Mal manejo del relleno Henequén le cuesta demanda a Cartagena

Por orden del Tribunal Administrativo de Bolívar, el Distrito deberá responder por la contaminación y consecuente daño deterioro patrimonial causado a una extensa propiedad privada, colindante con el relleno sanitario Henequén de esta ciudad, el cual se encuentra cerrado desde el 2001 y que se está en etapa de clausura.
Aunque, el Tribunal Administrativo de Bolívar declaró la situación como una falla en el servicio en el tratamiento, recolección, manejo y disposición de basuras por parte del Distrito no determinó la suma que deberá pagarle a los propietarios del lote contaminado, cuya identidad se omite por seguridad, por su cercanía al relleno sanitario.
Sin embargo, e ente judicial ordenó al Distrito que pague las sumas de dinero que determine un estudio económico que determine de manera precisa el valor de la tierra en la zona de ubicación, cifra que debe ser actualizada a la época, teniendo en cuenta que se deberá establecer el daño causado como indemnización.
El ente judicial ordenó tal estudio, tras desechar uno presentado por perito inicial que consideró que la suma a pagar a los dueños del terreno afectado es de aproximadamente $2.500 millones. La razón fue que el perito hizo el avalúo, pero no se apoyó en  los valores de la lonja de propiedad raíz sobre los costos de la tierra en Cartagena y que además no le era dable a éste definir los perjuicios morales ocasionados, sino al Tribunal. 
El terreno es denominado “Campo-Bello”, ubicado en una zona de Arroz Barato y es de una extensión de cinco hectáreas (7.900 metros cuadrados) y sus dueños pretendían el pago de casi $3.500 millones.
Sus propietarios acudieron a una demanda de reparación, al considerar que el mal tratamiento y manejo del relleno sanitario Henequén desencadenó una catástrofe ambiental que dañó la tierra y propiedades aledañas a este basurero, lo que incidió en la imposibilidad de sus dueños  en desarrollar actividades productivas en esos terrenos, al igual que la imposibilidad de vivir en ellos.
De pruebas mostró diversos estudios técnicos, videos e informes de la Corporación Autónoma Ambiental, Cardique, que dan certeza sobre  el derramamiento de lixiviados (liquido descompuesto de las basuras),  basuras regadas, fuertes olores contaminantes, derrumbes de desechos, entre otras irregularidades, las cuales venían presentándose desde 1994, cuando empezó a operar dicho relleno sanitario.
El mal manejo de este sistema de tratamiento de basuras originó en su época también pronunciamientos constantes de autoridades de control y ambientales.
En su defensa ante la demanda, el Distrito había pedido llamar en garantía al consorcio de aseo del momento, Lime, al que le endilgan la culpa por cuanto era la encargada de prestar el servicio del manejo del relleno sanitario. Sin embargo, la Administración no aportó las pruebas de existencia y representación legal de esta empresa.
Concluyó el Tribunal que no cabe dudas que los problemas de contaminación ambiental generado por el relleno sanitario Henequén existen desde que empezó a funcionar, sin que las autoridades tomarán las medidas adecuadas para solucionarlos.
A su juicio, la situación se agrava aun más cuando se evidenció que el relleno empezó a funcionar sin permiso de la autoridad ambiental, lo que pone en evidencia la falta de control del Distrito en el manejo y deposito de las basuras.
Pese a esta sentencia, el Distrito tiene la oportunidad de apelar lo ordenado ante el Consejo de Estado, pero la Oficina Jurídica de la Administración se pronunció alegando que ya fue apelada la orden judicial y que esperan en segunda instancia tratar de llegar a una conciliación con los propietarios del lote.