En ocasiones un semáforo puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Esta premisa aplica para el caso de la intersección vial de la Glorieta Santander con la Avenida del mismo nombre, donde la falta de esta señal luminosa ha causado varios choques vehiculares, incluida la muerte de un policía de tránsito.
Desde este incidente que conmocionó a la ciudad han pasado diez días, luego de los cuales sigue en vilo la instalación de estos semáforos y persisten las dificultades para la regulación del tráfico en este punto neurálgico de la ciudad.
El trámite para la instalación de los aparatos electrónicos ha sido demorado, dado que hace varios meses Transcaribe terminó la reconstrucción del sector, incluido en las obras del tramo seis de este macroproyecto, desde la Glorieta Santander hasta la Base Naval.
El gerente de Transcaribe, Enrique Chartuni González, asegura que la solicitud para la dotación de semáforos en esta y otra intersección del sexto tramo (Base Naval) fue enviada al Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), que ha procedido con el trámite correspondiente.
Al respecto la directora del organismo distrital de tránsito, Eliana Serge Bolaños, aclara que se han tomado las medidas técnicas para manejar el tráfico en la zona mientras la Concesión Alumbrado Público de Cartagena hace la instalación de los equipos de señalización.
La funcionaria considera que los incidentes ocurridos se deben a la imprudencia de muchos conductores que desatienden la señal de pare instalada en estos cruces, las cuales “tienen la misma validez jurídica que un semáforo, pero desafortunadamente algunos no entienden que deben detenerse completamente para dar paso a quienes vienen en la vía de prelación, en este caso, la Avenida Santander”.
El Código de Tránsito establece que no detenerse ante una luz roja o amarilla de semáforo, una señal de pare o un semáforo intermitente en rojo, deriva en una sanción de 30 salarios mínimos diarios legales vigentes, es decir, $535.600.
A estas señales se suma la presencia permanente de un agente de tránsito de la Policía Metropolitana de Cartagena, “que trabaja de manera intensa para evitar que se congestionen las vías que confluyen en el sector”, expresa la Directora del DATT.
INSTALACIÓN EN ABRIL
El gerente de la Concesión Alumbrado Público de Cartagena, Marcos Hormiga Pérez, asegura que la demora en la instalación de los semáforos en el sector turístico no se debe a negligencia de la organización que él dirige, sino a los trámites que implica la importación de artefactos luminosos desde Inglaterra.
Hormiga comenta que los semáforos fueron encargados en diciembre de 2010 a la multinacional Siemens, en Europa, luego de que se concretara con el Distrito, mediante un adendo, la instalación de siete intersecciones, entre las que se cuentan las del sexto tramo Transcaribe (acceso a Bocagrande).
Estos aparatos, cuya fabricación dura tres meses, llegarían a la ciudad a finales de marzo, y de inmediato se iniciaría la instalación de las intersecciones de la Base Naval y de la Glorieta Santander, que son prioritarias por ser puntos de alto riesgo de accidentalidad.
Esta labor tardaría entre ocho y diez días, por lo que se prevé que las señales luminosas estén en operación plena en los primeros días de abril.
“Nosotros (Alumbrado Público) tenemos los diseños y el personal dispuesto para poner los semáforos en cuanto lleguen. Por lo menos ya sabemos que Transcaribe hizo correctamente las obras civiles que se requieren para la disposición de las señales ”, indica Hormiga.
Adicionalmente se instalarán semáforos en El Prado (Avenida Pedro de Heredia), frente al Colegio San José Claveriano, en San Francisco; en la Bomba El Gallo, en El Amparo y en el sector Badel, cerca de Santa Lucía.
El vocero de Alumbrado Público dice que la celeridad en la instalación de las señales luminosas para el cuarto tramo de Transcaribe (El Amparo-Anita) depende de la rapidez con que se terminen las obras de Transcaribe en esta zona del sur de Cartagena.
En total se señalizarán con semáforos siete intersecciones, con una inversión de 1.000 millones de pesos aportados por el DATT.
SEMAFORIZACIÓN
La Concesión Alumbrado Público de Cartagena instaló en una fase inicial 52 semáforos nuevos, en puntos estratégicos indicados por el DATT.
Este año se dispusieron cinco semáforos más en la Transversal 54 (Avenida del Bosque) y se prevé la instalación de siete adicionales en diferentes vías de la ciudad.
Con esto se completarían 64 intersecciones semafóricas en Cartagena, y serán más en la medida en que crezca la red vial y las zonas urbanizadas en el Distrito.
El contrato para operar el alumbrado público de Cartagena, fue concedido desde 1997, por un periodo de 20 años, es decir, termina en el 2017.
La autorización para instalar más semáforos se tramita a través de la Oficina de Servicios Públicos del Distrito, encargada de manejar lo relacionado con las concesiones de servicios públicos en la ciudad, en este caso la de Alumbrado Público.
La labor de la Oficina de Servicios Públicos del Distrito es coordinar los mecanismos de financiación y ejecución de las obras a cargo de estas concesiones.
En este caso la Alcaldía tiene tres opciones: subir la tarifa que pagan los cartageneros por alumbrado público, ampliar la concesión a la firma privada que instala los semáforos o poner el dinero para esta labor.
Las dos primeras alternativas no han sido contempladas por la Administración Distrital, que ha preferido poner el dinero necesario para la instalación de los semáforos adicionales.
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