El alcalde menor de la Localidad 3, Edgar Arrieta Caraballo, se refirió ayer a la situación del Cerro Albornoz, que se encuentra invadido, desde hace 11 meses, por un número de familias que va creciendo paulatinamente.
El predio en cuestión pertenece a la empresa Cementos Argos S.A., cuyos directivos han dicho que se trata de una reserva ecológica que no se puede ceder para levantar viviendas dada la delicadeza de su terreno.
Arrieta Caraballo manifestó que, en cuanto a lo que legalmente le compete, la Administración Distrital ha tenido toda la voluntad de mantener el cerro desocupado, por lo cual ya se han efectuado dos desalojos, “pero desafortunadamente los propietarios no cerraron el lote ni lo mantuvieron en custodia, y por eso se han ido metiendo más invasores”, anotó el man-datario.
Sin embargo, afirmó que en aras de defender el medio ambiente por encima del tópico de la titularidad de tierras, la inspección de la Unidad Comunera 11 emitió un decreto de am-paro policivo que determina que la firma Reforestadora del Caribe (filial de Cementos Argos) debe poner todos los medios para que la Policía Metropolitana apoye el desalojo.
Al respecto, el alcalde menor dijo que dicho amparo salió hace 15 días, pero que Reforestadora del Caribe lo solicitó sólo para una parte de los predios “y estamos esperando la otra parte para que se haga un solo y definitivo operativo, ya que esa diligencia demanda una in-versión importante”, indicó.
Indicó que, al mismo tiempo, su despacho está trabajando conjuntamente con la Armada Nacional para lograr que sus efectivos permanezcan vigilando la reserva forestal.
También anunció que, aunque no se conoce el número preciso de familias que están ocupando el cerro, se está planeando un sobrevuelo por la zona para determinar ese guarismo y llevar la fuerza que impida que se presenten enfrentamientos a la hora del desalojo.
Un proceso de 11 meses
El funcionario recordó que hace 11 meses, cuando comenzó la invasión, en el cerro había algunas personas deforestando y posteriormente vendiendo pedazos de lotes, por lo que su despacho emprendió una jornada de alerta para que nadie se dejara estafar de los depredadores.
La campaña se hizo en compañía de Cementos Argos, la Policía Metropolitana, la Infan-tería de Marina y las comunidades vecinas, “pero en este momento el predio está poblado de cambuches y viviendas de madera, esperando a ver si es posible que la invasión se legalice”, dijo el mandatario.
Asimismo, reiteró que si se trata de desplazados, el Distrito tiene para ellos planes de vivienda en Ciudadela del Bicentenario, lo mismo para los cartageneros que estén sin casa y que llenen los requisitos que se exigen.
Es zona de riesgo
Por su parte, el edil de la Localidad 3, Heriberto Bermúdez, informó que las comunidades que rodean al Cerro Albornoz están preocupadas porque los invasores les afectan los servicios de agua potable y energía eléctrica.
Recordó que, durante la pasada temporada invernal, los deslizamientos de tierra fueron constantes, razones por las cuales muchas familias invasoras trataban de ocultarse en Arroz Barato, Puerta de Hierro y Policarpa, lo que provocaba problemas de orden público.
El gerente de Comunicaciones de Argos, Juan Pablo Lema, ratificó que la empresa se encuentra a la espera de un segundo amparo policivo, “pues el primero lo solicitamos cuando había sólo 7 familias en el cerro. Ese amparo se nos otorgó. Pero después aparecieron más invasores, entonces hubo que solicitar otro amparo, que aún no ha salido. De otra parte, hemos dialogado con la Policía Metropolitana, y ellos dicen que deben reunir buenos refuerzos para emprender el operativo”.
Lema, quien aclaró que Cementos Argos “quiere resolver esta problemática de la mejor manera”, que en estos momentos el cerro alberga a unas 400 personas, lo que daría una cifra aproximada de 150 familias.
Explicó que, en principio, el lote fue cercado y custodiado permanentemente, “pero aún así los invasores se metieron, pues hacer un cerramiento con muros hubiera sido sumamente costoso”, indicó.
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