Comerciantes y dueños de picós rechazan decreto

Propietarios de estaderos y de picós se pronunciaron contra la medida del Gobierno Distrital que restringe la venta y consumo de licores hasta altas horas de la noche en ciertos barrios de esta ciudad. Como se sabe, el Decreto 0870 del 1 de septiembre de 2010, se implantó debido a las riñas y homicidios que se han presentado durante la última semana en la ciudad, alrededor de espectáculos que casi siempre tienen que ver con el picó. La medida, según el decreto, está enfocada hacia barrios como San Francisco, Barrio Chino, Torices, Lo Amador, Nuevo Bosque, El Bosque, Olaya Herrera, El Pozón, La Esperanza, La Candelaria, Chiquinquirá, La María, Fredonia, La Quinta, Nelson Mandela, Villa Hermosa, Ternera, Pasacaballos y San Fernando. En estos sectores, durante un mes, sólo se podrá expender y consumir licor y realizar bailes con picó hasta las 10:00 de la noche, ya sea en espectáculos públicos o eventos privados. Por tal razón, un grupo de comerciantes del barrio El Pozón se pronunció ante El Universal, ya que consideran que la medida es lesiva para sus intereses, tomando en cuenta que muchos viven de lo que producen sus estaderos y negocios, que tienen algo que ver con el sector de la diversión. “Alrededor de un estadero —dijo Hidelbrando Berrío, uno de los quejosos—, no sólo se mueven las bebidas. También hay negocios de comidas rápidas, ventas de minutos a celular, heladerías, papelerías, etc., que se ven afectadas en cuanto el estadero cierra, porque las calles quedan solas y ellos también tienen que cerrar”. Roberto Mercado, otro de los quejosos, indicó que “el viernes las calles de este barrio estaban tan solas que daba miedo caminarlas, porque como no se ve movimiento ni gente, entonces es cuando el delincuente aprovecha para hacer sus fechorías”. Luz Marina Flórez, otra comerciante, considera que “esa medida es excesiva cuando incluye a barrios como El Pozón, en donde no se ven homicidios en los estaderos ni en ningún sitio de bebidas. Aquí la gente se divierte sanamente”. Por su parte, la comerciante Darling García cree que el decreto “debe hacerse efectivo para toda la ciudad, porque parece que quisieran decir que los delincuentes somos los pobres, cuando en Cartagena hay delincuencia por todas partes”. La comerciante Mercedes Meza, por su parte, cree que “el horario debería extenderse siquiera a partir de la 1:00 de la madrugada, para que uno tenga tiempo de vender algo”. Todos alegaron que el decreto amenaza con reducir sus ganancias, y muchos de ellos tienen empleados, servicios públicos, arriendos y deudas en los bancos por las que deben responder. Anunciaron que para esta semana organizarán una reunión a la que piensan invitar a la alcaldesa Judith Pinedo para que los escuche, “porque creemos que ese decreto primero debió discutirse con la comunidad”, puntualizaron. Es contra el picó: Mosquera Otro pronunciamiento se conoció de parte del gremio que agrupa a los propietarios de picós, quienes dicen sentir que la medida va exclusivamente en contra de ellos. Luis Mosquera, el presidente de la Asociación de Organizadores de Bailes de Cartagena (Asobacar), afirma “que no es esta la primera vez que en Cartagena se trata de controlar la delincuencia enfilándosela al picó, cuando eso no tiene nada que ver”. Anotó que en la capital de Bolívar “se mueren más personas en las puertas de los hospitales por falta de atención médica, que personas en los bailes de picós, pero el Gobierno ve más fácil combatir el homicidio dedicándosela a los picoteros”. Al igual que los comerciantes de El Pozón, consideró que la medida se debió socializar con el gremio directamente interesado antes de implementarla. “Tampoco estamos de acuerdo con que se limiten los bailes hasta las 10 de la noche, porque a esa hora es cuando muchas personas están llegando. Creo que deberían ampliar el horario”, opinó. No había que consultar: Meza Al respecto, la secretaria del Interior del Distrito, Sindis Meza Pinedo, aclaró que el decreto no se podía consultar con la ciudadanía, porque se trata de una medida de choque, policiva y de orden público, que está sustentada en datos arrojados por el Centro de Observación y Seguimiento del Delito (Cosed). “No se trata de una orden caprichosa, pues la respaldan investigaciones que determinaron que en los barrios mencionados se han presentado la mayoría de riñas y homicidios surgidos alrededor de los eventos en donde se expende y consume licor”. Asimismo, hizo saber que “la medida no va en contra del picó, sino de la venta e ingesta de bebidas alcohólicas hasta altas horas de la noche, pues se determinó que las riñas y los homicidios se presentan después de realizados los bailes, cuando ya la gente se encuentra en alto grado de alicoramiento. Ante este panorama, un alcalde no está obligado a discutir con los ciudadanos ese tipo de medidas”. Dijo que estas situaciones casi siempre se registran más allá de las 10:00 de la noche, “y por lo tanto, este horario no se puede expandir”.