Lotes con dueños, pero sin dolientes: un calvario.

Las ratas, los malos olores, los insectos y la inseguridad exasperan a los moradores de dos barrios de Cartagena. Se trata del Pie de La Popa y Daniel Lemaitre, en donde sendos solares abandonados están convertidos en foco de las anomalías mencionadas. Los propietarios de estos predios parecen desentenderse de la situación. En el Callejón de Los Pocitos, barrio Pie de La Popa, al lado de las instalaciones del De-partamento Administrativo de Seguridad (DAS) y entre varios inmuebles familiares, hay un solar lleno de monte con todo lo que esto acarrea, lo que produce malestar entre los residen-tes del sector. Dice vecinos afectados que este lote podría tener unos 20 años de abandonado. Allí hubo una residencia familiar que posteriormente fue destruida. En el mismo sitio fue construida una caseta en la que, aseguran los moradores, funcionaba una agencia para venta de apartamentos, pero en cuanto ese negocio expiró la caseta fue abandonada y nunca más ha sido utilizada. “Ahora el techo de la caseta le sirve a los gamines y recicladores para montarse y trepar hasta nuestros apartamentos, en donde ya han robado varias veces. Uno le pone la queja a los funcionarios del DAS y dicen que ellos no están para vigilar predios”, dicen los moradores. Además viven en zozobra por la proliferación de ratas entre la maleza del terreno, mos-quitos y malos olores de aguas estancadas. Riesgo frecuente Leonor Rivera, quien vive muy cerca del solar, dice que entre la maleza crecen plantas da-ñinas que ‘trepan’ por las paredes y las deterioran, “pero las que más nos atemorizan son las ratas que se meten a nuestras casas, en donde hay niños pequeños que podrían ser mordidos por estos animales”. Agrega la afectada que hace pocas semanas los gamines y recicladores que se internan en el solar a consumir estupefacientes, arrojaron una colilla encendida que provocó un incendio, el cual no pasó a mayores por la intervención oportuna de los residentes. Las quejas de los vecinos han llegado a instancias como al mismo dueño del lote, “quien desde que lo limpió hace tres años, no se ha preocupado por volverlo a asear, no construye, no lo vende y parece importarle poco lo que pase con ese espacio”, dicen los vecinos. Igualmente, han solicitado la ayuda de la Alcaldía Local de la Zona Histórica y del Caribe Norte, del EPA Cartagena, de la Gerencia del Espacio Público y del Dadis, pero ninguna pe-tición ha tenido respuesta determinante. Los vecinos creen que el solar, por estar al lado de un organismo estatal como el DAS, podría ser utilizado por los terroristas para instalar algún artefacto explosivo, lo que perjudi-caría a toda la cuadra. El Universal contactó a Efraín Amín, la persona que aparece como propietaria del lote, quien anunció que pronto hará una revisión del lugar para constatar si necesita limpieza, ta-rea que, según él, se cumple anualmente. Igual en Lemaitre Los moradores de la Calle 64 del barrio Daniel Lemaitre están molestos por un lote aban-donado en una de sus vías principales. El terreno, según los quejosos, tiene más de 40 años abandonado, y los propietarios, quie-nes viven allí cerca, nunca han construido en él predio ni lo han cerrado. La vecina Neyla Abadía asegura que el terreno se ha convertido en el basurero de los reci-cladores contratados por personas de otros barrios para deshacerse de inodoros, muebles, ca-mas, animales muertos, bañeras, bacinillas, toallas sanitarias, paños desechables, etc. También producen escozor la maleza, los roedores, cucarachas, insectos de todo tipo, además de que el sitio sirve de guarida nocturna para consumidores de alucinógenos. Víctor Gaviria, propietario del lote en cuestión, propone a los vecinos de la Calle 64 de Daniel Lemaitre, acercarse a su vivienda en el barrio Canapote, Carrera 16 #62-102, para buscar una solución al problema. Por su parte, el alcalde (e) de la Localidad Histórica (1), Carlos Crismatt Corena, anuncia que esta semana hará una inspección en ambos lotes, para determinar las acciones por em-prender.