Líderes comunales proponen paliativos contra inundaciones

Dirigentes comunales de cuatro barrios de la Zona Suroccidental de Cartagena se unieron para proponer pequeñas soluciones para las inundaciones que padecen en cada época de lluvia. Se trata de líderes de los barrios El Socorro, Santa Mónica, La Plazuela y San Pedro, quienes, como es sabido, vienen sufriendo el desbordamiento de los canales que pasan por sus sectores, como también la inundación de sus calles con los consiguientes perjuicios que ello implica. Los dirigentes en cuestión argumentan que antes de que el Gobierno distrital ponga en marcha cualquier obra macro (y de inmensos presupuestos), res-pecto a la evacuación de aguas pluviales en toda la ciudad, se podrían corregir pequeños errores de construcción en la Zona Suroccidental, lo que no implica-ría grandes inversiones. Un recorrido Para tales efectos han recorrido la zona desde el barrio Ciudadela 2000, hasta la Ciénaga de la Virgen, exactamente, en donde desemboca el Canal Ri-caurte, cuyos volúmenes de agua afectan principalmente a San Pedro. Gustavo de la Rosa, líder de este último barrio, señala que en Ciudadela 2000 hay una calle canal que actualmente recibe las aguas del Caño Matute, pero aquella cuando fue construida los ingenieros desviaron el cauce normal de las corrientes para obligarlas a fluir por un pequeño canal que bordea la Calle de La Algodonera. “Pero —dice de la Rosa—, lo único que corre por el pequeño canal es algo así como un 5% del volumen de las aguas, mientras que el 95% restante se di-rige al barrio San Fernando inundando sus calles y a la Calle de La Algodonera”. Más adelante, en el barrio Medellín, explican los dirigentes que había otro canal natural el cual fue taponado cuando se construyeron las viviendas de ese sector. “Y se trata de un cauce que hubiese podido ayudar en la evacuación de las aguas que pasan por Ciudadela 2000”, afirman. Aducen que una solución sería abrir el cauce natural que traía el Caño Matute, y que hace parte de los terrenos de la “Institución Educativa Ciudadela 2000”, lo que permitiría la comunicación con el caño del barrio Medellín y posteriormente con los desembocan en el Ricaurte. En la Calle del Cementerio Los trabajadores cívicos proponen otras tres pequeñas obras que tendrían lugar en la llamada Calle del Cementerio, en donde se levantan los barrios Villas de la Victoria, El Socorro, La Plazuela y Santa Mónica. Un primer trabajo se realizaría en el caño que viene desde Alameda La Vitoria y empalma con la cuneta de El Socorro, a la altura de los planes 232 y 250. Dice Carlos Mestre, presidente de las JAC de El Socorro, que “este caño necesita urgentemente que, por debajo del pavimento, se le instalen nuevos tubos de mayor diámetro, pues la obertura actual no soporta el volumen de aguas que viene de Alameda la Victoria”. El dirigente asegura que “hace unos meses, una firma de ingenieros, de las que están construyendo conjuntos residenciales por esta zona, le propuso al Distrito regalar los tubos que se necesitan, pero la propuesta, al parecer, ha sido inexplicablemente ignorada”. Más adelante, en el caño que sale del Cementerio Jardines de Cartagena y atraviesa La Plazuela para desembocar en la cuneta que va hacia San Pedro, los dirigentes dicen que el problema es de sedimentación. “Bastaría con que la empresa ‘Aguas de Cartagena’ nos facilitara un Camel para extraer el sedimento que hay debajo de la carretera y que no permite el pa-so de las aguas hacia la cuneta. Por eso, cuando llueve, el agua inunda no sólo a la vía sino también a La Plazuela”, explican. Taponamientos, otro mal Según Carlos Mestre y Gustavo de la Rosa, cuando se construyó el barrio Torres de la Concepción, frente el Cementerio Jardines de Cartagena y a orillas de la Carretera Troncal de Occidente, los ingenieros taponaron el cauce natural del caño que proviene del barrio El Recreo. “Ese arroyo —explican— llegaba hasta lo que hoy es el frente del Cementerio. Después giraba hacia los predios de lo que ahora es Torres de la Concep-ción y seguía su curso hasta encontrarse con el Caño Matute, que pasa a unos metros de Villa Rosita. Pero los constructores taponaron el tramo que entraba a esa urbanización e instalaron unos tubos de 60 centímetros de diámetro, aproximadamente, que cruzan subterraneamente la Troncal e inundan a Santa Mó-nica y a La Plazuela”. Como solución, los dirigentes esperan que “el Distrito obligue a los constructores a destapar el cauce natural de ese caño y a cerrar los tubos en cuestión. En el Canal Ricaurte Refiriéndose al puente del Canal Ricaurte, en predios del barrio Los Alpes, al lado de los “Almacenes Éxito”, los dirigentes suponen que si la empresa Transcaribe amplía un poco más la boca de dicho puente y termina de pavimentar las márgenes, las corrientes de agua dejarían de estrangularse cuando lle-guen a ese sitio, y ninguno de los sectores aledaños se inundaría. Así mismo suponen que si se amplía la otra boca que da hacia el barrio El Rubí, las aguas correrían a mayor velocidad y ayudarían a que San Pedro no se inunde. “Como complemento —dice Gustavo de la Rosa—, podrían instalarse unos 16 tubos de 35 centímetros de diámetro para facilitar la salida del agua hacia el Caño Ricaurte, en vez de que se represe y se desborde en San Pedro”. Hablando de presupuesto, los líderes comunales aseguran que en todas esas obras el Gobierno distrital se gastaría menos de 200 millones de pesos.