Cartagena


Joven de 17 años se gradúa como ingeniero químico

Mario Daniel es un joven con capacidades excepcionales, que con tan solo 17 años de edad ya piensa en hacer una maestría. A pesar de que aún no puede firmar un contrato laboral o asistir a fiestas, por la falta de cédula.
El 3 de agosto Mario recibirá su diploma como Ingeniero Químico de la Universidad de Cartagena.
De la que guarda recuerdos como que el semestre más difícil fue tercero, cuando tenía 13 años y le generaba mucho estrés. Cuenta  que en quinto, se tomó todo con calma y paradójicamente ese fue el semestre en el que mejor se desempeñó.
“En quinto semestre me relajé, había una materia en la que el profesor siempre llamaba a lista y se perdía por inasistencia; recuerdo que llegué tarde más de 10 veces, pero al momento de mencionar mi nombre, justo estaba cruzando la puerta y alcanzaba a decir ¡presente!, el profesor nunca pudo marcarme una falta, vivía al límite con esa materia, era algo arriesgado, pero divertido”, recuerda Mario entre risas.
Se graduó de bachillerato a los 11 años, en el Colegio María Auxiliadora, en San Marcos (Sucre), de donde es oriundo, y al pensar en una carrera universitaria descartó estudiar en Bogotá o Medellín, en ese entonces le daba pánico el agite de esas ciudades, por eso eligió a Cartagena.
Sus padres, Mario Enrique Ojeda Ospino, abogado; y Carolina Cuello Rogert, médico, se mudaron de San Marcos, para empezar una vida juntos en La Heroica.
“Desde el primer día lo acompañé a la universidad y lo esperaba hasta que terminara sus clases. El ambiente universitario en ocasiones resulta pesado y Mario apenas era un niño, mi deber era cuidarlo”, mencionó Carolina Cuello.
"EL NIÑO"  
Cuando inició la  vida universitaria, los compañeros lo apodaron “El niño” o también era conocido como “peladito” o “ El bebé”.
“El primer semestre fue tedioso, la gente estaba encima de mí, me preguntaban cómo había llegado a la universidad a los 11 años, me tocaba repetir la historia una y otra vez, era aburridor, además los estudiantes se aglomeraban fuera del salón para verme y saber si era verdad”, mencionó Mario.
Y continuó diciendo: “Después de un tiempo la gente comenzó a asimilarlo y con el paso de los semestres fui creciendo, de igual forma me dejé el cabello un poco largo, y ya no identificaban cuál era “El niño”, logré  mezclarme con los demás y comencé a ser parte del hábitat de la Universidad, es más algunos profesores no se dieron cuenta de mi edad”, aseguró.
Los permisos para las rumbas han sido limitados, pero de igual forma Mario manifiesta que le resulta más divertido ir al cine o salir a pasear.
Es un excelente lector y le fascina la música, en especial Nirvana, su banda de rock favorita.
De los libros que más le han gustado destaca El Perfume, del escritor alemán Patrick Süskind; Ensayo sobre la ceguera de José Saramago y Érase una vez el amor pero tuve que matarlo de Efraim Medina, lo menciona como un libro muy divertido.
De su larga lista también  hacen parte autores como Dostoievski, Tolstoi y Gabriel García Márquez, de quien ha leído su obra Cien años de soledad, en dos ocasiones.
“Me leí Rayuela (de Julio Cortázar) a los 9 años y odiaba ese libro, era mi peor enemigo, hace unas semanas lo volví a leer y tuve otra visión, y la verdad me gustó mucho”, puntualizó con una sonrisa de satisfacción.
Mario es muy sociable, tiene muchos amigos, le gusta jugar fútbol en la calle y tiene planeado aprender a dibujar.
Del asentamiento humano, como llama a su habitación, lo que más le agrada es la luz tenue, ya que las luces resplandecientes le fastidian.
OPORTUNIDAD LABORAL
Las oportunidades laborales y académicas son muy reducidas para menores de edad, y en casos excepcionales como Mario los padres no tienen quien los guie.
“Me gustaría que en el país el sistema educativo tuviera en cuenta casos como el de mi hijo, en unos días se va a graduar como profesional, pero no puede acceder a una maestría porque no cumple con los requisitos de la edad y la experiencia laboral, pero el asunto es que a los 17 años es difícil que consiga un empleo, ¿entonces qué debemos hacer?, ¿Quién nos orienta?, de todas formas estamos buscando alternativas y vamos a encontrar una salida”, puntualizó Mario Enrique Ojeda Ospino.
El joven ingeniero químico  afirma que está abierto a cualquier posibilidad laboral y espera contar con una oportunidad antes de cumplir su mayoría de edad en mayo del próximo año.
PRUEBAS DE CONOCIMIENTO
La condición de superdotado fue analizada cuando Mario Daniel tenía 4 años. Un día Juana, su profesora de inglés del colegio Nuestra Señora de Lourdes, en San Marcos (Sucre), sintió curiosidad por su rápida forma de aprender.
Al mencionárselo a su familia, Mario fue llevado a Medellín donde fue evaluado y valorado, al igual que sus padres, por las psicólogas Ana María Briñón Vélez y Mónica Gutiérrez Anzola.
Tres días después recibieron la respuesta: "El niño tiene habilidades y conocimientos superiores a los de su edad".
La última valoración para detectar su coeficiente intelectual la realizó el Instituto Merani en Bogotá, el más destacado del país.
Teniendo en cuenta las pruebas, el coeficiente de Mario es de 159, cuando lo máximo para su edad era 100.
Al comenzar la primaria, sus profesores conocieron sus habilidades y constantemente le realizaban exámenes, por ende logró ser promovido de grado en varias ocasiones. Terminó cursando dos años en uno, hasta graduarse de bachillerato a la edad de 11 años.
MÉTODO DE ESTUDIO
“Una de las desventajas de tener habilidades excepcionales, es que en ocasiones me confiaba porque me iba bien en alguna materia y al final me llevaba una sorpresa cuando me bajaba el promedio de la nota por descuidarme”, afirmó el joven prodigio.
La habilidad de Mario consiste básicamente en que capta la información más rápido que las demás personas de su edad.
“Para los exámenes solo estudiaba entre 15 y 20 minutos, lo máximo que le he dedicado a un tema cuando es complicado es una hora. Mi método consiste en estudiar por segmentos, es decir, 15 minutos un día, 15 minutos al siguiente y así sucesivamente”, explicó.
Mario desea hacer una maestría en ingeniería de reacciones, pero ninguna universidad en Colombia cuenta con ese programa, por ende está considerando una maestría en ingeniería química.
“Cuando se cuenta con habilidades lo más recomendable es enfocarse en algo, porque a veces no se sabe qué hacer con ellas, y no se aprovechan, por eso siempre se debe tener el cerebro activo, porque luego las cosas se van olvidando y uno se vuelve lento”, aseguró el joven profesional.
Para finalizar, Mario resalta que todas las personas tienen un método diferente para estudiar. “Por ejemplo mi madre es de la doctrina de hacer muchos ejercicios y practicar, en cambio yo reemplazo los ejercicios por leer bastante teoría y listo”.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS