Cartagena


Cartagena necesita soluciones para acabar con la guerra del centavo

SANTIAGO PRECIADO PÚA

21 de abril de 2013 12:01 AM

“Estoy trabajando”, bajo esta premisa los conductores de bus de la ciudad hacen casi lo que se les antoja, todo con el fin de cumplir con los “tiempos” de los relojes y que no les “puyen” las tarjetas de operaciones.
La guerra del centavo no es más que el resultado de la implementación de un sistema de tiempos y relojes ubicados en puntos “estratégicos” de Cartagena.
Este sistema busca dar “orden” y “controlar” los tiempos que demora un conductor en recorrer su ruta y trabajar de manera “honesta” con su competencia.
Este sistema impone unos lapsos entre ruta y ruta que deberían obligar a los conductores a manejar a una velocidad constante entre los 30 y 50 kilómetros por hora, teniendo en cuenta las distancias de la ciudad y los tiempos entre cada tramo.
El sistema se regula por medio de cartulinas, quien falla en algún tiempo es multado y como penalidad debe volver a comprar otra tarjeta de operaciones. Los relojes, los tiempos y las vías con sus trancones parecen ponerse de acuerdo en que el negocio sea que los conductores se cuelguen en el tiempo y vuelvan a comprar una cartulina que vale entre 60 y 80 mil pesos.
Los terminales de despacho deberían ser quienes controlen y vigilen a los conductores. Su función organizadora y administradora de los “turnos” debe funcionar bajo la lupa de las autoridades de tránsito.
El DATT por medio del Grupo de Operaciones de Transporte Público, tiene la misión de controlar estos despachos y garantizar su transparente funcionamiento, los operativos los inician todos los días desde las 4 de la mañana.
La finalidad de este grupo de operaciones es controlar a los conductores “toro” que conducen por las rutas sin ser despachados en los turnos y sin cartulina de operaciones.
Este grupo del DATT trata de hacer seguimiento a los centros de despacho de turnos, pero son muchas las ocasiones en las que son confrontados y atacados por todas las personas que están en estos lugares y se sienten vulneradas en su trabajo. Desde vendedores ambulantes hasta conductores impiden los controles.

DENUNCIAS Y FALTA DE CONTROL
Además de la dificultad para controlar a los  “toros”, la situación legal de los conductores también preocupa a la ciudadanía.
El “blanqueo” es una modalidad de fraude al sistema de tránsito en el que un conductor es sacado del sistema durante un breve periodo de tiempo. Durante ese momento al conductor se le genera una nueva licencia en otro municipio diferente al que tenía registrada la primera.
Con este proceso al conductor no se le eliminan las deudas escandalosas que acumula, pero por medio de este fraude de doble registro, queda listo para volver a “trabajar”.
Sumado al fraude, los conductores que manejan en estado de embriaguez o bajo los efectos de las drogas, son los que protagonizan las historias de muerte en las calles.
Las pruebas de alcoholemia y de uso de drogas a los conductores por parte del DATT se realizan con frecuencia, algunos caen, pero muchos escapan. Los que caen, recurren al “blanqueo” y andan como si nada.
Los agentes de tránsito detienen en sus retenes a los conductores de bus para revisar antecedentes y con frecuencia se enfrentan la mala disposición de los conductores, porque esos 5 minutos que toma la revisión restarán “tiempo para llegar al reloj”.
Es preocupante que cuando las rutas de buses llegan a los recorridos internos de los barrios el sparring cambie de puesto con el conductor y sea este inexperto y sin licencia el que asuma la responsabilidad de llevar “sanos y salvos” a sus pasajeros, como lo denunció Amaury Hernández con la rutas de buses que entran al barrio San José de los Campanos.
"Cuando ocurre un accidente en el que hay heridos o muertos, para el conductor no hay sanciones por parte de la empresa a la que está afiliado. La catalogación del hecho es de “accidente” y lastimosamente así se queda” denunció Amaury Hernádez Hernández, Representante legal de Asotrans unidos (Asociación de Conductores y Propietarios de buses y busetas de Cartagena).

SOLUCIONES ¿?

  • Instalación de sistemas de seguimiento a los buses
El forista la_realiad de la página web de El Universal expresó: “el caos lo generan los mismos conductores con el ratoneo después del reloj y luego matándose para llegar al próximo. Exijan la instalación de GPS en cada bus o buseta y el sistema indicará el comportamiento de cada bus, si tuvo exceso de velocidad o si iba muy lento en algún sector, así lo hizo Cootransurb.

