Crece la devoción por La Candelaria

La procesión de la patrona de los cartageneros,  salió ayer a las tres de la tarde del  Convento Santa Cruz de La Popa, bajó por la Calle 30, siguió por la Bomba Texaco, tomó la Carrera 22 y dobló por la esquina de El Albercón, hasta la Ermita del Pie de la Popa.
El DATT coordinó cierres viales ocasionales paran que se desarrollará sin tropiezos la procesión.
Desde su inicio, los feligreses siguieron las oraciones de los sacerdotes que hicieron uso de un megáfono para que sus rezos fueran escuchados.
Un encanto
La virgen, vestida de verde y adornada de hermosas flores, se veía majestuosa. Tanto que encantaba a sus devotos.
Así le ocurrió a John Freddy Martínez, un niño de 10 años, que llegó acompañado de su madre Ingrid Laguna, a agradecerle a la Virgen por los favores recibidos.
“Yo vine a darle las gracias porque gracias a que le recé y me encomendé a ella, me permitió pasar los exámenes de nivelación de castellano y otra materia que perdí por portarme mal y no atender a la profesora”, dijo el joven.
Aunque reconoce que su madre lo motivó a caminar la procesión, advierte que las veces que rezaba sentía que podía  entender más fácilmente lo que estudiaba.
“Yo sabía que la Virgen era bonita, pero hoy que he visto esta imagen he sentido algo muy fuerte. De verdad siento que es milagrosa”, dijo John Fredy Martínez.
Su madre dice que gracias a la fe, su hijo ahora es otra persona. “Sé que la Virgen me lo cambió para bien. Ahora todo lo que se propone lo cumple y su comportamiento es el de un niño modelo”, señala Ingrid.
Fabiola Acuña, una mujer de 60 años, quien también caminó la procesión, asegura que la Virgen de La Candelaria le salvó sus piernas. “Yo sufrí un accidente de tránsito y me fracturé las piernas en dos partes. Por mi edad, el médico dijo que lo más probable era que no volviera a caminar. Pero recé y me aferré a la Virgen de La Candelaria y míreme aquí caminando sin bastón”, dijo la mujer.
El recorrido de la procesión terminó como siempre con una lluvia de aplausos, antes de que la Virgen de La Candelaria entrará a la Ermita del Pie de la Popa.