Diariamente desde que cae la noche, poco a poco se van reuniendo varias personas de diferentes edades en los espolones de un sector de la Avenida Santander. El motivo de esta aglomeración no está relacionado con alguna conducta sospechosa, sino más bien todo lo contrario, es una junta para practicar deporte.
Una disciplina que cada vez va ganando más adeptos en la ciudad de Cartagena y ha encontrado sobre estas piedras al lado del Mar Caribe, su propio campo para su desarrollo y crecimiento: la pesca deportiva.
El “spinning” o pesca de costa es la especialidad que apasiona a decenas de hombres y mujeres que se han apoderado de la famosa curva frente al Baluarte de Santo Domingo, un sitio de encuentro para aficionados y expertos que buscan compartir experiencias y conocimientos mientras disfrutan de su pasatiempo predilecto.
Sin embargo estos amantes de los peces, no buscan simplemente atrapar al pez más grande, sino que además mantienen un alto sentido de responsabilidad ambiental y es por eso que la mayoría utilizan señuelos artificiales y tratan de que su actividad no dañe el equilibrio natural de la fauna marina.
Temporada nocturna
La segunda mitad del año se produce un cambio en el ciclo marino y los peces proliferan en las horas de la noche, razón por la cual desde las primeras horas del ocaso llegan preparados.
Otros aspectos a tener en cuenta son las fases lunares, el viento y demás factores climatológicos, así como la temporada de apareamiento y demás comportamientos naturales de los peces.
Una actividad liberadora
Jacobo Anaya Velilla, un arquitecto de profesión pero pescador de corazón como él mismo lo afirma, es uno de los tantos pescadores que encuentran en esta práctica una forma de liberar el estrés y a la vez disfrutar con amigos y extraños la pasión que los une.
“Venimos aquí no solo a pescar sino también a desconectarnos de la rutina, también a echar cuentos y reírnos un poco” relata el arquitecto. En este lugar el ruido del tráfico vehicular contrasta con el golpe de las olas contra los espolones y sobre éstos muchas personas sosteniendo sus cañas a la espera de enganchar un pez.
Varios de los hombres de este grupo llevan décadas en esta actividad, otros apenas se inician en el ritual; Jóvenes y adultos mayores provenientes de diversos barrios de la ciudad, a veces duran pescando hasta el amanecer, de acuerdo al movimiento de la jornada.
“Aquí vienen personas de todas partes de la ciudad, incluso vienen personas de otras ciudades y hasta turistas que también se quedan a pescar con nosotros” comentó Abraham Flórez, otro de los tantos arquitectos del clan, quien dice que en ese lugar no importa la profesión, pues todos son respetados por igual sin importar a que se dediquen.
Amables con el medio ambiente
Pescar además de producir diversión entre sus adeptos, también genera responsabilidades con la naturaleza. La pesca indiscriminada y la falta de regulación por parte de las autoridades son las principales amenazas para la fauna marina. Róbalo, Sábalo, Pargo Rojo, Mojarra Peña, Pámpano, entre otros son las especies marinas más apetecidas.
“Muchos boliches –pescadores en canoa- pescan con dinamita y con grandes redes, y siempre atrapan peces tan pequeños que los botan y los dejan morir” afirma Isaac Barrios, otro de los asiduos participantes.
Muchos se quejan de la falta de autoridad de las entidades protectoras del medio ambiente; “Hemos enviado cartas a la Dimar, al EPA, a la Capitanía del Puerto, a la Alcaldía, a todo el mundo y nadie hace respetar la ley; los boliches pescan fuera de los límites, utilizan técnicas prohibidas y están acabando con todos los peces”, aseguran.
También afirman que la implementación de un Plan de Ordenamiento Pesquero en Cartagena se hace necesaria en la ciudad, porque las malas prácticas están acabando con la fauna y destruyendo el ecosistema marino.
Otra buena acción que realizan periódicamente son las jornadas de limpieza en el sector.
Buscan apoyo
Desde hace tres años, estos fanáticos de la pesca se organizaron para crear el “Club de pesca deportiva La Curva” ideado como una comunidad de amantes a esta disciplina dispuestos a compartir, fomentar y desarrollar este deporte en la ciudad. Cuentan con un grupo abierto en Facebook del cual hacen parte más de 300 miembros de todas partes del país.
La mayor ambición de este grupo de pescadores, es alcanzar el estatus deportivo por parte del Instituto Distrital de Deporte y Recreación (IDER) y así crear la primera liga de pesca deportiva en la ciudad. Sin embargo afirman que no han recibido respuesta alguna pese a insistir con esta propuesta.
“¿Se imagina que Cartagena se convierta en un destino deportivo para los pescadores de Antioquia, Valle del Cauca y demás regiones del país? Así se podrían organizar torneos y competencias que involucren a los aficionados locales, sería una maravilla” comenta Jacobo Anaya.
Estas personas están dispuestas a dividirse en tres clubes diferentes para comenzar a dar forma a este proyecto y solo esperan que sean reconocidos como verdaderos deportistas de la ciudad.
A su vez extienden la invitación a todos los interesados en incursionar en esta práctica deportiva a que se acercen a la curva de la Santander y se contagien de la fiebre por la pesca: “Aquí todos son bienvenidos, nosotros les enseñamos y compartimos un rato bacano para que se enamoren de esta bonita actividad y se unan a nosotros”.
Cartagena
La pesca deportiva, una actividad que crece en la ciudad
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