Muchas críticas ha generado la decisión del Juzgado Décimo Civil Municipal de frenar provisionalmente las obras de tramo 5A de Transcaribe, entre Bazurto y la Popa, hasta que se falle una tutela instaurada en dicho despacho por una comerciante formal del Pie de la Popa que dice estar afectado por estos trabajos.
Así se evidencia en los comentarios de los foristas de www.eluniversal.com.co, quienes en su mayoría consideran desatinada esta medida cautelar y desbordada la pretensión de una indemnización del propietario del negocio afectado.
El forista identificado como CiudadanoIlustre dice que: “Transcaribe debería demandar por daños y perjuicios a la señora (comerciante) y al juez si la tutela se falla a favor de ellos. Por abusar de los mecanismos de protección es que nuestra sociedad está como está, nadie tiene el más mínimo respeto por las instituciones y las utilizan sólo si pueden sacar provecho de ellas”.
Rey Midas asegura que “es totalmente incomprensible e inaceptable lo que hacen las personas por el amor al dinero, a la propietaria de ese almacén de rines deberían cerrarle el negocio hasta que culminen los trabajos por irresponsable ya que no pueden estar sus intereses por encima de los cartageneros. ¿Será que esta señora al terminar las obras, se mejore el entorno de su almacén e incrementen sus ventas pagará al Distrito alguna suma por esas ventas? Esperamos que sí”.
El usuario Samimejía se pregunta si no es más inconveniente frenar los trabajos del tramo 5A Transcaribe, “¿No es peor suspenderlas?, el hueco sigue allí, ahora vienen las lluvias y no se puede avanzar, la comerciante lo que quiere es plata, porque si le interesara el bien general tuviera paciencia como los demás comerciantes y más bien se solicitaría acelerar las obras en ese sector en el que deben trabajar en dos turnos”.
A FAVOR
Algunos foristas como El colombiano consideran que el atraso en las obras va más allá de las decisiones de la justicia y señalan que “todo esto lo origina la falta de planeación, cuánto tiempo pasa y buscan todo tipo de excusas para justificar la demora. Esto no parece un macroproyecto sino una obra de limosnero. Los comerciantes tienen la razón porque estas obras entre más las demoren más benefician a los contratistas”.
El usuario identificado como El comerciante responde a las críticas de otros comentaristas y dice que: “Ustedes (en referencia a los foristas que critican la decisión judicial) hablan en el caso de porque no tienen ningún tipo de negocio que esté afectado por este megaproyecto que además de estar atrasado está lleno de sobrecostos y trabaja en plan tortuga. Hay que ponerse en el lugar de las personas afectadas ya que de ese negocio o de esos negocios viven muchas familias”.
“HAY QUE AVANZAR”
El gerente de Transcaribe, Enrique Chartuni González, asegura que los comentarios de los foristas de eluniversal.com.co demuestran que “la ciudadanía se ha dado cuenta de que las obras del proyecto hay que hacerlas y entre más rápido mejor; es mucho más perjudicial que los trabajos se paren ya que los comerciantes tendrían más dificultades”.
El funcionario asegura que en caso de que se levante la medida cautelar que impide avanzar en los trabajos en el sector donde está el negocio de la comerciante inconforme, “el pavimento, que es lo único que falta en esa zona, se podría hacer en 20 o 25 días y de esta manera la actividad comercial se normalizaría”.
Chartuni confía en que los argumentos presentados al Juez Décimo Civil Municipal por parte de Transcaribe y el Distrito serán suficientes para que este revoque la orden judicial y falle en contra de la comerciante la tutela que busca el amparo de los derechos al trabajo, el debido proceso y la igualdad.
“Si el juez falla en contra del Distrito se estaría contradiciendo con relación a las decisiones que tomó en febrero de este año en el caso de los colchoneros cuando reculó en su orden de frenar las obras. En ese caso el Distrito tendría razones para iniciar las acciones judiciales que ha anunciado contra el juez”, puntualiza el Gerente de Transcaribe.
REACCIÓN ESPERADA
Dalila Manga Banquez, abogada de la comerciante inconforme, dice “que los comentarios de la página web de El Universal en contra del juez y mi cliente eran de esperarse por eso no nos afectan ni cambian nada en este proceso en el que lo único que pretendemos es defender los derechos de un comerciante formal que está siendo afectado por las obras de Transcaribe”.
La jurista agrega que “las personas que comentan estas noticias por lo general están desfasadas y no conocen en detalle los procesos jurídicos. Sabíamos que eso iba a pasar pero lo que nosotros debemos hacer es continuar con nuestra labor”.
Manga reitera que este caso es diferente al de los vendedores informales de colchones y muebles de Bazurto “porque ellos eran informales ocupantes de espacio público y mi cliente es un comerciante formal que no trabaja en espacio público y lo único que pide es que se respeten sus derechos”.
La abogada reconoce que “sabemos que la tutela no es la vía para pedir una indemnización y si hemos optado por esta vía es simplemente para que un juez tutelen los derechos fundamentales al trabajo, debido proceso e igualdad y a partir de ahí iniciar un proceso por vía administrativa mediante el cual se reclame una reparación directa por los daños y perjuicios generados por estas obras”.
Manga Banquez está optimista frente al fallo de tutela que se prevé se profiera esta semana y defina si la comerciante o el Distrito tienen la razón.
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