A punto de organizar una protesta pública se encuentran los habitantes del barrio El Campestre, debido a la contaminación que dicen venir sufriendo desde hace tiempo por parte de la empresa de productos alimenticios Indupollo, que opera en esa zona del Suroccidente de Cartagena.
Dijeron los afectados que, por las actividades de la mencionada empresa, sus calles permanecen llenas de plumas de aves, lo mismo que los desagües de aguas servidas.
Asimismo, afirman que en el ambiente se respiran permanentemente malos olores que provienen de dicha productora de alimentos, como también ruidos de sus maquinarias.
Señalaron que la comunidad estudiantil de la “Institución Educativa Berta Gedeón de Báladi” es, tal vez, la más perjudicada, por encontrarse muy cerca de las instalaciones de Indupollo; y, como consecuencia, son receptores de primera mano de los malos olores y de la contaminación auditiva.
Fredy Schorboth Guerrero, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Nuevo Campestre, especificó que no sólo el barrio El Campestre está sufriendo estas agresiones ambientales, sino también Altos del Campestre, 20 de Julio, Sucre y Henequén.
Manifestó también que esta problemática ya está en conocimiento de la Personería Distrital y del EPA Cartagena: la primera envió una comisión a la zona para verificar los pormenores de la queja, mientras que la segunda no se ha pronunciado ante la comunidad.
La comisión de la Personería comunicó a la directora de ese despacho, Olimpia Buelvas Amaya, que, en efecto, durante el recorrido se constató el rebosamiento de las alcantarillas, hedor en un área aproximado de 200 metros a la redonda en las manzanas H a la LL.
En ese momento, los comisionados dijeron haber encontrado a una cuadrilla de la empresa Aguas de Cartagena haciendo las respectivas limpiezas para lograr el flujo normal de las aguas servidas, encontrando que entre el material extraído de las alcantarillas se hallaron desechos de plumas de aves, agua rojiza de apariencia sanguinolenta, al igual que vísceras y tripas, al parecer, de especies avícolas.
Voceros de la Personería dijeron haber conversado con Luis Almeida, un directivo de Indupollo, quien explicó que la vez que se encontraron residuos de aves en los desagües se debió a un error en la empresa, pues accidentalmente se dejaron abiertas unas compuertas que permitieron la salida de los referidos desechos.
Ayer, El Universal intentó varias veces comunicarse con Almeida, pero éste nunca respondió su teléfono celular.
Pese a estas explicaciones, las comunidades afectadas insisten en expresar su deseo de que la empresa sea trasladada a un sitio apropiado para estructuras industriales y lejos de zonas residenciales, como también en organizar alguna protesta pública, si no hay una solución definitiva.
Habla el EPA
Voceros del EPA Cartagena, por su parte, aseguraron haber llevado a cabo, por parte de su Subdirección Técnica de Desarrollo Sostenible, una inspección el pasado 19 de julio, tanto en la empresa Indupollo, como en las calles más cercanas a ésta en el barrio El Campestre.
Mediante esa inspección se pudo constatar que había residuos de sangre, grasa y plumas, lo que da a entender que hubo vertimientos tanto en el alcantarillado como en la misma calle.
“Al indagar en la empresa por lo sucedido, el funcionario Luis Bastidas manifestó que hubo un accidente con la planta de tratamiento por lo cual se había presentado este incidente”, dijeron los de EPA.
Igualmente, indicaron que se iniciaron las investigaciones del caso y se programó una visita de seguimiento ambiental para verificar las condiciones en que se dieron estos vertimientos y cualquier otra afectación, para proceder a adelantar los procesos administrativos sancionatorios a que haya lugar.
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