  • Centros reguladores de conductores
Esta propuesta se adelanta por medio de las reuniones semanales que hacen las gerencias de las empresas de bus con del DATT. La propuesta busca supervisar y castigar a los conductores infractores para que se cree una base de datos única y los que salen despedidos de una empresa no puedan laborar en otra como si nada hubiese pasado. La iniciativa actualmente se encuentra en trámite jurídico y busca que conductores que producen la muerte de transeúntes, como el caso del viernes en el reloj de la Castellana, no queden libres como si nada.

  • Conductores ebrios y drogados

Estas mismas gerencias de empresas de transporte, que en muchos casos entregan sus buses a conductores que los entregan a terceros, piensan implementar censores y pruebas internas de antidopaje con las que se controle a estos infractores. Esto apenas está en el papel como una propuesta más.

  • Acompañamiento de la Policía

Los operativos que realiza el DATT en los turnos de buses a veces se ven opacados por las amenazas de conductores y personas en el lugar. El acompañamiento constante de la Policía Metropolitana agilizaría los trámites y permitiría más control, informó la oficina de comunicaciones del departamento de tránsito local.

  • Transcaribe

Van 6 años desde el inicio de una de las promesas que parece no tener fecha de cumplimiento en Cartagena. El sistema que surgió como planteamiento para organizar el transporte publico en la ciudad está retrasado y nadie presiona porque se finalicen las obras.
¿Qué pasará cuando por fin se inicie un sistema ideado para un contexto social e histórico de Cartagena en el que el parque automotor de la ciudad era menor y el número de buses ofrecidos por Transcaribe sea insuficiente?
¿Nos encontraremos con un sistema de transporte masivo que no tenga suficientes buses alimentadores a los barrios e inicie un modelo de transporte que puede irse a bancarrota al igual que el Transmetro de Barranquilla?
¿Cómo pondrán orden a las estaciones ilegales de motociclistas que se generarán en las terminales de Transcaribe como solución a la falta de alimentadores?, tal como ocurre con el Metrolínea de Bucaramanga.
Los cartageneros no han terminado de padecer los males que acarrea la dilatación de la puesta en marcha de Transcaribe y ya tienen que ir pensando lo que harán cuando se vengan los verdaderos problemas.


 
  • PASO A PASO DE LOS TIEMPOS Y LA GUERRA DEL CENTAVO
  1. Las rutas de bus que operan en Cartagena se manejan con relojes donde se marcan las tarjetas de operaciones (cartulinas) o como en el medio los llaman “tiempos”.Estos “tiempos” registran las horas de paso de los buses y penalizan a quienes las incumplen.
  2. Los buses tienen intervalos de tiempo entre cada uno de los relojes y no pueden ser incumplidos.Entre cada tramo y cada “tiempo” hay lapsos de 10 a 20 minutos. El lapso más largo puede llegar a ser de 55 o 60 minutos.El problema de este sistema radica en la inestabilidad de las vías de la ciudad, los trancones y bloqueos que se generan casi de improvisto a cualquier hora.
  3. Cuando los conductores pierden entre 5, 6 o más minutos del tiempo establecido, se rompe la secuencia y empieza el desorden.Cuando un conductor llega con una tarjeta marcada con un retraso o “puyada”, la acción disciplinaria que se le aplica al conductor es la del “degüello”. El bus que va detrás del penalizado en el orden del día debe hacer toda su vuelta y cuando llega al turno, el vehiculo penalizado puede volver a salir.
  4. Un conductor multado por un “degüello” pierde unos 200 mil pesos si era una vuelta en hora pico, se realizan 5 vueltas al día. Según los conductores, en el día hay dos vueltas buenas, dos regulares y una hora mala en cuanto a lo económico.
  5. Para no ser multados, tienen un minuto de margen de error llamado “paraguas”, que les permite llegar un minuto antes o un minuto después de la hora establecida.
  6. Las rutas de buses que no cuentan con un control en parqueaderos o “turnos” trabajan al garete y lo único que hacen es comprar una cartulina de operaciones nueva en Etrans, cuando la que tienen ha sido “puyada”.
  7. Etrans no supervisa lo que hagan las empresas con sus conductores, ellos solo cobran por la tarjeta de operaciones del día

 

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS