Jóvenes en riesgo confían en Distrito

Se trata de un grupo de más de 40 muchachos, cuyas edades oscilan entre los 15 y los 25 años, quienes paulatinamente se han ido alejando de las actividades malsanas que practicaban hasta hace unos meses, porque han visto en las gestiones de la Alcaldía Menor de la Localidad 2 una verdadera esperanza de cambio.
El encargado de ese despacho, el alcalde menor Rodrigo Reyes Pereira, viene trabajando con estos jóvenes, pero también con los del sector Ricaurte, en donde los enfrentamientos entre pandillas, los atracos y las muertes con armas de fuego y blancas se han ido reduciendo con el advenimiento de más pandillas.
En Campamento, la Alcaldía Menor cuenta con el apoyo de Betty Ospino, una líder ntados a los programas de reconstrucción humana que proponen las autoridades.
comunitaria que aparenta unos 60 años de edad y quien se ha ido encargando de convencer a los jóvenes de que abandonen las malas andanzas y acojan las propuestas del Distrito.
Wilson Orozco, un joven de 25 años, aproximadamente, fue uno de los rescatados por “Mamá Betty” (o “La mamá de los pollitos”), como le dicen a la líder comunitaria, quien convenció al ahora trabajador de que abandonara las esquinas, el consumo de licor en cualquier día de la semana y las riñas callejeras.
Como consecuencia, la Alcaldía Menor logró situarlo en una empresa en donde recibe un sueldo aceptable con el que sostiene a su familia, mientras se va capacitando para ocupar cargos de mayor importancia.

Nada de trapiñe
En esa espera se encuentra Antonio José González Banquez, otro habitante de Campamento, quien aparenta unos 24 años, y quien relata que muy joven decidió marcharse a prestar el servicio militar, puesto que en el barrio no encontraba algo que mejorara su situación.
“Cuando regresé —cuenta González—, encontré lo mismo, pero con la diferencia de que ahora tengo una mujer y un hijo que sostener. Cuando la situación me apretaba, lo primero que pensaba era en subir a la Avenida Pedro Romero para quitarle el celular al primero que pasara, empeñarlo y comprarme unas chancletas o un alimento para el bebé. Es que cuando uno anda apurado, la idea que se le viene es quitarle al que tiene algo. Ahora, mejor ando a pie pelao, pero no robo, ni ando peleando. El alcalde Rodrigo me está ayudando a salir de la olla”.
Los jóvenes en riesgo —como son llamados eufemísticamente los antiguos pandilleros— recuerdan que durante un tiempo se encargaron de impedir la entrada de funcionarios distritales al barrio, “porque eso manes eran muy embusteros. Venían a echarle cuento a uno de que lo iban a ayudar, que nos iban a dar estudio, trabajo... y nada. Se perdían y no volvían más. Pero ahora, con la Alcaldía Menor, la cosa sí se está viendo que es verdad”.
Antonio José González opina que la misma percepción tienen del resto de la ciudad: “la gente nos critica y nos señala mucho, pero no nos ayuda. Cuando lo ven a uno por ahí buscando trabajo, lo primero que hacen es decirle a los hijos que no se junten con nosotros, porque somos rateros y drogadictos, pero no sacan un ratico para acercarse y preguntarnos qué necesitamos para salir de la maluquera”.
En tiempos pretéritos, encontrarse con funcionarios públicos y con periodistas era un suplicio para los jóvenes en riesgo, “porque uno va desarrollando cierta desconfianza con la gente que viene de otras partes. Antes, no dejábamos que los periodistas nos tomaran fotos, porque creíamos que era para sacarnos en las páginas judiciales, porque la gente cree que nosotros servimos nada más para eso. Pero el alcalde Reyes nos enseñó que nosotros también somos ciudadanos cartageneros con derecho a superarnos y no tenemos que escondernos de nadie. Nada de trapiñe. Todo mundo mostrándose”.

Solución integral
El alcalde menor de la Localidad 2, de la Virgen y Turística, Rodrigo Reyes Pereira, afirma que su despacho viene trabajando con la Secretaría del Interior del Distrito, el Ider, Distriseguridad, el Dadis y otros entes distritales, para atender integralmente a los jóvenes en riesgo, quienes han demostrado que quieren cambiar.
Lo anterior, sustentado en el programa del alcalde mayor, Campo Elías Terán Dix, que sostiene un presupuesto destinado a la resocialización de jóvenes en riesgo, quienes la próxima semana iniciarán una capacitación en mecánica diesel y posteriormente un programa de generación de ingresos.
De otra parte, la Alcaldía Menor, con el Ider, han ideado actividades recreativas para los hijos de los jóvenes en riesgo, como campeonatos de fútbol y obras de teatro en donde el mensaje apunta a hacerles entender que ellos también pueden hacer parte positiva de la sociedad.
Según Reyes Pereira, en la Localidad 2 funcionan unas 15 pandillas, en las cuales podrían estar involucrados unos 150 jóvenes, aproximadamente, quienes necesitan que los programas distritales tengan continuidad, pues la falla de las anteriores administraciones tenía dos vertientes: nulo seguimiento y la falta de soluciones integrales.
“A estos jóvenes —agrega Reyes— se les debe tratar desde la desintoxicación hasta la presentación de oportunidades de estudio, trabajo y mejoramiento de las condiciones de su entorno familiar, como también sentar las bases para que las administraciones sucesivas prosigan con lo que se venía haciendo”.
En los próximos días vendrán, desde la ciudad de Medellín, los hijos de jóvenes en riesgo a jugar un partido de fútbol con los hijos de los ex pandilleros de Campamento.