Antes de 20 días, la parte alta de San Francisco, donde una falla geológica ha afectado las estructuras de más de 500 viviendas, desde noviembre del año pasado hasta la fecha, debe estar totalmente desocupada para evitar se presente una tragedia de grandes proporciones.
Esa es la meta del Distrito debido al deterioro progresivo que presentan las 350 viviendas que quedan en pie en el sector Las Lomas, construidas hace 40 años por el extinto Instituto de Crédito Territorial (ICT). En la madrugada de ayer colapsaron tres viviendas y en el día se cayeron varias paredes de casas aún habitadas, por fortuna sin dejar heridos.
En esta semana, expertos de la Universidad de Cartagena informaron que la persistente humedad, generada por los inviernos de los últimos años y fugas de agua, debilitó el terreno y lo ha hecho frágil, al punto que en cualquier momento se puede presentar un deslizamiento.
“La consigna es evacuar la parte alta de este barrio, pero aunque no ha sido fácil, se está logrando poco a poco. Es que la gente se ha dado cuenta que el problema del suelo es irreversible y el peligro es inminente para quien persiste en quedarse en las agrietadas y débiles viviendas”, dijo el secretario del Interior del Distrito, Milton Buelvas Mendoza.
Quienes aún no han salido del barrio viven con la zozobra a cuestas porque todos los días colapsa una casa, se revienta la tubería de acueducto, de alcantarillado y hasta del gas natural. Todo por los movimientos del terreno.
Ayer la calle Buenos Aires amaneció dividida por una enorme grieta que apareció en la mañana, dicen los representantes del Distrito producto del fuerte aguacero que cayó en esa zona de la ciudad. Alrededor de esa zona se encuentran las casas que colapsaron.
El barrio se queda solo
“Nosotros sentimos en la madrugada un sonido seco y después el estruendo cuando se cayeron las paredes. Yo me caí de la cama porque el suelo se movió. En la mañana nos dimos cuenta de lo que había ocurrido y sinceramente yo no quiero estar más aquí. Imagínese, si ya la calle se agrietó lo más seguro es que se presenten deslizamientos y las más afectadas serán las pocas casas que quedan en pie. Por eso le pedimos al Distrito que nos saque como sea de aquí”, dijo Luz Janeth Cantero, ama de casa.
Agregó que en su casa viven 11 personas de dos familias que no tienen recursos para mudarse. “Yo pensé que el mundo se iba a acabar. Hasta dos soponcios me dieron por el susto y la tristeza que me genera ver como se acaba mi barrio”, indicó la mujer.
“Yo también me voy”
Alcides Fuentes Terán, el chef de la manzana 31 de San Francisco, advierte que este fin de semana se marcha del barrio que lo vio nacer y crecer.
“Aquí todo el mundo vive su propio drama y tiene una tragedia que contar. Yo vivía arrendado con mi mujer e hijos y a mediados de este mes se cayó una pared de la casa y le aparecieron grietas por todos lados. Entonces, decidí mudarme para la casa de mi mamá y a los tres días comenzó a levantarse el piso y las paredes se agrietaron, al punto que entre hoy y mañana, si antes no se cae la vivienda, salimos de aquí”, indicó.
Otros moradores de San Francisco prefieren no hablar del tema porque la tristeza los consume. Todos buscan una explicación lógica, pero nadie la tiene. Una mujer gorda de unos sesenta años llora desconsolada, mientras sus hijos cargan en un carro-mula algunos de sus enseres, y dice: “yo que nunca pensé en salir de mi casita. Pero ya no puedo seguir aquí porque puedo morir bajo sus escombros”. Otro vecino que observa la escena, replica: “Este barrio da es tristeza”.
¡Evacuación es urgente!
Para Gloria Gil, coordinadora para la Reconstrucción de San Francisco, la evacuación de por lo menos 150 casas es urgente. “Hay más de 100 viviendas aún que pueden ser habitadas otros días, pero antes de tres semanas todos deben abandonar el barrio y sus casas”, dijo.
La funcionaria advierte que el año pasado durante la emergencia se reubicaron 135 familias en la urbanización Ciudad del Bicentenario, pero indicó que ahora no hay oferta de viviendas. “Hasta el mes de marzo pasado teníamos 339 familias recibiendo subsidios de arriendo, aunque no todas habían salido de la zona. Por eso se les pidió ahora que abandonaran y algunas lo han hecho, otras no”, dijo.
“En este momento estamos avanzando con la sensibilización de la comunidad, con la entrega de subsidios de arriendo y el levantamiento de la información del estado del inmueble y su afectación”, dijo.
Recalcó que pese a lo que el Distrito está haciendo en la zona y al inminente riesgo, la comunidad está polarizada porque algunos líderes políticos incitan a los damnificados a quedarse en sus casas. “Por eso nos hemos dado a la tarea de visitar a la gente y decirles que el Distrito las va a apoyar”, dijo.
“Estamos actuando de manera preventiva. Sabemos que puede ocurrir un desastre y por eso necesitamos que la comunidad lo entienda salga de sus casa lo antes posible”, precisó.
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