Cartagena


El futuro de la Ciénaga de La Virgen

PEDRO TORRES VERGEL

02 de mayo de 2010 12:01 AM

Con una inversión de 14 millones de dólares (unos 27.500 millones de pesos a valor de hoy) se harían maravillas en la Ciénaga de La Virgen. El ingeniero civil Mauricio Orlando Sánchez Sánchez, especializado en Ingeniería Sanitaria y Ambiental, se refiere así a un ambicioso proyecto ecoturístico y cultural que a paso lento, pero firme, se cuaja discretamente con apoyo de la Administración Distrital y del Establecimiento Público Ambiental (EPA), que dirige Ruth Lenes Padilla y administra La Bocana. Sánchez está adscrito al EPA y es el Coordinador Operativo de La Bocana de Marea Estabilizada, que en el 2010 completa 10 años de estar descontaminando la letrina en que fuera convertido el cuerpo de agua salobre más importante de Cartagena. ¿Cómo estabilizar la ciénaga para que sea un paraje ambiental de atracción turística nacional e internacional? No es tan difícil, manifiesta Sánchez al calcular los 14 millones dólares que valdrían las obras, y comparar esa cifra con los 29 millones de dólares (57.576 millones de pesos) que ha costado el macroproyecto del Emisario Submarino para Cartagena, cuya operación finalmente permitirá tener una ciénaga saneada, sobre la cual ya hay puestos ojos extranjeros para inversión, según lo señalado por el ingeniero. PERSPECTIVAS CON LA CIÉNAGA Ya se dan las primeras pinceladas para hacer de la Ciénaga de La Virgen un parque tecnológico ambiental y cultural. Es un proyecto grande, y tendría componentes tan halagadores como un centro de educación y capacitación ambiental, un acuario nacional, un gran mirador en toda la mitad, áreas de gastronomía, de recreación y diversión familiar; también brindaría las condiciones ideales para deportes náuticos, pesca recreativa y actividades afines. Cuenta Sánchez que inversionistas de Amsterdam (Holanda), por ejemplo, manifestaron su interés hacia el ecoturismo, cautivados por un corredor náutico desde La Bocana hasta la Laguna de San Lázaro, utilizando el Caño Juan Angola, para lo cual proponen motonaves de apenas 50 centímetros de calado, con velocidades de 45 kilómetros por hora y con capacidad para 50 personas sentadas cómodamente. Estas especificaciones, teniendo en cuenta que la profundidad de la Ciénaga de la Virgen varía entre 1 metro, 1,50 y 1,70 metros, según la batimetría realizada por el EPA, que es la única entidad en el Distrito que ha hecho y tiene los registros batimétricos de todos los cuerpos de agua salobre y salada de la ciudad. “La Ciénaga es el único corredor que une a la Zona Norte de Cartagena con el barrio El Pozón en tan sólo 7 minutos en lancha, y lo más importante con todo esto es crear las barreras necesarias para que no la sigan contaminando”, reflexiona el ingeniero Mauricio Sánchez. Con este ejemplo deja latente la facilidad de La Virgen al conectar por vía acuática y en tan poco tiempo, dos extremos opuestos de la ciudad, cuando por medio terrestre el recorrido tardaría no menos de 30 minutos. Estas zonas –además– se pueden complementar, pues el norte de la ciudad es un polo de desarrollo turístico y residencial, mientras El Pozón es una franja densamente poblada por gente humilde, donde hay un potencial grande en mano de obra no calificada, e incluso calificada. PARA TRATAR CON PINZAS Aunque el ecosistema general de la Ciénaga de La Virgen se ha regenerado en 95%, el ingeniero Mauricio Sánchez llama la atención respecto del lecho de este importante sistema hídrico. Explica que el fondo fangoso de La Virgen no se debe remover de manera artesanal ni mediante dragado, porque en ese sedimento hay desechos altamente contaminantes, especialmente en el sur de la ciénaga, frente a Olaya Herrera y Villa Estrella, que son los barrios por donde Aguas de Cartagena (y antes las Empresas Públicas Municipales) le vierte más del 60% de las aguas residuales de la ciudad. “Allí hay organoclorados que hay que trabajar con biotecnología para eliminar esa materia orgánica del lecho cenagoso y sus playas”, explica el ingeniero Sánchez. Japón tiene la aplicación más avanzada para este tipo de intervenciones, se llama Tecnología EM (Microorganismos Eficientes), que es una alternativa muy económica que en Colombia sólo ha sido aplicada por Fundase, de la Corporación Minuto de Dios, para disminuir la contaminación en aguas residuales y eliminar los malos olores. Dice que la eficacia de la EM es tal, que un tanque séptico de 1 metro cúbico se degrada en una semana con esta biotecnología. Este especialista en Ingeniería Sanitaria y Ambiental precisa que si no se le descargaran más aguas servidas a la Ciénaga de La Virgen, este sistema acuoso se descontaminaría en 5 años con Biotelecnología y la ayuda automática de La Bocana. LA BOCANA La Bocana de Marea Estabilizada, inaugurada en el año 2000, costó 25 millones de dólares hace más de 10 años. Fue diseñada por la