El Gobernó Nacional, a través del vicepresidente Francisco Santos, anunció ayer en el marco de la Cumbre de Cartagena por un Mundo libre de Minas antipersonal, que invertirá 80 millones de dólares en los próximos cuatro años para acabar con los campos minados y darles asistencia a las víctimas de estos artefactos explosivos.
De igual forma el Vicepresidente en nombre del gobierno colombiano insto a que el reto principal de la Convención sea en el futuro cercano, dotar a los Estados partes de más y mejores herramientas para garantizar el cumplimiento cabal de las obligaciones contraídas por los países signatarios, que se encuentran en contextos complejos como el de Colombia donde las nuevas formas de uso y producción de estos artefactos explosivos ponen en riesgo la vida de miles de comunidades.
Santos reiteró que los grupos armados ilegales en Colombia, elaboran los artefactos de manera artesanal, con características complejas de activación, y producidos con materiales que maximizan su capacidad destructiva y dificultan a la vez su detección.
“Por esto consideramos que en defensa de la vida y de la seguridad de la gente no podemos tener concesiones con el terrorismo. Tan solo en esta semana se han completado siete casos de personas heridas por este tipo de artefactos explosivos sembrados por la FARC.”, enfatizó.
El Vicepresidente explicó que estos grupos admiten abiertamente que producen y usan minas antipersonal,”las utilizan para contrarrestar, eludir o disuadir acciones legitimas de la fuerza pública. Y para proteger cultivos ilícitos de su propiedad. Las siembras en poblaciones, fuentes de agua, en calles, caminos, en tierras productivas, parques naturales y reservas de comunidades indígenas”.
Reitera llamado
De igual forma el Gobierno colombiano, reiteró el llamado al pleno cumplimiento de la convención y la universalización del instrumento, destacando a la vez el anuncio de Polonia en el que manifestó su intención de ratificar en el año 2012 la convención de Ottawa y de aquellos estados no parte que manifestaron enérgicamente su voluntad política para promover los principios de la Convención.
Santos culminó la intervención diciendo que es inadmisible los discursos ambiguos y la doble moral, en temas como este que compromete seriamente el Derecho Internacional Humanitario, “liberar el mundo de minas antipersonal y alcanzar el objetivo de “cero nuevas víctimas” es una obligación de todos que no admite excepciones”.