizado esa circulación, además de que el pavimento de la Calle 8 no está habilitado para ese tipo de tráfico”.
Asimismo, advirtió que “la comunidad no se está oponiendo a que utilicen estas calles, porque sabemos que se trata de una emergencia mientras se arregla la Calle 5. Lo que no concebimos es que usen la Calle 8 como doble vía siendo tan angosta, cuando pueden usar una calle como entrada y otra como salida”.
Señaló como grave que “los contratistas no hayan puestos paleteros para orientar el tráfico, no han puesto señalizaciones, ni mechones para evitar accidentes, sobre todo en la noche”.
Pedro Manuel Pereira Ramos, gerente de la empresa Pemape, a la cual pertenece la buseta que protagonizó la reyerta, dijo ayer que “cuando se presenta el caso de que una arteria principal está deteriorada o la están arreglando, los buses urbanos utilizan las vías del sector que más se presten, mientras se sale de la emergencia”.
Igualmente, informó no estar enterado de la situación que se presentó el martes en la noche, “porque aún no ha llegado ningún informe a la gerencia, pero en cuanto llegue llamaremos al conductor de esa buseta para que relate lo que sucedió. Luego hacemos las averiguaciones pertinentes y tomaremos las medidas que sean necesarias”.
El Universal intentó varias veces contactar, a través de su número de teléfono celular, a la directora del Datt, Eliana Serge, pero ésta nunca respondió.
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