Cartagena


El mundo de los parqueaderos callejeros

LUIS C. PRADO

20 de julio de 2012 12:01 AM

“!Por acá, mi doña! !Aquí entra el carro!”, le grita Iván Trujillo Cuadrado a una mujer que promedia los 45 años y que llega en su vehículo dispuesta a encontrar un lugar donde parquear frente a la Parroquia Santa Cruz de Manga.
Iván Trujillo, conocido popularmente como “El Flaco” en dicho sector, se dedica a ofrecer parqueo de manera informal en las calles que bordean la Avenida Jiménez.
El lugar donde está a punto de parquear esta señora, carece de vigilancia por cámaras y se encuentra a la intemperie, pero para ella representa una ventaja; la tarifa es regulada por su dadivosidad para con “El Flaco”, pues este último no  establece una suma específica para cobrar por el tiempo que cuida cada vehículo.
A pesar del riesgo que implica para los autos estas faltas de garantías, en Cartagena crecen cada vez más, no solo los informales dedicados a esta labor, sino, sobre todo, los conductores que confían sus autos a dichas personas.
Esta actividad ha crecido en respuesta a la falta de regulación de la que son protagonistas un gran número de parqueaderos informales, de los cuales, se quejan muchos conductores, abusan en ocasiones con las altas sumas de dinero que cobran por cada hora del cuidado de los vehículos, tal como denunció este medio en el mes de marzo. (Lea aquí: Aquí nadie regula a los parqueaderos)
Pero ¿qué tan confiable son estos parqueaderos callejeros?
Como herramienta para proteger los autos, en el caso de Iván, solo posee una varilla con la que confiesa ha correteado a más de un ladrón que ha intentado hurtar objetos y accesorios de los carros de sus clientes.
Muchos conductores llegan al punto de entregar las llaves a los “cuidanderos”, quizás poniendo su confianza en los años en que la persona ha desempeñado la función en el mismo lugar.
“Yo llevo 12 años cuidando carros y además los lavo, por eso las personas me conocen y saben que no les voy a robar nada”, atina a decir el “Flaco” justificando el porqué de la confianza de sus clientes hacia él.
Las reglas del negocio
A pesar de no manejar tarifas, las personas dedicadas a rebuscarse en esta actividad recaudan de 30 mil a 40 mil pesos trabajando 4 horas en un “buen día”.
Una sola cuadra puede tener hasta 4 “dueños” a la hora de ofrecer parqueos, y los límites de cada uno son previamente establecidos con el fin de evitar inconvenientes.
De la misma forma, para ofrecer un servicio al menos 18 horas al día,  los informales establecen turnos de servicio de 8 horas cada uno.
No hay restricciones
A pesar de tratarse de una actividad informal no regulada, Edilberto Mendoza, director del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte, aduce que la Institución solo tiene incidencia en el caso si los vehículos son parqueados y vigilados en lugares de no parqueo.
Por tanto no existe una forma de restringir este método de “rebusque”, ya que solo las comunidades pueden presentar quejas si los vehículos obstaculizan su libre movilidad como lo contempla el articulo 24, en cuyo caso, los responsables serían los propietarios de los autos.
CIUDADANOS OPINAN
Alexander Castellar
Gracias a estas personas podemos dejar nuestros carros en partes en donde no hay parqueo así es que si no es por ellos nos tocara caminar porque los parqueaderos que hay están lejos y son costosos.
Henry Diaz Crespo
De momento, con estos individuos no he tenido ninguma mala experiencia. Todo perfecto.
Fabio Andrés Zea Montoya
cuando uno no les da dinero por un servicio no solicitado ellos se molestan y agreden verbalmente.
Ferdinand Cantillo Herrera
Un tipo de esos en el Boquetillo me robó un balón y me saco un cuchillo muy grande, no quise reñir con él pero no confío en ninguno de ellos.

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