Hace ya casi un mes que las obras del cuarto tramo de Transcaribe, entre El Amparo y el barrio Anita, están paralizadas y sin indicio de que la situación pueda cambiar.
El anuncio hecho por el gerente del macroproyecto Enrique Chartuni González sobre la reactivación de los trabajos el miércoles de esta semana no se cumplió, y cada vez son más las dudas de la ciudadanía sobre la fecha en que terminarán de construir este trayecto.
El problema sigue siendo la falta de plata del contratista a cargo de las obras, Consorcio Vías del Caribe, conformado por las firmas H y H Arquitectura, de Barranquilla, y Sonacol S.A., de Bogotá.
Chartuni dice que el constructor aún está gestionando ante distintos bancos los cerca de $500 millones que se calcula cuestan las obras faltantes del tramo.
Lo único claro es que el constructor seguirá al frente de esta fase del proyecto por lo menos hasta abril de 2011, que es el plazo dado por Transcaribe para la entrega del tramo cuatro, incluida la corrección total de defectos.
PREOCUPACIÓN
Respecto de los retrasos y la incertidumbre que rodean al cuarto tramo de Transcaribe el contralor distrital de Cartagena, Hernando Sierra Porto, dice que la peor parte en este problema la llevan los residentes del área de influencia de la obra y los conductores y peatones que circulan por esa vía.
Manifiesta no entender cómo se adjudicó una obra tan importante a un contratista que ha quedado “varado” por falta de recursos y advierte que de no tomarse medidas rápidas y efectivas se generarían daños patrimoniales al Distrito.
Ante esta situación, el Contralor precisa que la Alcaldía de Cartagena tiene ahora la responsable de tomar las decisiones que permitan superar los inconvenientes y conseguir que la obra se entregue el menor tiempo posible.
Sobre el estado y calidad de los trabajos realizados en este y en el resto de los tramos viales en ejecución, el funcionario agrega que en 20 días, aproximadamente, será divulgado un informe de la auditoría que se realiza desde agosto de 2010 al macroproyecto.
Ese reporte es el resultado de evaluaciones hechas por especialistas de la Contraloría General de la República y de la Contraloría Distrital.
NO ARRANCA ESTE AÑO
El contralor Hernando Sierra considera que estas demoras hacen prever que el sistema Transcaribe no iniciará operación este año y que “siendo optimistas y si todo marcha bien podría arrancar en agosto de 2012”.
El jefe del organismo distrital de control explica que esta circunstancia exige fijar un mecanismo para el mantenimiento y cuidado de los tramos construidos, teniendo en cuenta el deterioro que podrían tener por la falta de control.
Esta labor incluiría la vigilancia del espacio público, el mobiliario urbano, la señalización e infraestructura vial, de manera que estén en condiciones óptimas cuando empiecen a rodar los buses articulados y padrones.
¿PARA CUÁNDO?
Aunque relativamente son pocos los frentes de trabajos pendientes en el tramo cuatro de Transcaribe, son precisamente los que generan más incomodidades a la ciudadanía.
En El Amparo, por ejemplo, falta terminar bordillos y las áreas que servirán para las siembras están llenas de piedras, escombro e incluso tierra que con el agite de la brisa generan un ambiente insalubre para los residentes del sector.
Otro de los puntos donde hay complicaciones para la movilidad es frente a Unicat, donde antiguamente había un round point y hoy está cerrado, lo que obliga a los conductores a avanzar unos metros adicionales para luego hacer un giro a la izquierda que es peligroso, dado que confluye con el tráfico proveniente de El Gallo, por la Carretera La Cordialidad.
También en la intersección de La Cordialidad con la Vía del 13 de Junio faltan algunas placas de concreto, lo que sumado a la imprudencia de muchos conductores causa problemas en el tráfico.
Lo más preocupante es que la falta de plata del contratista no da siquiera para mantener a los reguladores de tráfico que habitualmente estaban en estos sectores, y tampoco a los agentes del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), que siempre son pocos, para controlar el tránsito en la ciudad.
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