Dos comunidades de estratos bajos están preocupadas por la proximidad del invierno.
Se trata, en primera instancia, del barrio Petare, en las faldas de La Popa; mientras que en la Zona Suroccidental, sectores como La Consolata, Villa Rubia, El Educador y Bernardo Ja-ramillo se unieron para llamar la atención sobre lo que podría pasarles en cuanto reaparezcan las lluvias en Cartagena.
En cuanto al barrio Petare, los habitantes expresaron su afán de que el Distrito comience lo más pronto posible construcción del segundo muro que evitará que las casas en riesgo caigan al vacío con los consiguientes percances humanos.
Al mismo tiempo destacaron, como una buena obra, la terminación del muro de la Calle La Barrera, en donde también se estaban dando deslizamientos y debilitamiento de viviendas.
No obstante, Jorge Eliécer Espinosa, uno de los moradores que están impulsando esas obras desde la comunidad, afirma que en la Secretaría de Infraesctructura reposa el proyecto y demás requisitos para la construcción del muro faltante, por lo cual sólo se espera que co-miencen los trabajos.
Espinosa reiteró que urge la construcción del muro que protegería la Manzana 348, entre la Carrera 20, de Petare; la Manzana 348, del barrio Pablo Sexto Segundo; y la Manzana 579, del barrio República del Caribe, obra que beneficiaría a unas 45 familias.
El líder cívico anotó que de presentarse deslizamientos durante la próxima temporada in-vernal, la carretera que sube desde el Mercado Santa Rita hasta el convento de La Candelaria quedaría taponada e incomunicados los barrios aledaños, además de que muchas de esas viviendas tienen los cimientos en estado delicado.
“No pretendemos explicó Espinosa que hagan el muro de corrido enseguida, pero sí que, por lo menos, se ocupen de los puntos más críticos, que son como seis, aunque hay unos 45 que también están en riesgo”.
Caños excluidos
Entre tanto, la preocupación de los habitantes de la Zona Suroccidental consiste en que varios de sus caños no fueron incluidos en la lista de canales a limpiar, que recientemente dio a conocer el Gobierno Distrital.
Eduardo Ferrer, miembro de la Junta de Acción Comunal del barrio La Consolata, se refi-rió específicamente al Caño El Educador, que nace en Altos del Educador y termina en el sector El Rosedal.
Este caño actualmente se encuentra lleno de basuras, de llantas, de malezas y de tierra, lo que hace que las aguas pluviales circulen con dificultad, se desborden y afecten a más de 20 viviendas cercanas.
También señaló al Canal Villa Rubia, que nace el barrio del mismo nombre y termina entre los barrios El Socorro y Alameda La Victoria, el cual se encuentra pavimentado, pero lleno de malezas que provocan su desborde y, por ende, la afectación total de una cancha deportiva y el humedecimiento interno de todas de las viviendas.
El tercer canal es el conocido como “Bernardo Jaramillo”; nace en el barrio Colinas de Villa Barraza, cruza por el barrio Bernardo Jaramillo y termina en la invasión Río Elba (o El Oasis).
Dice Astrid Urueta, líder del Comité de Canales de la zona, que el Bernardo Jaramillo tiene muy poco caudal para la cantidad de aguas pluviales que corren sobre él en épocas de invierno, por lo cual se desborda e inunda a más de 20 viviendas.
“Ya hemos enviado cartas a Valorización Distrital, Secretaría del Interior y Secretaría de Infraestructura, pero lo último que nos dijeron es que este canal no fue incluido en la lista, porque no está reconocido por el Distrito”, manifestó Urueta, para quien “de todas maneras debería hacerse algo, porque este canal no lo creamos nosotros sino el mismo paso del agua, que nos afecta seriamente cuando llueve”.
El Universal intentó contactar, a través de su teléfono celular, al secretario de Infraestructura, Antonio Flórez Garizábal, pero éste nunca respondió.
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