Martes 26 de noviembre de 1985
Afirma el maestro Escalona: Los acordeoneros de antes cantaban con voz templada y rota por el ron
Hablar de y con Escalona, es hablar de la historia de la música vallenata, pues el es uno de los pioneros de este Folclor, uno de los grandes y mas prolijos compositores, que con su talento y amor dieron a conocer a toda esta música que siempre ha tenido como epicentro a Valledupar.
El vallenato como todo ritmo, como toda música ha tenido sus etapas, sus ciclos en los cuales han sobresalido nombres de compositores y temas que han marcado todo un periodo.
Últimamente la controversia se ha tejido en torno a ese vallenato de antes que todos recuerdan con nostalgia, y al de ahora, al que se tilda de comercial, y que solo es hecho con animo puramente mercantilista.
¿Qué piensa el maestro Escalona de esto? “Muy bien, este concepto parece estar dedicado al vallenato mío, y debería sentirme de acuerdo, sí muy de acuerdo, decir magnifico, pero no puedo decirlo porque hay que analizar ciertas razones de orden cultural y hasta socioeconómica que influyen en este caso muy positivamente...”
Pedro Casals: “Algo de Cartagena habrá en mi próxima novela”
“Con toda seguridad en mi próxima novela habrá una atmósfera extraída de Cartagena, quizás un personaje, pero es seguro que habrá algo de esta bella ciudad, siempre me pasa así”, dijo el novelista
español Pedro Casals, quien recorrió parte del país en compañía del gerente de la Editorial Plaza y Janés, Juan Ignacio Frayle, y estuvo el fin de semana anterior en Cartagena. Casals, considerado como uno de los más interesantes innovadores de la novela de política ficción de España en los últimos años, acaba de lanzar en Colombia sus obras “Quién venció en Febrero”, “El intermediario”, “Anónimos contra el banquero” y otras. Autor de novelas cortas y relatos publicados irregularmente en Play Boy y de poemas y cuentos para diarios y revistas españolas, Casals abandonó la poesía como género preferido (“lo considero el ultimo reducto de mi intimidad”) para meterme de lleno en la elaboración de novelas, a las que llama “un vicio irrenunciable, una adicción total e imparable”.
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