firma holandesa Haskoning y construida por Boskalis International, también de los Países Bajos. La Bocana es una conexión artificial permanente entre el Mar Caribe y la Ciénaga de La Virgen, que garantiza el flujo y reflujo de las corrientes de marea, permitiendo un intercambio continuo de las aguas. Gracias al funcionamiento automático de La Bocana, cada 24 horas le entran a la Ciénaga de la Virgen 2,5 millones de metros cúbicos de agua marina del Caribe. Cada gota de agua que entra del mar a la Ciénaga tarda 7 a 9 días en dar la vuelta y salir de nuevo al Océano, debido al efecto corioli, o remolino, que recorre el cuerpo interno de agua. Esto es gracias a un “tablestacado”, o pantalla metálica, de 3,5 kilómetros de largo que divide la laguna en dos partes, y que entra hasta la parte más perturbada del ecosistema por ser el receptor del alcantarillado público, es decir, frente a la cabecera de la pista del Aeropuerto Rafael Núñez. El tablestacado obliga al agua limpia, que entra a la ciénaga a través de seis compuertas al subir la marea, a llegar hasta los lugares más recónditos del cuerpo de agua, purificándolo cada 24 horas. Este proceso automático de avanzada tecnología oxigena y diluye toda el agua contaminada que se descarga en el sur del ecosistema por cuenta de los colectores de Aguas de Cartagena y de casi todos los canales pluviales y residuales de la ciudad El sistema es exitoso, explica Mauricio Sánchez, porque el cloruro de sodio (agua salada, o marina) mata los coliformes y bacterias en 3 a 4 días, gracias a un proceso sistemático de oxidación de la materia orgánica proveniente de las aguas residuales, a través de métodos biológicos aerobios que autodepuran el medio acuático por la asimilación de nutrientes. “La Bocana ha mejorado la calidad de vida de unas 300 mil personas que viven alrededor de la Ciénaga, se han mejorado los indicadores de morbilidad y mortalidad en la zona al pasar de 8,3% al 0,3%, y también se ha eliminado la mortalidad de peces en 87%”, expone Mauricio Sánchez, coordinado operativo de esta obra de ingeniería ambiental. “Este año –añade– se le han invertido a La Bocana 399 millones de pesos en su relimpia en el Cono de Transición y mantenimiento del canal principal, y NatGeo (National Geographic Channel) se ha interesado en este proyecto porque ha mejorado la fauna y flora”. La Bocana está diseñada específicamente para garantizar que el ecosistema compense el desequilibrio producido por las grandes cantidades de descargas residuales que recibe. TECNOLOGÍA EM El principio fundamental de la Tecnología EM es la introducción de un grupo de microorganismos benéficos para mejorar las condiciones adversas de un ambiente determinado, a fin de suprimir la putrefacción (incluyendo enfermedades), los microbios y mejorar la eficacia del uso de la materia orgánica por las plantas y otros seres vivos. Así se mejora la calidad y salud del medio. Sus efectos son significativamente benéficos en suelos, prácticas agrícolas, reciclado de residuos de cultivos y biocontrol de pestes. El EM ayuda al proceso de descomposición de materiales orgánicos. (Fuente: http://www.tecnologiaem.com/em.html) INCLUYENTE CON LAS COMUNIDADES Alexis Turizo Tapia, especializado en Recursos Naturales y Medio Ambiente, manifiesta que la participación de las comunidades que rodean a la Ciénaga de La Virgen es fundamental para un proyecto ecoturístico de gran magnitud en la zona, cualquiera que sea, entre otras cosas para que no se sientan excluidos. El experto es el representante legal de la firma Alexis José Turizo Tapia EU, que elabora el Plan Ecoturístico para la Ciénaga de La Virgen, tras ganarse un contrato de $80 millones para esto, en un concurso de méritos realizado por el EPA. Andan en la tarea de socializar el proyecto con líderes comunitarios de asentamientos vecinos, como los barrios Olaya Herrera y El Pozón, el corregimiento La Boquilla, las veredas Tierra Baja, Puerto Rey, Zapatero y Marlinda. “Hemos logrado que estas personas sientan que pertenecen al proyecto, a pesar de que piensan que han sido vulnerados en el pasado. Ellos son el motor del futuro y desarrollo de la Ciénaga”, expresa por su parte Óscar Gutiérrez Giraldo, biólogo marino vinculado a la firma Alexis Turizo EU, para el Plan Ambiental de Ecoturismo de La Virgen. Diseminan la idea de que personas de las comunidades trabajen para el proyecto como guardias ambientales, guardabosques y muchos otros perfiles que hay que cultivar desde ahora en los niños de toda la zona, a fin de que sea un plan de desarrollo sostenible y fecundo con el medio ambiente. “La Ciénaga es el ombligo natural de la ciudad, y es una oportunidad de desarrollo para muchas personas, tiene una cuenca hidrográfica de muchos arroyos, y la Vía Perimetral, por ejemplo, podría ser una parador turístico nacional”, imagina el biólogo Gutiérrez.

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