Cartagena


Canales pluviales siguen sufriendo

RUBÉN DARÍO ÁLVAREZ P.

04 de agosto de 2009 12:01 AM

Los canales pluviales de Cartagena siguen sufriendo los embates de las comunidades que, por una u otra razón, continúan arrojando basuras en sus cauces. Esta realidad sanitaria hi-zo que El Universal, en su página web, abriera para los lectores un foro con la pre-gunta: ¿por qué cree usted que los canales de la ciudad están sucios: por la falta de mantenimiento de las auto-ridades o por la falta de ci-vismo de la comunidad? Un lector identificado como Fibradager responde que “están sucios porque es-tán destapados. Si los cubrie-sen, no se taparan tanto. Además, está todo lo que tiene que ver con civismo, educación, servicio de reco-lección de basuras, etc”. Por su parte, Elfede opina que “este problema se con-virtió en un círculo vicioso. Es obvio que son las personas las que tiran basuras, y mu-chos líderes de la comunidad se dan cuenta y saben quié-nes son los que están causan-do el problema, pero se ha-cen los de la vista gorda para luego ir al EPA a que le den el contrato de limpieza del canal. Mientras el EPA siga contratando a la comunidad para limpiar los canales, se-guirán echando basuras. Como quien dice, ahí esta la tetica”. Nando Sabanas anota: “Sencillamente porque los gobernantes no conocen la ciudad y los funcionarios que nombran tampoco la cono-cen”. También un forista que se hace llamar Popeye ratifica que se trata de “falta de cul-tura de la gente puerca de esta ciudad, que no puede ver un hueco para enseguida echar la basura, o esperan cualquier llovizna para lanzar las basuras a la corriente, y éstos son los primeros que lloran cuando se les inundan las casas. Y lo peor del cuento es que ya no apren-den. Pueden hacer las cam-pañas que quieran. Esta gente sigue con la misma costumbre”. Más educación Para responder a los fo-ristas, la directora del Esta-blecimiento Público Am-biental de Cartagena (EPA), Ruth Lenes Padilla –junto con Cardique, una de las en-tidades encargadas de la lim-pieza de los canales–, consi-dera que los canales “están sucios porque arrastran agua y sedimentos, y crece maleza a su alrededor, como es normal. Si están sucios sólo con sedimentos, no es pro-blema y las autoridades los debemos limpiar. Lo indebi-do es que las comunidades arrojen basuras, plásticos y materias fecales, que no de-ben llegar nunca a estos ca-nales pluviales. Según la funcionaria, la política ambiental con los canales consiste en mante-nerlos limpios y abiertos. De esta manera los gases que se generan por los lodos y basu-ras destruyen en mínimo porcentaje su infraestructura. Sólo se taparán (o recubrirán con placas de cemento) cuando las comunidades es-tén todas conectadas al al-cantarillado y dejen de verter aguas servidas en los canales. Asegura que “existen san-ciones económicas para quienes insisten en arrojar re-siduos sólidos en los canales. El EPA está dispuesto a im-poner las multas que corres-pondan, pero es necesario que la ciudadanía denuncie oportunamente para que se puedan adoptar esas medi-das”. En cuanto a la contrata-ción para la limpieza de los canales, aclara que “ésta se hace a través de invitaciones públicas a ingenieros, pero también a cooperativas para generar ingresos en la pobla-ción cartagenera. Junto a la contratación de obras de limpieza se implementa la educación ambiental en los sectores donde se intervienen los canales”. Afirma que “no es cierto que si el EPA sigue otorgan-do contratos a organizaciones de las comunidades, éstas si-gan ensuciando los canales para ganar más contratacio-nes. De hecho, ya contamos con la primera comunidad ‘guardacanal’ que en próxi-mos días estaremos dando a conocer. Ellos cuidan su ca-nal sin ganar dinero. Sólo por conciencia ciudadana, después de un proceso de sensibilización y educación ambiental”. Problema de cultura El director de la Corporación Autó-noma Regional del Canal del Dique (Cardique), Agustín Chávez Pérez, cree que la principal causa de la su-ciedad de los canales es la falta de cultura de la gente. “La costumbre de arrojar basuras en cualquier parte ha convertido la su-ciedad de los canales en un círculo vicioso, y no hay razón para ello, porque la cobertura de los consor-cios de aseo que operan en Carta-gena es buena. Cuando los camio-nes no pueden entrar a un sitio de-terminado, la empresa de aseo dis-pone de cajas estacionarias, pero a la gente le da flojera caminar y arroja la basura en el sitio más cer-cano que encuentra, y ese casi siempre es el canal de aguas plu-viales”, dice. Chávez Pérez expresa que tenía re-gistros fotográficos de las jornadas que la entidad a su cargo adelanta para limpieza de canales, “pero a los pocos días los ensucian, lo que en cierto tiempo nos creó una mala imagen ante la Contraloría, porque ellos (el organismo de control) acostumbran a hacer revisiones sor-presivas y aleatorias de los contratos de limpieza de canales, y casi siem-pre encontraban los nuestros sucios, pero no sabían que días atrás los habíamos limpiado. Afortunada-mente, en los últimos tiempos los funcionarios han ido tomando con-ciencia de que el problema es de falta de civismo de las comunida-des”. El Director de Cardique considera que “la solución no es tapar los ca-nales, porque la gente de todas for-mas buscará la manera de rodar las plaquetas para echar la basura adentro. El remedio es una agresiva y continua educación ambiental”. De todo un poco El presidente de la Asociación de Juntas de Acción Comunal de la Lo-calidad de la Virgen y Turística (Asojac), Aniano Morales Blanco, di-ce que en este problema hay tres componentes: corrupción, negligen-cia y poca cultura cívica. El dirigente comunal explica que dentro de la Administración Distrital “existen personajes que se la pasan incentivando a las comunidades para que ensucien los canales. Lue-go se valen de miles de artimañas para conseguir el contrato de la lim-pieza. Después subcontratan a gente de la comunidad y cobran su millonada, y en eso consiste el cír-culo vicioso de los canales pluvia-les”. Anota que hay negligencia de parte de las autoridades, “porque desde hace años debieron corregirle el curso a muchos canales que estre-chan las calles de los barrios sub-normales, impidiendo que entren los camiones del aseo. Eso hace que el habitante arroje las bolsas de basura en los canales. Y también es cierto que las nuevas invasiones en la Zo-na Suroriental se han construido so-bre los cauces de los canales, tra-yendo como consecuencia más ba-suras y más inundaciones”. “Obviamente –agrega– la falta de cultura cívica se ve en ambos as-pectos, porque si la gente se deja mandar de los contratistas y si construye cambuches sobre los cauces, entonces no hay conciencia ambiental, ni amor por la comuni-dad”.

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