“Estamos hartos del problema con las tractomulas”: residentes de El Bosque

Los residentes del barrio El Bosque están tan cansados del problema que les genera el parqueo indiscriminado de tractomulas en sus calles, que ya hasta se les quitaron las ganas de protestar.
“Las autoridades no hacen nada, porque aquí el que tiene plata es el que manda la parada. Aquí vienen los agentes pero con las mismas se van y los carros los dejan parqueados ahí mismo como si ellos no hubieran venido”, comentó una residente del sector que pidió mantenerse en el anonimato, puesto que ya ha tenido varios altercados con los propietarios de una bodega a la que llegan estos tractocamiones y se quedan estacionados en la calle.
“El pavimento de estas calles y la anchura de las mismas no están diseñadas para el paso de camiones tan pesados, por eso es que han dañado toda la carretera y los andenes, ya que cuando quieren dar la vuelta se montan por estos para hacer sus maniobras. Por eso tienen todas las esquinas de los andenes destruidas”, agregó la afectada, quien ha puesto piedras en la esquina de su casa para que no le dañen el andén frente de su vivienda.
Esta problemática viene desde hace varios años y los moradores del sector no solamente se ven afectados por la destrucción de sus vías y sus andenes, sino que el ruido que hacen los motores en algunas ocasiones les perturba la paz en los hogares.
“El ruido cuando llegan es tan grande que no podemos ver televisión, ni hablar por teléfono. Nos toca encerrarnos en los cuartos”, dijo Fernando Vargas.
Vargas agregó que él y sus vecinos han hecho todo lo que han podido para erradicar este problema, incluso han hablado con los propietarios de los negocios, quienes –comenta- les han salido con grosería.
  “Tenemos que aguantarnos todo lo que hagan. Hasta cables de líneas telefónicas han tirado al piso”, enfatizó.
Todos los residentes del sector coincidieron en que están hartos con el problema de las mulas, ya que ni las autoridades han sido capaces de quitarlos cuando están parqueados en las calles.
“Los policías motorizados vienen todos los meses rabiosos y se van riéndose después de que les han dado lo suyo”, comentó otro de los residentes de la zona, quien fue respaldado por toda la comunidad.