Dos policías suspendidos por agresión a periodista

A las 2:30 de la madrugada de ayer ambos hacían su trabajo: el policía trataba de calmar los ánimos en una riña que se presentaba en la calle de Lomba del barrio Getsemaní y el reportero gráfico registraba con su cámara los hechos para este medio.
Luego de haber controlado la disputa que protagonizaban dos parientes en ese sector, el agente Édgar Hernán Mejía Flórez aplicó una llave por la espalda para inmovilizar al reportero gráfico, al tiempo que dos uniformados más le arrebataron la cámara y la desaparecieron en ese momento, según relató Nayib Gaviria, el reportero afectado, quien a esa hora estaba en compañía del periodista Santiago Preciado, que logró grabar apartes del suceso con su celular. 
Inmediatamente Gaviria pidió la devolución de la cámara, pero el agente negaba su participación en el hecho. “Si sigues diciendo que reventé la cámara te voy a reventar yo a ti”, le decía el policía al fotógrafo.
Huída
En el momento en que los periodistas denunciaron los hechos al comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, general Carlos Rodríguez, la patrulla, integrada por dos agentes, dejó el lugar argumentando que brindaría ayuda a otros uniformados en una emergencia presentada cerca del cuadrante.
La teniente Gloria Montoya, quien llegó a los pocos minutos de que los afectados denunciaran el hecho, se puso al tanto de la situación y pidió a las patrullas que se encontraban en el lugar que no se movieran hasta esclarecer lo sucedido. Por coincidencia, cuentan los periodistas, la única patrulla que no estaba en el lugar era la del agente Mejía Flórez, identificada con el número 50-0477.
Al retornar al lugar, el agente dijo que se había ido a prestar apoyo a otra patrulla en Bocagrande y aseguró que quienes habían tomado la cámara eran residentes del sector que estuvieron presentes en la riña.
Contradicción
El fotógrafo indicó que mientras se realizaba el operativo policial no había curiosos cerca de él, situación de la que fue testigo también el otro periodista en el lugar.
Funcionarios de la Seccional de Inteligencia Policial (Sipol) interrogaron al agente implicado, quien primero acusó a la comunidad de haber hurtado la cámara y dijo que no tenía participación en los hechos, pero, finalmente, aceptó que había sujetado al reportero mientras que otros compañeros, a quienes no identificó, le quitaron la cámara.
Mejía Flórez justificó su actuación porque se sintió intimidado por la presencia del reportero en medio del procedimiento —y la preocupación de que fuesen publicadas noticias negativas del procedimiento— y pensó que iba a agredir a sus compañeros, a pesar de que el fotógrafo estaba identificado como reportero de El Universal.
Finalmente, la cámara fue devuelta con el material intacto a las 7:30 de la mañana de ayer por la teniente Montoya, quien ofreció disculpas a los periodistas, reconoció la falta del agente y aseguró iniciar los procedimientos disciplinarios y penales del caso.
Santiago Preciado, el periodista de este medio que trabajaba junto al reportero gráfico, expresó que aceptaban las disculpas de la institución y pidió más consciencia a los policías al momento de realizar su trabajo. “Es lamentable y, personalmente, no quisiera que el agente perdiera su trabajo pero sí debería ser un mensaje para que las autoridades reaccionen de mejor manera ante situaciones de presión”, dijo.
Las directivas de este medio pondrán el caso en conocimiento de organismos que propenden por la libertad de prensa como a la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). El artículo 6 de la Constitución Política de Colombia indica: “Los particulares solo son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones”.
Así mismo, se destaca la atención de la directiva de la Policía Metropolitana para atender los casos de agresión contra periodistas y la comunidad en general, y tomar acciones contra los funcionarios que se extralimiten en sus funciones.
Suspensión
Frente a estos hechos, el comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, general Carlos Rodríguez, anunció la suspensión provisional de los dos uniformados mientras se adelantan las investigaciones del caso.
“Nos solidarizamos con todos los periodistas y estamos trabajando para garantizar el trabajo de todas las personas. Por este hecho se adelanta una investigación disciplinaria y penal y se removerán provisionalmente a estas dos personas del cargo mientras se concluye la investigación”, explicó el general Rodríguez. Los uniformados sancionados responden a los nombres de Édgar Hernán Mejía Flórez y Willi Ferley García.
Otros casos
El hecho de la madrugada del domingo recuerda lo sucedido a la reportera gráfica de El Tiempo, Ana María García, el pasado 23 de octubre cuando cubría el accidente entre dos buses articulados de Transmilenio en Bogotá.
Un agente de la institución policial le pidió, según la reportera, en tono agresivo, que se retirara del lugar. Seguidamente, le dio un empujón, le hizo una llave, la tiró al piso y se subió encima de ella.
En su momento, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Luis Eduardo Martínez, pidió perdón a la reportera y anunció la apertura de una investigación disciplinaria al policía para así determinar su responsabilidad.
Esta agresión fue rechazada por la FLIP, que además manifestó su preocupación “por las reiteradas agresiones contra periodistas que se han presentado las últimas semanas involucrando a miembros de la Policía en distintas regiones del país”.
Esta organización también reseña que el pasado 12 de octubre, cinco periodistas fueron agredidos por policías y otro más fue detenido arbitrariamente durante la marcha de los indignados en Bogotá.
Además, en Bucaramanga, el periodista Jhonathan Ardila fue detenido el 28 de septiembre por miembros del ESMAD y le fue decomisado su material de trabajo, luego de hacer el cubrimiento de unas protestas en contra del sistema de transporte masivo Metrolínea.
En julio pasado, en Barranquilla, el periodista Ronald Avellaneda fue agredido física y verbalmente por cuatro miembros de la Policía. Se conoció que la información de la cámara y el celular del periodista fue borrada.
Los resultados de una encuesta realizada a 603 periodistas nacionales en mayo de este año por el proyecto Antonio Nariño, y apoyada por la FLIP, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Andiarios, entre otros, arroja que las principales agresiones que preocupan a los periodistas son las restricciones a la libre movilidad por parte de las autoridades, con 18%; y las agresiones por parte de miembros de la Fuerza Pública, con 17 %.
Opiniones
Ana Milena Trespalacios. “Estos señores llegan es abusando de su poder. En vez de calmar todo, llegan más ofuscados y dispuestos a golpear a cualquiera, así no esté metido en problemas”.
Lizbeth Jarava. “Mal, muy mal. ¿Qué hace nuestra fuerza pública con estos hombres sin competencia? ¿Dónde están los verdaderos policías?”.
Jason Acevedo. “Dicen que les harán un proceso disciplinario pero al final no hacen nada. Menos mal y recuperaron la cámara”.