La Paz, sin tranquilidad

Luego del percance de las viviendas que este fin de semana quedaron semidestruidas por los deslizamientos en las faldas de La Popa, la dirigencia comunal del barrio La Paz llamó la atención respecto a otras casas que se encuentran en el mismo riesgo. Julián Martínez, presidente de la Junta de Acción Comunal, dijo que en la calle 68, del sector Altos de la Paz, hay tres viviendas que están constantemente amenazadas por los de-rrumbes paulatinos que se registran en sus patios. En esas tres viviendas residen las familias Medina, Sandoval y Ariza. La primera está com-puesta por 7 personas, entre niños y adultos; la segunda, por tres niños y dos adultos; y la tercera, por dos niñas y tres adultos. Los tres ranchos están construidos con estibas, techos de zinc o de asbesto; y tienen una pared de tierra por todo patio. Cuentan los Sandoval que desde que están viviendo en ese sitio, los pequeños desliza-miento siempre se han tenido lugar, pero que este año, por la incidencia de las lluvias, vienen siendo más frecuentes, por lo cual, en cuanto se precipita un aguacero nadie puede conciliar el sueño. Por su parte, los Medina se mudaron a casa de algunos familiares en el mismo barrio y dejaron a una persona cuidando el rancho. El sábado anterior, cuando se estaban presentando los derrumbes en el sector Los Cirue-los, a Luisa Ariza se le desprendieron varios fragmentos de la pared de tierra, que debieron ser rápidamente apartados para que no entraran a la vivienda. Enhorabuena, a las tres familias las visitaron los funcionarios de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres del Distrito. Les informaron sobre los documentos que debían aportar y les anunciaron que pronto les estarían confirmando su reubicación. Falta por cumplir Julián Martínez, por su parte, recuerda que desde 1995, cuando se conocieron los prime-ros deslizamientos, Ingeominas viene haciendo recomendaciones como construir muros de contención, sistemas de terrazeo, encausamiento de las aguas que bajan de las alturas de La Popa, reforestación y reubicación, cosas que según el líder comunal no se han puesto en práctica. Explica, seguidamente, que la causa de que algunas familias hayan alquilado las casas que adquirieron en Flor del Campo y se hayan devuelto para las faldas de La Popa, radica en que ninguna tiene la capacidad económica para pagar servicios públicos. Al mismo tiempo, cree que Corvivienda no está ejecutando buenas labores de reubicación, dado que en cada vivienda de esa zona viven tres y cuatro familias, pero sólo reubican a los propietarios del inmueble. La secretaria del Interior del Distrito, Sindis Meza Pinedo, ratificó que las tres familias que están en Altos de la Paz ya fueron visitadas por ese despacho, de modo que en el trans-curso de esta semana recibirán el subsidio de arriendo en donde consigan ubicarse. Anunció que pronto se hará un estudio total para determinar cuántas familias viven en alto riesgo y en cuáles sitios están, con el fin de que no vuelvan a ocupar esas zonas peligrosas.