Mañana, vigilia de Pentecostés en Cartagena

Este viernes, a partir de las 7 de la noche, será la Gran Vigilia de Pentecostés,  organizada por la Arquidiócesis de Cartagena y la Renovación Carismática Católica.
La Vigilia, que este año tiene por lema “He venido a traer fuego a la tierra”, se celebrará en el estadio de Chiquinquirá, en la Unidad Deportiva Fidel Mendoza Carrasquilla.
El predicador invitado es el sacerdote Guillermo Segundo Jiménez Díaz, sacerdote diocesano de la arquidiócesis de Cali, oriundo de Ayapel, Córdoba.
El padre Guillermo se autodefine como buen costeño, amante de su familia, alegre, jovial, sencillo, honesto y muy espiritual.
Para él, Dios es tal y como nos lo presenta Jesús: un padre amoroso y misericordioso a quien habla con toda confianza, naturalidad y respeto, como quien se relaciona con un buen amigo o con su propio padre en la tierra: de persona a persona.
El padre Guillermo se hizo sacerdote porque sintió el llamado de Dios, por gratitud y amor a él y por su deseo de servir.
Para él, el papel del sacerdote es el de hacer presente a Dios en la realidad cotidiana, hacer un llamado a la conversión al Señor y ser testimonio de vida. Normalmente usa la sotana y el cleriman puesto que considera que son signos  muy importantes que recuerdan  la identidad del sacerdote, son protección frente al mal, infunden respeto y  evidencian que Dios vive en medio de nosotros, lo que ayuda a muchos a volverse a él.
El  padre Guillermo ve  la Iglesia en los tiempos modernos con los ojos de la fe.
Una Iglesia que se mantiene firme en medio de la tempestad, animada por el Espíritu Santo y que indudablemente hace presente a Cristo.
Define su sacerdocio como el mejor de los regalos que Dios Padre le ha dado.
Está convencido que la castidad es fruto de los dones del Espíritu Santo, viviéndola en oración y cerca al Señor, no constituye ningún obstáculo para el sacerdote, motivo por el cual no encuentra ningún problema en vivir el celibato, es más, está convencido que es más fácil servir al Señor desde éste.
Al padre Guillermo le gusta mucho el servicio a los demás, compartir y ayudar a las personas, está siempre en actitud de escucha hacia los fieles,