Emisario Submarino, se busca

En busca una vez más del Emisario Submarino, El Universal se adentró en el Mar Caribe cartagenero, pero las olas altas que desde hace un par de días nos recuerdan la furia marina, hizo de un simple viaje en lancha, toda una travesía.
Las expectativas eran enormes, pero a medida que avanzábamos se desvanecían como el rayo de sol que sucumbió en el cielo gris.
A una velocidad mínima, dimos varias vueltas sin divisar en el horizonte embarcaciones, boyas o algún tipo de distintivo que nos indicara que estábamos próximos al lugar donde flota la tubería, así que el mal tiempo nos hizo volver cuando estábamos en el Norte del Bajo.
Si hubiéramos avanzado hacia el Sur, nos lo hubiéramos tropezado, ya que se ha ido rodando con el oleaje, como supimos más tarde a través de la Capitanía de Puerto.
De regreso, llegando a Bajo Grande, aproximadamente a dos millas náuticas de la ciudad, nos encontramos de frente con lo que a la distancia parecía una anaconda enorme al vaivén de las olas, custodiada por el remolcador Sea Trout.
En menos de una semana los 1.500 metros del Emisario –podrían ser más o menos, nadie está seguro– que flotan en esta zona, según cálculos del ingeniero Francisco Javier Pérez Tena, gerente de Aguas de Cartagena, han cambiado notablemente.
La punta de la tubería, que se encontraba hacia el Norte, a esa hora miraba hacia el Sur.
Es evidente que la estructura flotante no sólo cambió de rumbo, lo que es normal, sino que se viró sobre su eje y la parte que permaneció hundida los meses que tardó armándose en la Bahía de Cartagena, ahora apunta hacia arriba.
El giro lo delatan las pequeñas ostras adheridas al tubo, que ahora sirven de distracción a algunas aves marinas que merodean por la zona. Sólo la fuerza del mar pudo darle ese volatín.
Según la Capitanía de Puerto, en menos de 24 horas debe haber una señalización en todos los tramos flotantes para evitar accidentes con barcos y lanchas, y luego se requiere medir los tramos por fuera y por debajo del agua, para poder establecer la longitud de la tubería encontrada.
El marte será la tercera audiencia
La Capitanía de Puerto conduce audiencias con quienes participaron en la operación fallida del traslado del Emisario Submarino a Punta Canoas, para establecer por qué salió mal.
Después de que ayer se cumpliera la segunda audiencia, Aguas de Cartagena, EDT Marine Construction y demás actores implicados en el suceso marino, que tiene en vilo la culminación del proyecto de saneamiento más grande de la ciudad, deberán encontrarse el próximo martes para una nueva diligencia en la que se tratará de esclarecer aún más sus responsabilidades respectivas.
Llegó hasta Isla Fuerte
Ayer también se conoció que apareció otro tubo del Emisario Submarino, de 100 metros de longitud, según un boletín de la Alcaldía.
Este tramo sin lastres, que servía de flotador del resto de la tubería durante el traslado a Punta Canoas, fue a dar a Isla Fuerte, corregimiento de Bolívar, al sur del Golfo de Morrosquillo, y frente a Paso Nuevo (Córdoba), es decir, una distancia en línea recta desde el área de Punta Canoas de 127 kilómetros, con un rumbo de unos 211 grados.
Acuacar informó que el tramo de tubería “se encuentra resguardado... con lo que se evita cualquier accidente marítimo”.