A la falta de poda o a una poda mal realizada atribuye Cecilia Bermúdez Sagre, directora del Establecimiento Público Ambiental (EPA), la caída hace casi un mes de un árbol en el barrio Martínez Martelo.
“Que no poden un árbol o que lo hagan de manera inadecuada puede hacer que la fronda pierda el equilibrio en su copa, dejando mayor peso en alguno de sus lados y generar un volcamiento, tal como se cayó el árbol de Martínez Martelo”, explica la funcionaria.
A esta conclusión llega la funcionaria luego de que el EPA revisara el árbol del cual hizo registro el viernes El Universal en primera página.
Según Bermúdez Sagre, se encontraron evidencias de que no se cumplieron en su momento las debidas actividades de poda fitosanitaria, de formación y mantenimiento del árbol de caucho, que tenía 70 años.
Estas labores son: separar las ramas de los cables eléctricos, bajar el fuste, disminuir el tamaño de las ramas, quitar los gajos mal formados y darle formación y simetría a la copa.
Todas estas intervenciones, dice el EPA, estaban a cargo de la Junta de Acción Comunal de Martínez Martelo, a la que se le había concedido permiso mediante resolución, para realizar con personal calificado la poda fitosanitaria, de formación y mantenimiento del árbol de caucho, para darle formación y simetría a la copa.
Bermúdez Sagre concluye que a todo lo anterior se le suma que el árbol estaba sembrado en un andén, por lo cual no pudo desarrollar sus raíces y esto también generó su caída.
Respecto de los reclamos del comerciante Jaime Marín, en los que afirma haber llamado al EPA insistentemente para que recogiera el árbol caído que obstruía el paso desde hace casi un mes, la funcionaria dice que “una vez cae el árbol y deja de cumplir su función ambiental, se convierte en un residuo vegetal y su retiro debe hacerlo la empresa de aseo que tenga cobertura en la zona, para hacer su disposición final en el Relleno Sanitario Los Cocos.
TRATO A LOS ÁRBOLES
El EPA le recuerda a la ciudadanía que la tala, poda y traslado de árboles en el perímetro urbano requieren de la autorización de esta entidad.
Para garantizar la sostenibilidad del recurso arbóreo de la ciudad, es necesario ponerle fin a la informalidad en el trato que se le brinda a los recursos verdes por parte de la ciudadanía.
“En muchas ocasiones las personas talan o podan árboles por capricho, porque les molesta que caigan las hojas en sus residencias, o porque se ubican vendedores ambulantes debajo de los árboles y les quieren quitar la sombra, entre otros argumentos incorrectos”, manifiesta la Cecilia Bermúdez.
Además la gente acostumbra a “intervenir los árboles sin un concepto técnico previo, y sin las consideraciones ambientales necesarias que se expresan en los permisos y autorizaciones que otorga la autoridad ambiental urbana, en las que se indica el proceso a seguir para evitar afectaciones a los árboles, a los bienes y a la misma comunidad residente alrededor de ellos”, agrega la funcionaria.
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