En la calle 43 de La María se perdió la calidad de vida

Los habitantes de la Calle 43, del barrio La María, volvieron a quejarse de las malas con-diciones en que esa vía quedó después de que la empresa Edurbe inició, sin mucho éxito, una obra de pavimentación. La Calle 43 es una de las transversales que comunican a la Carrera 30, de La María y La Esperanza, con la Vía Perimetral. Pero dicen los lugareños que las obras de pavimentación fueron tan mal hechas que la ca-lle quedó sin declives que conduzcan las corrientes pluviales hacia la ciénaga de La Virgen; y, en lugar de eso, se estancan y reciben las aguas de la ciénaga cuando sube la marea. Ese fenómeno es palpable en este momento, tras las lluvias continuas que ha recibido la ciudad en los últimos días, pero las consecuencias del fracaso en la obra se vienen padeciendo desde hace más de tres años, de acuerdo con lo que cuentan los afectados. El caso es que a las aguas estancadas, además de afectar con sus malos olores a unas 30 fa-milias que viven en ambas orillas de la vía, producen mosquitos, afean la zona y no permiten el acceso de vehículos de ningún tipo. Los habitantes aseguran que ya se han presentado cinco casos de dengue clásico, además de que constantemente los niños caen las aguas, pero el caso más grave fue el de una mujer de edad que se rompió una pierna durante un día lluvioso. Dicen que lo más exasperante consiste en que, cuando está lloviendo, las aguas pluviales y las de la ciénaga se estancan con mucha facilidad, pero demoran días y semanas para evacuar-se, mientras que los moradores deben ingeniárselas para esquivar la invasión de mosquitos y las cantidades de sedimento que se riegan hacia las otras calles. Se ha hecho de todo Francisco Aguirre, el fiscal de la Junta de Acción Comunal, dice que su gremio, con el apoyo de algunos vecinos, han emprendido acciones como bloquear la Vía Perimetral, tomarse las instalaciones de Edurbe, pedir ayuda a la Personería, dirigir cartas a la Alcaldía Lo-cal 2 y a la Secretaría de Infraestructura del Distrito, pero dichos esfuerzos han sido infruc-tuosos. Sin embargo, otro grupo de vecinos estima que la JAC ha hecho poco por buscar la solución del problema, mientras que los agremiados responden que por haber fallecido el presidente en días pasados el grupo necesita reorganizarse y es en ese proceso en donde ha estado la dificultad de hacer un seguimiento a la problemática. De otra parte, anotaron que, en las últimas semanas, las autoridades les enviaron una motobomba que diariamente debe extraer el agua, pero al mismo tiempo ha adicionado un nuevo problema, dado que, según los habitantes, ya hay niños con afecciones auditivas, pro-ducto del ruido que emite la máquina. En el punto en donde se encuentran la Calle 43 con la Vía Perimetral, hay un pequeño puente por debajo del cual pasa un canal por donde se supone deben correr las aguas pluviales, pero en vez de eso ahí se encuentran con las de la ciénaga e inundan la vía. Por eso, los vecinos más cercanos a la Perimetral han construido pequeñas murallas de tie-rra y piedras para cortarle el desplazamiento a las aguas. Los de la JAC recuerdan que cuando se iniciaron los trabajos, otros elementos afectados fueron los manjoles que le pertenecen a esa zona, puesto que quedaron muy por debajo del nivel del pavimento, lo que hace que se produzca su rebosamiento como para complicar más el panorama.