Cien parejas renovaron sus votos de amor para celebrar las Bodas de Oro

Es mucho lo que se vive en cincuenta años de matrimonio. Momentos de felicidad y otros no tanto, por eso al alcanzar esta meta lo que realmente importa es el amor.
En nombre de este sentimiento, que todo lo puede, que brinda la fuerza para superar cualquier prueba, cien parejas en Cartagena renovaron este jueves, 27 de diciembre, los votos matrimoniales para celebrar sus Bodas de Oro.
Atrás quedaron los errores cometidos y cualquier cosa que haya intentando empañar la pureza del amor. En medio de una solemne eucaristía se dijeron nuevamente sí quiero y confirmaron su decisión de amarse hasta que la muerte los separe.
Fue un acto emotivo, organizado por la Secretaría de Participación y Desarrollo Social, celebrado en el Club Naval de Sub Oficiales, en el que las parejas agradecieron a Dios por una vida en unión.
“El único invitado que se debe aceptar en un matrimonio es Dios. Su presencia es indispensable para sobre llevar todos los subi bajas que trae consigo un matrimonio. Vivir en pareja no es fácil, comprenderse con una persona que trae una historia de vida diferente a la de uno tiene sus acertijos. La clave es la paciencia, el amor y la oración”, asegura Melania Villamil, de 74 años, quien lleva 52 años de casada con Pedro Martínez, de 81 años.
Los quebrantos de salud, muy visibles en algunos de los esposos y esposas no les impidieron aprovechar esta segunda oportunidad para expresarle a su pareja, la fidelidad de su unión.
Las arrugas en sus rostros, los cabellos canosos y los bastones para caminar, dan cuenta del paso del tiempo. Quizás físicamente no es el mismo vigor, pero interiormente, cada una de estas parejas se han fortalecido en sabiduría, autoridad y argumentos de sobra para dar ejemplo a la juventud de que el matrimonio es una unión indisoluble que sí puede vivirse con alegría.
“Ahora hay muchos matrimonios desechables. Al primer tropiezo o la primera tentación, los jóvenes abandonan el compromiso sin ningún pudor. En el hogar es donde se forman los hombres y mujeres de bien y el principio de la familia es la pareja”, precisó Mónica Herrera, quien tiene 53 años de casada con Leopoldo Ramos.
“Nadie llega a 50 años de casados por pura vocación. El matrimonio es una decisión que conlleva compromiso y voluntad para superar los problemas. El amor por la mujer y los hijos nos hace hombres creativos para batallar y ganar el sustento económico”, agrega Gil Blas Ramos García, de 86 años, quien tiene 52 años de casado con Esther Judith de León, con quien tuvo nueve hijos.
“Nos conocimos en El Límón, Cicuco (sur de Bolívar). Nos casamos un 18 de marzo y los festejos duraron dos días. Nunca he estropeado a mi mujer, eso lo aprendí de mi padre porque lo más bonito de un hogar es la esposa, ella es el motor que impulsa todo”, dice don Gil Ramos, quien goza de una lucidez envidiable.
La ocasión sirvió para que los cien matrimonios recordaran el día de bodas. “Nos casamos el 28 de diciembre, hace 50 años. La fiesta duró hasta el 1 de enero. Esa ha sido la inocentada más grande de mi vida. Tuvimos 7 hijos, todos profesionales, gracias a Dios”, comenta Raúl Beltrán Villeros, de 70 años; casado con Francisca Ballesteros, de 67 años.
Todas las parejas preguntadas por El Universal sobre lo más difícil del matrimonio coincidieron en responder que es aceptar la otra persona tal cual es y al preguntarle a las damas por la mejor cualidad de sus esposos destacaron su trato, su responsabilidad y labor como padre. Y al preguntarles a los señores por las razones que los mantienen enamorados de sus esposas, precisaron que la atención, la decencia y su papel de madre.

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