Cartagena


Los pasos de un aguacero letal

Tres personas muertas por deslizamientos de tierra, barrios inundados, viviendas en situación de peligro y daños en la infraestructura eléctrica fue el saldo que dejó el aguacero que, en la madrugada de ayer, se precipitó sobre esta ciudad. La precipitación se produjo, aproximadamente, desde la 1:30 de la madrugada hasta las 4:00, aunque posteriormente un sereno persistente se mantuvo hasta pasada las 9:00 de la mañana. La emergencia que más llamó la atención de las autoridades distritales, y que obligó a la realización de un consejo de gobierno en la Alcaldía Local del barrio Santa Rita, fue la acaecida en los barrios El Pesebre y Paraíso II, ambos localizados en las estribaciones del cerro de La Popa. En la vivienda de la familia Padilla Lobo, de la calle Los Laureles, en El Pesebre, resultó muerta la señora Denis Padilla, quien quedó debajo de varias rocas que se deslizaron de la parte más alta del cerro, rompiendo la pared posterior de la casa que protegía el cuarto en donde ella dormía. Los familiares de la ahora occisa, al igual que los líderes comunales, manifestaron que llevan años solicitándole al Distrito su reubicación, pero ésta nunca se ha hecho efectiva. Lo mismo dijeron los miembros de la familia San Martín Ballesteros, quienes ocupan dos viviendas contiguas a la de los Padilla Lobo, las cuales perdieron parte de su techo y paredes de madera por la presión del sedimento y las piedras que descendieron repentinamente del cerro. Los afectados contaron que no es esta la primera vez que ocurren deslizamientos en esa área, sólo que los de ayer se hicieron notar por la connotación de tragedia. Josefa Morelos Díaz, una líder comunal, dijo que en la zona hay 450 viviendas, de las cuales la mayoría se encuentra en mal estado. Ni las tutelas sirven La segunda tragedia se presentó en la Calle Los Cerderos, del barrio Paraíso II, en casa de la familia Guillén Rodríguez, en donde murieron la señora Aida Guillén y su hija de un año de edad, Rosiris Ortega. Ambas se encontraban durmiendo en la última recámara de la vivienda, cuando el piso de una casa abandonada en las alturas se deslizó y rompió la pared del cuarto arrojándola sobre las dos víctimas. En la misma calle, diagonal a la vivienda de los Guillén, la familia Barboza Rada perdió más de la mitad de uno de sus cuartos traseros por la acción de una roca que rompió el techo y un buen porcentaje de las paredes. Javier Valeta, un pariente de la familia Guillén, dijo que tres años atrás instauraron dos acciones de tutela para lograr una reubicación, pero dichos recursos fueron fallados a favor del Distrito, pese a que se presentaron pruebas fehacientes del peligro que se vive en la zona. La Calle Los Cerderos, además, es una de las que, en las estribaciones de La Popa, se convierten en verdaderos ríos, cuyas corrientes arrastraron esta madrugada a un burro que sólo pudo ser salvado cuando fue a parar a una de las calles del barrio Canapote. Peligro latente Vecinos del barrio Nariño reportaron que cerca de 17 casas de ese sector quedaron averiadas, en las calles Loma del Rosario, Calle de la Paz, 12 de Octubre, San Fernando, Santander y Loma de Cabarcas. La misma situación se vive en El Papayal y Nelson Mandela. Según Liliana Puente, residente en la calle 40 del sector El Papayal, el aguacero originó que de un lote, propiedad de una entidad bancaria, salieran varias culebras y enjambres de mosquitos. También se vio caminar una babilla. Además de reportar daños en varias viviendas, Yenis Salas, habitante en Nelson Mandela, informó que el agua aún se mantiene estancada en las casas, especialmente en el sector Belén. Los de siempre Sectores como La Central y La Magdelana, del barrio Olaya Herrera, resultaron nuevamente inundadas por el desbordamiento del Caño Matute, aunque, aseguran los habitantes, las aguas se escurrieron a la altura de las 4:00 de la madrugada, al igual que en Las Palmeras, Villa Rosita, El Socorro, San Pedro La Plazuela y Santa Mónica. En este último, las viviendas cercanas a la cuneta que comparten San Pedro y El Socorro recibieron las aguas hasta en las salas inutilizándose varios enceres y electrodomésticos. En la vivienda del presidente de la Junta de Acción Comunal de Santa Mónica, Jorge Puello, faltaron pocos metros para que las aguas tocaran el techo. En El Socorro, entre los planes 220 y 554, las aguas no sólo inundaron las calles sino que rompieron algunas verjas e inundaron las salas de las viviendas. En el barrio Policarpa, el sector 13 o Barrio Chino, fue el más afectado por el desbordamiento de los caños Policarpa I y II. Jorge Therán, presidente de la Junta de Acción Comunal, relató que entre los meses de junio y julio, el barrio se ha inundado cinco veces, debido a que Cardique lleva un año y seis meses sin limpiar los canales. En el barrio Villa Hermosa, ambas entradas fueron obstaculizadas por el sedimento y las basuras que arrastraron las corrientes incomunicando a los lugareños, quienes debieron caminar largos trayectos para alcanzar el transporte urbano. Como nota adicional, desde los primeros amagos de lluvia que se dieron durante el miércoles, más de 20 barrios sufrieron fluctuaciones en la energía eléctrica, en razón de que ocho circuitos fueron inutilizados por las precipitaciones, de acuerdo con lo informado por la empresa Electricaribe. Barrios como San Isidro, Santa Clara, Ceballos y Los Calamares, permanecieron sin luz desde la madrugada de ayer hasta las horas de la tarde, cuando se lograron algunas reposiciones en transformadores y circuitos.

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