El dilema de la Playa Piloto en Cartagena

Tanto opositores como simpatizantes del proyecto Playa Piloto concuerdan en que las playas de Cartagena son un desorden, y hoy, cuando hay recursos y el proyecto está ad portas de la firma para su ejecución, surgen inconvenientes que podrían dejar a la ciudad sin un camino claro en la organización de uno de sus atractivos turísticos.
A pesar de que el proyecto se trabaja desde la Administración pasada, solo hasta hace unas semanas recobró protagonismo cuando el alcalde encargado, Bruce Mac Master, y el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, le dieron vía libre. (Lea también Vía libre a proyecto Playa Piloto en el sector de Marbella)
El Gobierno Nacional aportará $5.200 millones de pesos, y la contraparte, el Distrito, aportará $1.800 millones, para los que ya hay disponibilidad presupuestal. Una vez conocida la noticia, el proyecto tuvo oposición en el Concejo, —encabezada por el concejal Antonio Salim Guerra Torres, de Cambio Radical— que pidió a Mac Master no firmar el convenio hasta que no sea debatido y socializado con la comunidad, especialmente con los pescadores de la zona, quienes, según el concejal, se verían afectados.
El cabildante cuestionó que hubiese la certificación de una disponibilidad presupuestal “cuando los pescadores no han sido consultados”. En su intervención en la sesión del pasado 18 de octubre, Guerra Torres argumentó su posición son la sentencia de tutela 348 del 15 de mayo de 2012 —del caso de pescadores afectados con la construcción del malecón y el túnel de Crespo— que exhorta a las autoridades nacionales y al Distrito de Cartagena “para que en el futuro, en las obras que afecten o puedan presentar una afectación a las zonas marítimas o playas donde comunidades dependen de la actividad pesquera, se garanticen espacios de concertación, y no mera información y socialización”, además del acuerdo de medidas de compensación acordes con estudios culturales y de ambiente. (Lea 
En ese mismo sentido, el concejal David Múnera recordó que ha habido “experiencias negativas donde particulares se han ido ocupando de un bien de uso público”, y César Pión señaló que se entendía el motivo de la inversión pero que el proyecto no fue reglamentado como se debía. Contrario a esto, el concejal Andrés Betancourt se mostró a favor del proyecto, considerándolo “conveniente y legal”, y ese mismo día, la directora de Valorización Distrital, Clara Calderón, señaló que el proyecto no necesitaba consulta previa porque en esa zona de playa no viven comunidades afro o indígenas. (Lea Oposición en el Concejo a proyecto Playa Piloto en Marbella)
Consulta Previa
En el vaivén de conceptos, otro actor entró en el debate de la Playa Piloto. La Asociación de Consejos Comunitarios de Cartagena de Indias (Asococ) Mi Tambó, solicitó al Concejo Distrital la convocatoria al derecho fundamental de la Consulta Previa, así como la información que sustenta o respalda el marco jurídico del mencionado proyecto.
El reconocido líder afrodescendiente, Gustavo Balanta Castilla, explicó —en medio de la opacidad de conceptos respecto a si las comunidades afrodescendientes pueden resultar afectadas con el proyecto y si se debe hacer la consulta previa— que en lo concerniente a las comunidades afro, no se habla del concepto de territorio solo en el sentido de georreferenciación. “Tiene que ver, además, con aquello donde tú como habitante o miembro de una etnia, haces pesca o caza, entre otras actividades económicas”, dijo Balanta, agregando que, en ese sentido, el territorio se extiende.
El líder comunitario precisó que en todos estos procesos hay un elemento de “ignorancia frente al componente afrodescendiente” y que, más que una labor de confrontación, la comunidad afro está en una labor pedagógica. “No estamos desfasados, sino que estamos fundamentados en el concepto cultural de territorio, no bajo el concepto georreferencial”, concluyó.
“No hay problema”
En su visita a Cartagena, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Diaz-Granados, fue claro y sencillo en sus palabras respecto a la Playa Piloto. Señaló que hay una malinterpretación del proyecto por parte del Concejo de Cartagena, ya que este no pretende priorizar el tema de playas sino recuperar el espacio público y ponerlo de la mejor manera posible para los cartageneros y los visitantes.
Además, finalizó diciendo que el Gobierno Nacional está aportando la mayor parte del dinero y que  “si por alguna razón la ciudad no aprovecha estos recursos, hay muchas ciudades que los necesitan”.
El proyecto
Según la presentación expuesta en el Concejo por la directora de Valorización Distrital, Clara Calderón, el proyecto Playa Piloto —que busca ser un modelo sobre el funcionamiento de las playas de la ciudad— prevé la construcción de andenes, bordillos, ciclorrutas, paisajismo, plazoletas, canchas de voleibol y microfútbol.
Será desarrollado en 650 metros de playa en el sector de Marbella —dentro también del proyecto Bulevar del Bicentenario, comprendido entre el empalme de lo que será el túnel de Crespo con la avenida Santander y la calle 48.
El Gobierno Nacional ya ha hecho las primeras gestiones para regular el uso de las playas. En octubre de 2008, los Ministerios de Agricultura, Defensa, del Interior, Ambiente, Transporte, Turismo, la Dimar y la Procuraduría hicieron un pacto interinstitucional para diseñar una política pública en defensa y protección de las playas y terrenos de bajamar.