Denuncian mal manejo de cadáver en una clínica

Dos días duró el cuerpo de William Ramos en una clínica, su familia lo sepultó cuando ya estaba en descomposición. La Clínica afirma que seguía los protocolos requeridos.
Para una familia en Cartagena el calvario empezó con la muerte de uno de sus integrantes. William Ramos, un hombre de 37 años, dedicado a oficios varios y trabajador como cualquier persona. Pero una herencia de problemas cardíacos, sumado a sus 137 kilos de peso y a la tensión de encontrarse desempleado le jugaron una mala pasada. Este martes, a las 3:30 de la tarde mientras pintaba una casa en el barrio El Campestre sufrió un ataque al corazón, y aunque varios amigos lo llevaron hasta la Clínica San Juan de Dios, los esfuerzos fueron en vano. William llegó sin signos vitales y los médicos no pudieron reanimarlo. (Lea aquí: Muere niña por presunta falta de atención médica).
Pero justo en ese momento comenzó el sufrimiento de su familia. William, oriundo de Galerazamba, corregimiento de Santa Catalina, tenía su sepelio preparado para el miércoles pero varios trámites retrasaron sus honras fúnebres.

Muchos trámites
“Al momento de ingresar el señor no tenía documento de identidad por lo que entró como NN y aunque se determinó que no había sido muerte violenta por eso había que practicarle una autopsia médica al cadáver. Cuando logró identificarse ya era tarde y no se podía realizar la necropsia”, indicó el médico Antonio Marzan Esquivel, director científico de la Clínica San Juan de Dios.
Y con trámites comenzó un día más de calvario para esta familia. El cadáver de William continuaba en la clínica y les tocaría realizar varios trámites más.
“Nos dijeron que teníamos que ir al Dadis para que autorizaran la necropsia y después que teníamos que ir a Medicina Legal para que ellos la hicieran, pero allá nos dijeron que no les correspondía porque no habían hecho levantamiento del cadáver. Entonces en la clínica nos dijeron otra vez que fuéramos al Dadis para que ellos hicieran la necropsia”, dijo Tania Kelly Ramos, hermana de William.
Entre trámite y trámite ya se contaban 24 horas de la muerte de su familiar y cuando tuvieron la autorización en la mano era muy tarde para realizar la necropsia médica.
“Nos dijeron que la autopsia se iba a hacer en la mañana. Llegaron a primera hora por el cadáver pero estaba en descomposición. No le dieron el manejo adecuado al cuerpo, no lo congelaron y cuando lo fueron a sacar estaba inflado y aunque suene feo estaba reventado. Lo dejaron podrir dentro de nuestras propias narices”, agregó la familiar.
La familia se mostró indignada por la forma en que fue tratado el cadáver y reclamó que les haya tocado hacer tantos trámites por obtener un acta de defunción.
“Entiendo la posición de los familiares, es un caso desafortunado para nosotros. No hubo ningún interés en la Clínica de afectarlos simplemente quisimos llenarnos de razones para no tener líos jurídicos. De todas formas quiero pedirle excusas a la familia por una situación que no fue voluntaria”, expresó Marzán.
William fue sepultado ayer en Galerazamba sin realizarse las exequias debido a su estado de descomposición, mientras su  hermana lamentaba las circunstancias en que se despidió de él. “A último momento nos dieron el certificado sin ningún problema, pero creo que ningún ser humano merece que su cuerpo sea tratado de esa manera. Fue horrible que lo dejaran podrir por una simple acta de defunción”, finalizó.
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